lunes, 1 de octubre de 2018

HISTORIA CENTRO CULTURAL ISLA DE COCHE


INTRODUCCIÓN

El ser humano interactúa en dos mundos que constituyen el medio ambiente donde vive en relación social con sus semejantes para tener más capacidad y dominio de acción y responsabilidades que le permita alcanzar los bienes y servicios que se necesitan para poder subsistir y alcanzar el mejor modo de vida posible. Esos mundos son el natural, que es todo lo creado por Dios, y el cultural, que es todo lo creado por el hombre, pero éste requiere de los elementos naturales para transformarlos en bienes de consumo, los cuales vienen a satisfacer sus necesidades básicas y secundarias. Al respecto, tengo que apelar a las teorías que explican la obligada sociabilidad de los seres humanos.

La sociabilidad humana es un hecho de experiencia común. Lo social aparece como una característica de la vida humana que implica pluralidad, unión y convivencia. El hombre histórico se concreta en comunidades y asociaciones. La familia, la nación y el Estado constituyen algunas de esas entidades sociales. La evidencia del hecho de que el hombre vive y convive en sociedad se impone por sí misma. Ahora bien, ¿cuál es la causa eficiente que está en el origen de esa sociabilidad humana? Básicamente nos encontramos con tres tipos de respuesta: la teoría contractualista, la conocida como teoría naturalista y la teoría de la naturaleza social del hombre, que es la Teoría del Derecho Natural.

La teoría del pacto o contrato social afirma que la sociedad humana tiene su origen y fundamento en un pacto o libre acuerdo entre los individuos. Esta teoría, que está en la base del liberalismo clásico, ha sido defendida por autores como Hobbes, Locke y Rousseau. Así, Hobbes considera que la naturaleza humana es esencialmente egoísta y antisocial. En esa situación de inseguridad y temor en la que el hombre es un lobo para el hombre, los hombres renuncian al interés personal y a su derecho absoluto sobre los bienes materiales mediante un pacto en el que se constituye el Leviathan: un poder fuerte, absoluto, pero más amable que el poder del hombre, capaz de formar las voluntades, y que surge del pacto de cada uno con todos los demás. Por su parte, Rousseau supone que el estado primitivo del hombre era asocial y que, en aras de un mayor perfeccionamiento, la sociedad se constituye gracias a un contrato social por el que los individuos ceden sus derechos en favor de la comunidad y del poder civil que representará la voluntad general.

En lo que se refiere a la teoría naturalista, que tiene en Hegel a uno de sus máximos exponentes, considera la sociedad como un todo orgánico que se constituye como la última fase conocida de un proceso evolutivo de la realidad (materia o espíritu), que se rige por las rígidas e inflexibles leyes del determinismo universal. Esta tesis está en el substrato de los planteamientos políticos totalitarios.

Por último, la tercera respuesta -sostenida por Aristóteles y Tomás de Aquino, entre otros- afirma que el hombre es social por naturaleza; es decir, que el origen, causa eficiente o fundamento de la sociedad radica en la propia naturaleza humana que tiene en la sociabilidad una de sus características esenciales. Existe, pues, una inclinación natural del hombre a vivir en sociedad, está obligado a hacerlo porque sencillamente estando solo le es imposible subsistir. En consecuencia, la conformación de grupos es inevitable y para que se garantice el cumplimiento de un bien común a todos, esas organizaciones tienen que actuar en unión, en conformidad del respeto y del interés colectivo sobre lo individual.

La sociedad humana en general es una institución natural, fundamentada en la naturaleza humana. La naturaleza explica la sociabilidad; es decir, la exigencia necesaria de la sociedad por parte del hombre. Pero, libremente y por mutuo acuerdo o convención, los hombres fundan o establecen sociedades concretas y particulares que tienen elementos esenciales, geográficos, culturales o históricos específicos. Por consiguiente, el fundamento natural de la sociedad humana permite comprender lo que la sociedad tiene de libre y de necesario, es decir, aquellos elementos que dependen de la libertad humana y los que se fundamentan en la propia naturaleza del hombre

Estas tres teorías se adaptan a la realidad cultural de los pueblos, en cuyo contexto social en la medida en que se internalicen los valores del trabajo productivo en equipo y el perfil de los valores morales y éticos, paralelamente se alcanzan los objetivos planteados. En nuestro caso muy específico en Coche, estos planteamientos sobre la sociabilidad humana se ubican perfectamente en los cambios sociales que se generaron con la fundación del Centro Cultural “Isla de Coche”, conceptualizados como productos materiales e inmateriales. Entre estas creaciones, se ubica una extensa variedad de valores materiales e inmateriales que coadyuvan a que el individuo cuente con un gran apoyo logístico para atreverse a organizarse en grupos, en una dinámica social, como elemental vía, manera o medio, para exteriorizar otras manifestaciones que involucran a la cultura de la música, de las composiciones literarias, del canto, del baile, del teatro, del deporte, de la recreación, de la artesanía en su múltiple diversidad y tantas otras que es imposible nombrarlas a todas. Así se forman los proclamados patrimonios culturales.

Estamos disertando sobre un tema muy importante, amplio y de mucha significancia para entender con mayor claridad y aprehensión lo que significa cultura, conocer su vinculación provechosa con la naturaleza y comprender que todo lo que inventa el hombre es cultura y que, por su indetenible dinamismo, los pueblos tienden a organizarse, a planificar sus metas, sus objetivos e idealizar sus misiones, por lo que genera a que las sociedades cambien constantemente en busca de un mayor progreso.  Esta conducta globalizada obedece a una ley social, que conlleva al hombre a unirse a otros para establecerse en grupos, mancomunar sus ideas, proyectos, voluntades, esfuerzos y trabajo, para una mayor facilidad de acciones y el consiguiente exitoso cumplimiento de las mismas.

Desde la sociedad primitiva hasta la sociedad moderna en la que estamos actuando, el ser humano siempre ha buscado el modo de asociarse con fines básicamente sociales, psicológicos y espirituales. La cultura cambia a los pueblos y los pueblos hacen cambios en la cultura, porque ambos son protagonistas vinculantes y, por requerimiento de la misma esencia liberal hacia el desarrollo, se unen para instituirse, para constituir grupos o asociaciones en una colectividad, donde se les exigen ser agentes directo o indirecto de sus cambios sociales. Esto nos conduce a deducir por antonomasia que el hombre social es producto de su cultura y la cultura de un pueblo es la hacedora del ser social, por lo que la vinculación entre ambos son estrictamente dependientes y los condiciona a actuar en asonancia para poder obtener los beneficios que exigen un modo de vida cada vez mejor.

La natural dependencia recíproca de los hombres en la consecución de sus finalidades específicas, así como la existencia en todos los individuos de una fuerte tendencia a la unión con sus semejantes, prueban el carácter social de la naturaleza humana. De hecho, los hombres ya nacen en el seno de la sociedad; al principio de su vida la necesitan ineludiblemente, y cuando llegan a la edad adulta no se pueden separar de ella totalmente, sino con grave perjuicio para su bienestar físico y espiritual. La constitución corporal y anímica del hombre condiciona su propia supervivencia a la ayuda de los demás durante un tiempo incomparablemente más largo que en los demás animales. Incluso el despertar y el desarrollo de sus facultades espirituales dependen estrechamente de la ayuda y enseñanza de sus congéneres. En este sentido, la madurez psicológica del entendimiento y de la voluntad está condicionada por la ayuda de los demás, por lo que sería muy difícil distinguir de un irracional al individuo humano que hubiese crecido en soledad

La evolución de todos los pueblos se realiza mediante la sucesión continua e interminable de permutaciones que, en el largo plazo, representan un avance global, una evolución, matizado por una dinámica tecnológica y científica. Es el progreso humano. La forma de este dinamismo es la de los procesos sociales complejos, compuestos por una multitud de fuerzas, factores y circunstancias en los que a los hombres les corresponden el papel de ser agentes principales. Por regla general, la naturaleza de esos procesos admite su caracterización y, si ésta es oportuna, nos facilita advertir sus tendencias internas y actuar para acelerar lo que debe hacerse y no para retrasar su desenlace.

Hay momentos, sin embargo, en que esos procesos parecerían obedecer a fuerzas ciegas, de tal modo que sus consecuencias se nos imponen sin remedio. Los procesos sociales, las transformaciones de la sociedad, se gestan a veces inadvertidamente hasta que comienzan a aparecer los primeros signos y luego las manifestaciones cada vez más evidentes de que las fuerzas contrarias a los cambios a duras penas resisten el derrumbamiento del muro de contención que preserva las viejas formas y los viejos intereses.

En el caso de nosotros sucedió así, cuando enfrentamos a otras voluntades contrarias al ideal de disponer de una organización formal tendiente a ser intérprete de cambios sociales en la comunidad de Coche, proyecto que logramos cristalizar al imponer los valores de la consciencia, la unión, la fuerza, el arrojo, la constancia y la paciencia, entre otras actitudes positivas para vencer con dignidad el reto planteado y alcanzar en este año del 2018, el 19 de noviembre, cincuenta años de haber nacido este Centro Cultural. Sin esta escala de valores no se hubiese logrado el objetivo, porque no fue fácil invadir y suceder a un status radicalizado en acentuadas conductas de entreguismo a un destino incierto, rebuscado en el conformismo y en el tabique de la resignación. En otros términos, luchamos en contra de un fenómeno marginal endógeno para sustituirlo por la filosofía de la luz y de la acción.
En algunos momentos, la historia nos juega la pasada de hacernos creer que un acontecimiento cualquiera, aislado, mayor o menor, tiene la capacidad de desencadenar las conmociones sociales. Pues no, las transformaciones profundas de la sociedad se van preparando lentamente, paulatinamente, hasta que aparece la circunstancia o el conjunto de factores que abren finalmente las compuertas del cambio. En efecto y validando lo que se apunta en este párrafo, el Centro Cultural “Isla de Coche” causó desde un principio una diversidad de emociones sociales desde las más afectivas y solidarias hasta las más hostiles y desconfiadas.  Lo más importante es que nos fuimos preparando con cautela y seguridad, con una pauta acompasada, pero con una actitud firme, consciente y progresista, sin resquemores, egoísmos o envidias. Todo con Dios.

Cuando el tejido social de un pueblo está formado y condicionado por personas que no han sabido comprender el ocaso de su “liderazgo” en su comunidad, que no quieren entender la limitante cerrada de no poder hacer los cambios sociales,  que se cierran al relevo oportuno e inevitable de las nuevas generaciones, se genera un conflicto generacional, se suscitan enfrentamientos entre las viejas y nuevas ideas, y lo más triste es cuando emergen los malos sentimientos de la envidia, el egoísmo, la calumnia y la mala intención, a los cuales nos enfrentamos y vencimos.

Estas absurdas y lastimosas conductas frenan el libre progreso de los pueblos.  Las fuerzas sociales que deben motorizar la laboriosidad de la cultura progresista, muchas veces son dominadas por la rutina, la inercia, el conformismo, la abulia y la negatividad, de allí que las contradicciones se multiplican, la desconfianza se generaliza, los problemas se acumulan, las soluciones se retardan y la presión social alcanza niveles inquietantes. Estas borrascosas sociales fueron derrotadas.  

Examinar la realidad de los cambios sociales de la sociedad venezolana, en cuanto a la multiplicidad de organizaciones no gubernamentales, resulta muy atractivo conocer su importancia y lo interesante que son para el estudio de las ciencias sociales,  conforme  a  sus técnicas metodológicas  que pueda permitir acercarnos con claridad, con certidumbre y objetividad, al diagnóstico aproximado de la articulación que significan la conformación de grupos comunitarios integrados al progreso de los pueblos. Estas organizaciones coexisten de acuerdo a la misión que cada una de ellas le corresponda en concordancia con su objeto y definición de sus caracteres filosóficos que abarcan temas de tipo espiritual, religioso, económico, beneficencia social, político, en la defensa de los derechos humanos en la salud, en la educación, en la masificación deportiva, en la defensa folclórica, estudiantil, ecológico o ambientalista, turístico, viviendas, entre otras múltiples organizaciones.

Estas agrupaciones, tan variadas en su forma y contenido, se identifican como clubes, fundaciones, comités, asociaciones  y centros culturales, los cuales existen en cada pueblo de Venezuela como asociaciones civiles, sin fines de lucro, autónomas y conocidas mundialmente como Organizaciones No Gubernamentales (O.N.G.). Por su parte, en la Isla de Margarita ha sido notoria la cantidad de clubes, fundaciones y centros culturales que se han creado, siendo estos últimos los más destacados al tomar en cuenta su funcionalidad en cada comunidad margariteña, agrupándose en un rectorado institucional con el nombre de FEDECENE, que significa la Federación de Centros Culturales del Estado Nueva Esparta, con 52 años de fundado, donde interactúan la mayoría de estas organizaciones populares dedicadas a la defensa,  rescate  y promoción de las más elementales expresiones materiales e inmateriales de la cultura popular neoespartana, en el logro de prevalecer nuestra identidad histórica y social.

Finalmente anclamos en Coche, después de una larga travesía por el mar introductorio de este tema en aras de describir la relación deductiva de lo general a lo particular, que en este caso específico se trata de dilucidar la importancia de la fundación del Centro Cultural “Isla de Coche”, su aporte como factor emprendedor en determinados cambios sociales que se originaron desde su nacimiento, el 19 de noviembre del año 1968, hasta el presente que indica al año 2018. Han sido cincuenta años de largo y duro peregrinar sobre unas cumbres borrascosas cuando emergían las repelentes dificultades que representaban las incomprensibles mentes de algunas personas y la muralla obstaculizadora de los recursos materiales. Por supuesto, también contamos con la mayoría de un pueblo que nos respaldó, fundamentalmente la juventud, y la colaboración que obteníamos de algunas instituciones públicas y privadas, además de la ayuda que nos proporcionaban contadas personas que sí entendían nuestros ideales en un centro cultural para trabajar por el engrandecimiento de nuestro pueblo y el juicioso tiempo de la verdad nos absolvió favorablemente.

Para esa fecha (19–11–1968) en Margarita se habían constituido algunos centros culturales y la Federación de los Centros Culturales del Estado Nueva Esparta (FEDECENE), con sede en La Asunción. A nivel nacional, los margariteños y cochenses que habían emigrado a otras regiones del país se agruparon formando fundaciones, clubes y casas de la cultura. Entre esas creaciones se destacan, por los margariteños,  “La Casa de Nueva Esparta en El Tigre”, estado Anzoátegui; “Asociación Pro La Guardia”, estado Zulia;  por los cochenses “Sociedad Benéfica Pro Coche”, tanto en Ciudad Ojeda, estado Zulia, como en Puerto Cabello, estado Carabobo. Éstas y otras asociaciones civiles, sin fines de lucro, evidenciaron el amor, la magnánima voluntad de trabajo social y la solidaridad de nuestros coterráneos neoespartanos por el progreso de Margarita y Coche.

En tierra margariteña, se asomaban potentes organizaciones deportivas y en el arte escénico y musicales que sirvieron de estímulo a ulteriores clubes y centros culturales. Es grato recordar con afecto y admiración a la Organización Deportiva, Social y Cultural “Los “Marinos de Punda”; al Centro Cultural “Margarita”, Centro Cultural “El Maco”, Centro Cultural “La Guardia”, Centro Cultural de la Península de Macanao, Centro Cultural “Tamarindo” de La Asunción, Centro Cultural “Nicolás Eugenio Navarro”, La Asunción, entre otras importantes organizaciones culturales.  Al fin le tocó al pueblo de Coche sumarse a ese gran movimiento popular que originó importantes cambios sociales cuando tuve la idea de fundar el Club Deportivo, Social y Cultural “Los Tigres de Coche”, que posteriormente se redefinió su nombre por el Centro Cultural “Isla de Coche”, con fecha 8 de febrero del año 1980. Es decir, a doce años de su fundación, conservándose integralmente sus Estatutos.

A continuación se transcribe el primer punto de esa Agenda, identificada como segunda Acta de Asamblea de Socios del Centro Cultural “Isla de Coche”:

“Primera. Cambio del nombre o denominación del Organismo, por la causa que a continuación se especifica: El antiguo nombre Club Social, Deportivo y Cultural “Los Tigres de Coche” no corresponde a la realidad de los valores, costumbres e idiosincrasia de la comunidad de Coche y se buscó un nuevo nombre que se identificara con el objeto y fines que en esencia cultural persigue esta Organización, como lo es el rescate, la divulgación y conservación de los más originales y puros valores folclóricos del pueblo de Coche; velar y luchar por las reivindicaciones sociales y de carácter comunal de esta isla y por la práctica, en forma organizada y planificada, del deporte como medio que forme sanamente al individuo, tanto física, mental como socialmente y, en general, educar al individuo en la búsqueda de formar un ciudadano útil a su sociedad. Habiéndose deliberado al respecto, se aprobó, por abrumadora mayoría que, a partir de esta fecha, este Organismo se llamará o denominará “CENTRO CULTURAL ISLA DE COCHE”. En el segundo punto de esta Acta se procedió a la elección de su Junta Directiva, a saber: “Segunda: Se procede al nombramiento de la Junta Directiva, la cual quedó integrada así: Director: Romeo Arismendi; Subdirector: Anurbe Martínez: Coordinador General: Arístides Cortecía; Secretario Ejecutivo: Emilio González; Secretario de Actas, Correspondencias y Fichaje: Cleto Martínez L.; Tesorero: Alberto Alfonzo C.; Secretario de Relaciones Públicas: Carlos Rodríguez; Secretario de Propaganda: Inocente Vicent; Coordinador de Música y Folclore: Alberto Alfonzo; Coordinador de Teatro: Ramón Fernández; Coordinador de Asuntos Infantiles: Domingo González; Coordinadora de Taller: Delia Rodríguez; Coordinador de Investigaciones Culturales: José María Fermín; Coordinador de Deportes: Erasmo González; Subcoordinadores: Béisbol; José Frontado; Fútbol: Humberto Rodríguez; Básquetbol: José Carrero; Volibol; José Jesús Lunar; Softbol: Anurbe Martínez Bolas Criollas: Esteben Córdova; Atletismo: Asisclo Hernández y Ciclismo: Enrique Martínez .

De esta manera se constituyó la primera Junta Directiva con el nuevo nombre de esta Institución, Centro Cultural “Isla de Coche”, de la cual puedo sobradamente opinar que ha sido la mejor de todas al evaluar el protagonismo que todos supieron cumplir en la práctica de sus roles y en el compañerismo de unión, armonía, solidaridad y amor por lo nuestro, por la amistad y la familiaridad. Fueron unos años de completa entrega a nuestros ideales contemplados en los estatutos de nuestra Institución. En términos que en estos casos aplica el enfoque de la Psicología y la perspectiva sociológica, se coadyuvan estas dos disciplinas sociales para explicar la resiliencia que tuvimos que utilizar para sobreponernos a situaciones críticas y con esta actitud se pudo vencer a esos momentos adversos, que en algunas ocasiones eran circunstancias complicadas y hasta desmotivadoras.

SEMBLANZAS DE LA SOCIEDAD DE LA ISLA DE COCHE
Remembranza generalizada de un pueblo antes de la fundación
 del Centro Cultural “Isla de Coche”

Para aquellos tiempos, antes del año1968, nuestros antepasados confrontaron etapas de vivencias culturales propias de una situación marginal, por la cual esas generaciones no habían interceptado los determinantes cambios sociales, que muchos de éstos se fundamentan en las formalidades de los grupos organizados, que les admitieran transformar progresivamente su modo de vida, en convertirse en sujetos activos y dinamizadores de nuevos paradigmas, garantes de un movimiento popular que hicieran valer su visión de ciudadanos liberales para las acciones reivindicativas. Se enfrentaban a dos factores; el endógeno que limitaba su accionar público y el exógeno, referente a causas externas.

Este letargo le hizo mucho daño a nuestro pueblo, cuyo cuadro marginal se debió más al factor exógeno que endógeno, aunque en la repetición de estos fenómenos sociales ambos componentes son vinculantes. Por consiguiente, se explica que para esas épocas la sociedad cochense aún no había interceptado la importancia de organizarse formalmente para instituirse en una fuerza operativa en pie de lucha por lograr mejores derroteros y ser un factor de cambios sociales, quizás era debido a que todavía era determinante la inconsciencia de la cultura acometedora.

El fenómeno de la marginación es un hecho social que es difícil delimitar en cuanto a su definición y manifestaciones, pues en él influyen el tiempo y el espacio; es decir, lo que hoy es marginal mañana puede no serlo y lo que es marginal aquí, quizá en otro lugar no lo sea. Marginal o marginalidad no es una expresión peyorativa, es simplemente cuando a una persona o grupos de individuos o a un pueblo se le excluya de recibir las atenciones que por derecho constitucional le corresponde, porque es un deber y una obligación del Estado como Gobierno tener que atenderlo, sin ninguna discriminación de cualquier tipo o naturaleza y que de alguna forma lo condiciona a un estado de pasividad.

Sin lugar a dudas, para aquellos años el fenómeno de la marginalidad era más acentuado, si lo ubicamos en la variable causal porque habían menos movimientos comunitarios con rango de luchadores sociales, menos oportunidades para canalizar públicamente los problemas y, mientras la Isla de Margarita iba en ascenso progresista, la Isla de Coche seguía estancada con sus eternos problemas, los cuales en este tiempo del presente continúan diezmando al cochense con mayor intensidad. Aclarando más este planteamiento, a continuación me voy a permitir explicarlo más detalladamente.

En sociología, se denomina marginación o exclusión a una situación social de desventaja económica, profesional, política, programas sociales o de algún status social, producida por la dificultad que una persona o grupo tiene para integrarse a algunos de los sistemas de funcionamiento social. La marginación puede ser el efecto de prácticas explícitas de discriminación —que dejan efectivamente a la clase social o grupo social segregado al margen del movimiento social en algún aspecto  o en varios de ellos,  o ser provocada  por  la  deficiencia de los procedimientos que aseguran la integración de los factores sociales, garantizándoles la oportunidad de desarrollarse plenamente. En otros términos, es excluir a un pueblo al derecho de disfrutar los bienes y servicios básicos del buen vivir y apartarlo de toda consideración constitucional. Es el proceso resultante de una estructura social, política y económica que mantiene a un pueblo en condiciones marcadamente inferiores al promedio exigido. Es el fenómeno de la causalidad exógena.

Desde el ángulo de la psicosociología, la marginación sería entendida como algo objetivo, estructural y por tanto externo y ajeno a la voluntad de los sujetos que viven esa situación. Es un fenómeno algo subjetivo, interno, individual. De esta manera, distinguiríamos entre situación de marginación y sentimiento de marginación, sin que entre ambos términos tengan que existir relaciones perfectas. Se puede estar marginado sin tener conciencia de ello y, a la inversa, se puede tener ese sentimiento sin que existan razones objetivas para ello. Exactamente, este postulado corrobora la inercia de un pueblo encadenado al conformismo, a la apatía, a la abulia y a la desidia, que los ata de manos y los ciega al entendimiento consciente sobre sus deberes y obligaciones, sin sentir la motivación al logro y que es imprescindible formarse en grupos como fuerza popular para ser también protagonistas sociales en la búsqueda de mejores condiciones de vida.

La Isla de Coche ha sido siempre un objeto marginal que ha incidido en su subdesarrollo. Es inobjetable, nuestro pueblo ha sufrido los embates de la discriminación social por parte de los gobiernos regional y nacional. La Historia no miente, compare la infraestructura de la Isla de Margarita con la de Coche, la diferencia es abismal y evidencia el fenómeno de la marginalidad que he venido recapitulando. Aunque también es una irrefutable verdad que existen muchos pueblos de Margarita que viven empobrecidos, afectados por las mismas agudas condiciones desfavorables que afecta a la comunidad de Coche, lo cual evidencia la práctica discriminatoria en base a un sistema económico excluyente para la mayoría y beneficioso para las élites sociales del dinero y del poder político.

Coche, al igual que todos los pueblos que han sido humillados por el fenómeno de la marginalidad, no merece bajo ningún punto de vista este largo peregrinar de abandono. De nada le ha valido ser una de las tres islas que forman el estado Nueva Esparta y que por derecho político constitucional es territorio venezolano. De haber existido justicia y desprendimiento humano y no una indolencia del oficialismo, el pueblo de Coche hubiese tenido un mejor futuro, un progreso sustentado en un turismo sostenible y popular, un turismo cultural en su amplia y correcta definición, dada su importancia por sus efectos económicos como  generador  de  empleos,  ingresos  y  producción. Y tomar como fuente de desarrollo agroalimentario la pesca artesanal al instalarse empresas procesadoras. Igualmente pasó con la negativa de la industrialización de sus salinas, con el cierre definitivo de la empresa enlatadora de sardinas y pata e cabra, que laboraba en El Bichar, la cual era una fuente generadora de cientos de empleos directos e indirectos.
 Basándome en esta realidad, compuse estos dos sonetos en una virtual notificación de queja entre dos hermanas neoespartanas: Coche y Margarita:


COCHE A SU HERMANA MARGARITA

¡Hermana!, tan cercana a nuestros corazones,
Y, sin embargo, tu lejanía pareciera infinita,
El olvido oficial, cual espejismo de ribazones,
Te hacen alejarte de mi, hermana Margarita.

Pero, quien nos separa es la Margarita oficial,
Pues la del pueblo sí es mi verdadera hermana,
La que me quiere y siente por el abuso desigual
De este abandono, cubierto de lastimosas canas.

Hermana Margarita, siento tu amor y tu clamor,
Que son arrastrados por las corrientes marinas
De nuestro Mar Caribe, que nos une en cercanía.

Somos como  gemelas,  en las mareas del dolor,
En la salmuera del leso atraso, en las peregrinas
Promesas de alargar en cada sufragio mi agonía.
            
MARGARITA A SU HERMANA COCHE

Nacimos de Dios, de la naturaleza y de la geografía,
Ellos son nuestros magnos y eternos padres naturales,
Pero la política oficial nos ha separado en la lejanía
Por las diferentes atenciones económicas y sociales.

Y en mí, sólo han vestido una parte de mi estructura,
Obedeciendo intereses de la burocracia abusadora,
Indolentemente han hollado mi ecosistema y cultura,
Perdiendo mi virginidad y mi idiosincrasia soñadora.

La otra gran parte de mi cuerpo no ha sido atendida,
Aunque también ha caído en el vicio y la delincuencia,
Ya no tengo tranquilidad, continúo siendo su puritana.

Estoy consciente hermana, que estás muy desasistida
En muchas cosas que me sobran,  pero la real esencia
Es que somos islas hermanas de tierra neoespartana.

Enfocándonos en otra diatriba del fenómeno de la marginalidad, que durante largos años se ha manifestado en Coche, encontramos que no existe una fuente biográfica dedicada a resaltar las obras de importantes y populares personajes cochenses, excepto unas referencias cortas sobre la vida musical de Rafael González y algunas poesías de  Vicente Fuentes, Teodoro Villarroel y el Dr. José Francisco Marval. De una manera u otra a la Isla de Coche le han marcado  determinados rasgos marginales, los hechos lo confirman.

En ese sentido, nadie se interesó en dar a conocer la producción literaria de nuestros antepasados escritores de poesías y canciones del folclor de Coche, lo mismo sucedió con importantes dirigentes sociales que consagraron parte de su existencia por el bienestar de su pueblo. En Margarita, si existe una amplia y variable cobertura de la retórica productiva de sus cultores en cualquier nivel intelectual y en la diversidad de su producción cultural, donde se vierten las biografías, remembranzas, crónicas y otros rasgos distintivos de sus hijos que se han distinguido por sus obras en el arte literario, la música, el canto, la educación, en el periodismo, cronistas, historiadores, escultores, pintores, artesanos, deportistas, políticos, entre otras áreas de nuestra cultura.

En concreto, es innegable reconocer, por todo lo alto, la importancia literaria que describe la notoria trayectoria pública de notables margariteños, es una acción moralmente obligada, es cumplir con un deber histórico y es un medio para enseñar y dar a conocer el aporte que ellos nos legaron con tanta sabiduría y afecto por lo nuestro.  Pero la Isla de Coche no ha tenido la misma consideración por resaltar a sus personajes más notables y populares, quienes en honor a sus méritos también son dignos de escribirles su historia. Lo que no se debe discutir es la inobjetable verdad de lo que vengo afirmando. Prácticamente, no tenemos disponibles los escritos que nos describan quiénes fueron nuestros anteriores cultores, cómo fueron sus comportamientos públicos y cuáles fueron sus obras.

Entremos en el silencioso y publicitario pasaje del pasado en Coche cuando no se daba a conocer los hechos propiciados por sus más destacados hacedores, sobre todo en aquellos que eran compositores de canciones populares, músicos y cantantes y de quienes tuvieron una destacada vida social al servicio del pueblo, donde se destacan médicos, enfermeras, parturientas, políticos sociales, deportistas, humoristas y folcloristas. Por vía oral, sabemos que nuestro pueblo tuvo importantes y populares personajes que se destacaron en el transcurso del siglo  XX y lo que va en la presente centuria. 

Empecemos con el señor Manuel del Jesús Coello, empresario y dueño de trenes de pesquería, cuya producción pesquera beneficiaba en gran medida el consumo alimentario de la población, además de manejar una fuente masiva de trabajadores. Como complemento a su indiscutible componente de empresario progresista, se destacó como músico y compositor de hermosas canciones, con una cualidad literaria que identifica su acervo admirablemente creativo y a su conocimiento prolífero sobre estas artes populares. ¿Se ha escrito una biografía detallada de este notorio comerciante y cultor popular?

Continuemos con otros personajes que tuvieron los méritos suficientes para ser objetos de investigaciones sociales que nos permitieran conocerlos más a través de diferentes modos de lecturas. Tenemos como ejemplo a Vicente Fuentes Salazar, nació el 11 de noviembre del 1898, en  El Guamache de  la  Isla de Coche,  hijo de don Ricardo Fuentes y doña Petra Salazar y le cabe el altísimo honor de haber sido el único cochense presidente del estado Nueva Esparta, el 27 de enero del 1943. Considerado un innato poeta y escritor, hijo orgullo del pueblo de Coche y de nuestro gentilicio cultural, se caracterizó socialmente por su acción comunitaria, por sus importantes logros personales, de una prominente educación y hombre dado a las letras y, ¿Dónde está insertada su historia que amplíe su trayectoria como connotado hombre público? 

Sobre Teodoro Villarroel, nacido en El Guamache, por transmisión oral se sabe que fue un versado poeta, pero solamente se escribió algunas de sus poesías en “El libro de Coche”, por el Prof. Jesús Manuel Subero y en este mismo texto se reseñó unas poesías del         Dr. José Francisco Marval. Continuamos  con el poeta Víctor Salazar, ganador de un concurso de poesía en el diario “El Nacional”, A José Emilio Rodríguez (Chemilo) y Dámaso Lunar, de quienes tengo referencias sobre sus admirables habilidades poéticas.

Rafael González, es registrado como el icono por excelencia de la cultura musical y literaria en la composición de las letras de las diversiones de Coche, con una producción de unas cuarenta canciones, entre las cuales la más famosa y conocida es “El carite”, considerado el segundo himno del estado Nueva Esparta. Para diciembre del año 1926, la diversión “El carite” salió a las calles de San Pedro y el 15 de mayo del año 1953 fue cuando don Rafael González la registró en Caracas, motivado por los buenos consejos ante las supuestas intenciones de plagio que se cernían sobre su más reputada pieza folclórica y dudaban de su autoría. En su tiempo no se le dedicaron los honores que merecía y fue después de su fallecimiento el 25 de junio del 1953, a los 65 años, cuando se dio inicio a un merecido reconocimiento público acerca de su vida y de su excelsa pieza popular “El carite”. Rawson Fernández, quizás fue el primero en defender su obra musical y años después “Campito” Cedeño publicó un libro titulado “Más allá del carite”.

En esa larga lista de personas que de una u otra manera fueron importantes en el quehacer público en la sociedad de Coche, están la señora Angélica Salazar de Maas, con el cariñoso mote de “Leca” como muy bien fue acogida por un pueblo agradecido. Su humanista labor de partera, enfermera empírica pero con una sabia experiencia y afición humanitaria, fue como la Madre de Calcuta para Coche, una madrina natural de casi todos los niños que nacían por su rol como comadrona.

Con el mismo sentido de la vocación humanitaria en misión curandera surgen también Flores Brito y Alejandro Brito, padre e hijo, quienes, respectivamente, cumplieron samaritanas atenciones de salud en La Uva y en El Guamache. El Dr. José Francisco Marval fue un indiscutible prestigioso profesional de la ciencia médica, ilustrado compositor de canciones y poesías, toda una vida dedicada al servicio de su pueblo, también ha sido segregado de una justa y acreedora escritura textual que reseñando su útil vida al servicio de su pueblo se sepa los importantes servicios que a bien supo cumplir en su pueblo natal.

Con la misma invencible pluma del olvido, están los cultores folclóricos: Froilán Lunar, autor de “La anchoa”, una de las cuatro diversiones que han alcanzado mayor popularidad dentro y fuera de Coche y de otras composiciones. Fue un exitoso empresario  de  la pesca,  propulsor  de fuentes  de  trabajo en su actividad pesquera, consagrado samaritano, hombre cabal, educado, caballero y de muy buena reputación social. Susano Salazar, creador de la diversión “La lisa”, otra de las cuatro piezas de mayor aceptación popular, músico, extrovertido, refranero y habilidoso en la oratoria. Eladio González, excelente músico del bandolín y compositor de diversiones identificadas con su pueblo, con un estilo muy peculiar para identificar con motes y de manera jocosa y graciosa a populares personajes cochenses. Su actividad laboral fue el comercio donde surtía los más elementales productos de la dieta diaria, conjuntamente  con otros bienes de consumo doméstico. Y qué decir del gran Tellito Salazar, maestro de aula y preclaro músico y compositor, ubicado entre los mejores no solamente de Coche sino también del estado Nueva Esparta, creador de la pieza folclórica “El marao” y el carismático Mateíto Salazar quien brilló por sus composiciones alusivas a nuestro folclor y por su donosura.

Continúan en la lista de los “olvidados por la historia”, la doctora y luchadora democrática Carmen Verónica Coello y sus hermanos Alejandrito Coello y Pablo Coello, quienes fueron adalides luchadores políticos y sociales en contra de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Luego emerge  Inocente “Chente” Salazar, de acuciosa inteligencia e incansable luchador político y social en pro del bienestar colectivo de su pueblo; su singular ejemplo de amor y entrega a la causa reivindicativa de una comunidad que exigía hijos probos que la defendiera, donde su accionar social lo apunta como uno de los más importantes hijos que ha parido la Isla de Coche. Su lema de lucha “!Fuerza y pa tierra!”, se inmortalizó.

En este mismo orden de activistas comunitarios están Manuelito Salazar, Ismael Patiño, Joaquín Fernández, Simón Bermúdez, Edecio Salazar, Marcos Lunar López, Vitico Carreño, Carlos Modesto González, Alexis Brito Fuentes, Salvador Marcano, Ramón Rojas, Ramón Villarroel, Rosendo Rojas, Marcelo Fuentes, Luis José. Fernández, Asdrúbal Rodríguez, Cruz “Cucho” Bermúdez, Joaquín Fernández Arismendi, Hernán Arismendi, Pastor Silva,  Vidal González, Maneque Marval, todos ellos morando en el Reino de Dios.

Continuamos con el registro de esclarecidos educadores fallecidos, como en efecto lo fueron Josefina “Chepina” Fernández de Salazar, Felipa Nery de Narváez, Merita Marín, Cruz “Cucha” Pacheco de Bermúdez, Cruz “Crucita” Fernández Lunar de Dubén, Elena Fernández de Patiño, Gladys Coello, Digna Salazar de Soto, Hilda Salazar, Livia Lozada de Brito y Cándido Fuentes. En cuanto a los cultores deportistas se destacaron el gran Pedro “Zurdo” González, Antonio Martínez, Luis Bello, Rosendo Rojas, Vitico Carreño, Antonio Bermúdez, Epifanio Gómez, Arístides Rodríguez, Ricardo González, Félix Gómez, Ángel Lunar, Francisco “Chico Conejo” González, Esteban Tormet, Alberto Fermín, José Vicente Noriega, Julio Lunar, Ángel Bermúdez, José Vicente Noriega, sólo por citar a una muestra representativa de un universo de más de cientos renombrados beisbolistas ya fallecidos.

Finalizamos con el inventario que representan los creadores del humor, de las travesuras, de la imaginación fantástica entre el embuste, la graciosidad y la aventura imaginaria de quienes con esos comportamientos, tan originalmente folclóricos, se convirtieron en personajes de leyendas,  de obligada referencia a la hora de tertuliar y en busca de pasar momentos de alegría y carcajadas en un sano esparcimiento familiar o social. Entre ellos, despuntan los eternales y populares Simón “Viejo” Bermúdez, Nicanor “Canoncito” Arismendi, Mario Marcano, Jesús “Chucho” Lunar, Ángel Cortesía, Francisco “Chico Pollo” Suárez, Pablo “Cochero” Fuentes, Francisco “Chico Embustero” González, Antonio “Conejo” Fermín, Justino “Rapapino” Rodríguez, Jesús “Chucho Mono” Bermúdez, Pablo Cortesía, Goyo Suárez, Chanito González.

Todos los personajes que se han anotado en este libro, fueron actores o hacedores significativos en diversos escenarios de nuestra cultura general que han fenecido, sin haber disfrutado de un digno reconocimiento literal y, así, lo determiné para estampar una remembranza del pasado en torno a esos recordados coterráneos, pero solamente subrayando sus nombres por cuanto no existen escritos que relaten su vida, que es precisamente el tema del problema que se viene analizando desde una crítica congruente y asertiva. Es obvio que es casi imposible nombrarlos a todos.

En la parcela social del presente, se activan otros protagonistas sobresalientes que hacen valer sus conocimientos, habilidades psicomotoras y su área sentimental, a través de un proceso cultural más dinámico  y  divulgativo que los conduce a seguir aprendiendo para aprender,  aprender para hacer y  aprender para ser un sujeto útil a su pueblo, con la diferencia de que ahora si son tomados en cuenta en cuanto a su actuación como cultores populares dentro y fuera de Coche, como es el caso cuando se les invita para presentar sus diversiones en determinados lugares de Venezuela. Gracias a Dios, aún tenemos a José Moya y a Chemané González activos, dignos protagonistas del pasado y decanos del presente y la siembra de los más jóvenes como hacedores y actores de diversiones.

En consumación, la Isla de Coche ha tenido calificados y valiosos hijos que han puesto su nombre bien en alto en otras latitudes fuera de su terruño, donde se han destacado como excelentes profesionales en las diferentes áreas de trabajo, tanto en el sector oficial como en el privado, en todo el país y más allá de Venezuela. Sin embargo, no se le ha dado el meritorio reconocimiento público.
   
Indiscutiblemente que en cualquier etapa de la historia de Coche tenía que llegar el momento de la transformación social y finalmente comienza a darse los cambios sociales en la estructura vivencial de Coche cuando se funda el Centro Cultural “Isla de Coche” y posteriormente cuando emergen los centros culturales de Güinima, El Guamache y El Bichar. Comienza el Centro Cultural “Isla de Coche” a generar actividades organizadas y a producir recursos humanos para hacer deporte, exponiendo el lema de “Hacer deporte es hacer patria” y “Mens sane in corpored sane”, que en francés significa “Mente sana en cuerpo sano”. Esta rúbrica de práctica mundial, nos motivó más para continuar con mayor grado de conciencia y espíritu luchador las actividades deportivas.

Precisamente sobre la presencia natal del Centro Cultural “Isla de Coche” sobre su indiscutible liderazgo cultural y consiguiente factor determinante de cambio social en la sociedad cochense, es el objetivo central donde me conduce este marco introductorio acerca de la realidad dinámica de Coche antes de que naciera nuestro Centro Cultural. Indiscutiblemente que hubo un cambio radical cuando fundamos este  movimiento  comunitario para que cumpliera con el rol protagonista de los capitales cambios sociales que ya era imperioso que se revelaran. Comenzamos con la realización de los I. Juegos Deportivos Interbarrios de Coche, ininterrumpidamente desde 1968 hasta 1988, que en total fueron veinte espectaculares y masivos juegos deportivos. .

¿Cuáles fueron esos cambios sociales? En el aspecto deportivo: 1) Fundación y organización de una novedosa estructura grupal de deportistas para asumir el reto de cambiar esquemas sociales rutinarios hacia una innovación de nuevos saberes, acciones, valores y principios para la práctica organizada del deporte. 2) Creación de equipos o clubes deportivos en varios sectores de Coche  2) Cambios de actitudes y aptitudes en gran escala, si se evalúan el alcance cuantitativo y las cualidades de los nuevos protagonistas del deporte, resumido en atletas, entrenadores y directivos.  3) Aprendizaje y enseñanza por demanda y efectos de cada organización. 4) Nuevos quehaceres en función de una responsabilidad organizativa. 5) Rompimiento de la rutina abúlica, en especial del ocio malo. 6) Una metódica interacción social, entre la amistad, el respeto, la disciplina y la responsabilidad. 7) Integración de la familia y la comunidad en general hacia la recreatividad y apoyo a sus respectivos clubes. 8) El uso de los uniformes y el orgullo que se sentían al verse como auténticos deportistas ante este distintivo emblema, lo cual les elevaba la autoestima, la satisfacción de sentirse importante, útil a su equipo y la lectura del  valor de ser protagonistas.  9) Cambio de ánimo, expectativa, emoción, deseo y voluntad para jugar y pertenecer al equipo de su barrio o sector.  10) La responsabilidad de buscar sus uniformes, de cumplir con los juegos y mantener un buen comportamiento.

En el aspecto folclórico: 1) Motivación a la identidad cultural.  2) Incremento de los grupos de diversiones.  3) El afecto vocacional por ser protagonista en los grupos de diversiones.  3) integración de un pueblo al apoyo de las diversiones. 4) Consolidar un espectáculo público anual como centro de atracción único en la competitividad de los festivales de diversiones.  5) Aumento progresivo de jóvenes, adolescentes y niños a la conformación de los grupos organizados de diversiones.  6) Lograr la etiqueta de identificar a Coche con las diversiones y viceversa.  7) Dar a conocer en toda Venezuela y más allá de sus fronteras el gentilicio folclórico de la Isla de Coche con las presentaciones públicas de nuestras diversiones.  8) Conseguir que las diversiones de Coche fuesen reconocidas como patrimonio cultural intangible del estado Nueva Esparta. 9) El nacimiento de nuevos compositores y músicos que enriquecen la fuente productiva de cultores populares.  10) La masificación de toda una comunidad que actúa como observadora crítica, celosa y pendiente del movimiento organizativo y escénico de las agrupaciones de diversiones.

Más adelante, desarrollaré con más amplitud detallada los roles determinantes del Centro Cultural “Isla de Coche” como ente transformador de una nueva visión social en la idiosincrasia del cochense.  Volvamos a retrotraernos al pasado, antes de la fundación de este Centro Cultural.

En el primer libro que editamos sobre las diversiones de Coche y sus festivales, se enfocó sus orígenes, evoluciones, cultores en su variedad de caracteres y otros interesantes aspectos, lo que permitió entender que Coche siempre ha sido un pueblo muy alegre, parrandero, fiestero, creativo y perspicaz para el aprendizaje de un espíritu consustanciado con un fervor folclórico para popularizar sus creencias y tradiciones más resaltantes. Estas expresiones han sido su mayor riqueza en el marco de la espiritualidad mágica de sus costumbres folclóricas.

El jolgorio que se expresaba en los quince días de pascuas decembrinas era un fenómeno cultural, una fenomenología social de largo alcance masivo que involucraba a todo un colectivo sin distinción de edades. Solamente hasta aquí llegaba un acontecimiento de esa magnitud social que debió ser objeto de reseñas bibliográficas, de ser una referencia histórica folclórica para ser considerado un patrimonio de la humanidad, bien sea con el término cultural o social, da lo mismo pues ambos son de igual significación y comprensión. Lo incomprensible es que tuvimos que esperar un siglo para que las diversiones fuesen declaradas patrimonio cultural intangible del estado Nueva Esparta.

Paralelamente al fenómeno masivo de nuestras diversiones, surgieron en la práctica de la cultura deportiva, principalmente en el béisbol, considerados deportistas que se las ingeniaban para jugar “pelota” ya que con este vocablo identificaba al juego de béisbol. Ellos mismos aprendieron la habilidad psicomotora de construir un guante, un bate y una pelota, y, ante la necesidad psicosociológica por exteriorizar  en la práctica  un ejercicio deportivo que le atraía,  pudieron desarrollar esas destrezas para elaborar herramientas de trabajo y, así, confeccionar esos implementos de béisbol. No voy a describir cómo lo hacían, porque es un tema que dejaré para un próximo libro que tratará la cultura popular del pueblo cochense

Para ese tiempo, antes del Centro Cultural “Isla de Coche”, a los que le gustaban jugar “pelota” realizaban sus juegos sin un orden establecido en lo que es un campeonato o un torneo. Simplemente se entusiasmaban y se retaban quienes eran mejores peloteros. Esos encuentros lo llamaban “caimaneras”; es decir, un juego sin reglamento, sin normas organizativas, todo era para divertirse y mostrar su orgullo de ser mejores y de allí la propensión a la rivalidad como una actitud normal.

La afición por esta disciplina deportiva del béisbol, tuvo en La Liga de Béisbol Profesional de Venezuela a su principal motivador, fue la gran chispa que encendió el fanatismo del cochense por el deporte rey del país. Por eso, en Coche solamente se jugaba “pelota” y las demás modalidades deportivas no existían para ellos. Al surgir las eternas rivalidades entre el “Cervecería Caracas”, luego cambiado con el nombre de “Los Leones del Caracas”, y “Los Navegantes del Magallanes”, exaltó más a los cochenses a sentir afición por el béisbol y sucedió lo que normalmente se esperaba: Una parcela grande para “El Caracas y otra parcela grande para “El Magallanes”. Los otros equipos no tenían seguidores, eran puros magallaneros y caraquistas y con esta pasión se enfrentaban en juegos “caimaneros”.

Con este apasionamiento, en San Pedro de Coche se crearon los equipos “Deportivo Villalba”, “Club San Pedro”, “Los Amarillos”, “Los Azules” y en los caseríos los clubes de béisbol conservaban el nombre de sus respectivos pueblos. Se suscitó una combativa rivalidad entre los vallesequeros y los cardoneros, entre los bichaleros y los güinimenses, y entre ellos mismos con El Guamache y San Pedro. Recuerdo un poco esas sanas rivalidades, por lo que he acudido a mi hermano Carlitos y otras fuentes para estar mejor informado. Lo que sí se puede afirmar es que hubo una pasión fuerte por la pelota y el consiguiente duelo de quién era mejor equipo.

La pasión por el deporte rey de Venezuela fue excitante en esa época, se vivió esa efusión peloteril más si se toma en cuenta que no existían otras actividades o espacios para la recreación y diversión ¡Eran muy buenos tiempos de sana competencia y diversión! Como suele suceder en toda actividad grupal, brotan los más calificados, otros de actuación regular y muchos de bajo rendimiento.  Cabe destacar que se  efectuaron interesantes encuentros entre los caseríos y San Pedro de Coche y, según los que vivieron esos juegos, eran muy buenos, se entregaban al juego con entusiasmo, con orgullo y deseo para demostrar quién era mejor. Muchas veces transitaban a pie la distancia entre los pueblos de Coche, para ellos lo importante era jugar “pelota”, no le paraban al largo recorrido, ni al sol y al calor. ¡Eran muy fiebrosos! Se ajustaban al refrán: ”Sarna con gusto no pica y si pica no mortifica”. Me afirman que Rafael Rojas (Güinima) era un lanzador de muy buena velocidad, al igual que Pedro “Zurdo” González, Dámaso Martínez y el curvero de Luis Bello.

Les llegó el momento de medirse con clubes de béisbol de otros pueblos, donde cada uno de ellos sacaba su selección para enfrentarse a novenas de Margarita, de Caimancito, Guayacán, Guaca, Araya…….. y cuando venía una fuerte selección de fuera, entonces se unían para conformar un equipo con los mejores jugadores de Coche. Hubo excelentes peloteros que pudieron jugar en cualquier pueblo de Venezuela. Pero, el pero de siempre, fueron subestimados, con ellos la ahorca de la marginación, no había plena organización para eso, además de las desfavorables condiciones económicas y sociales de esa época.

Muchos de esos peloteros tuve el honor de conocerlos. Empero, las buenas referencias que tengo de ellos han sido por narrativas transmitidas por personas que fueron testigos de esas inolvidables vivencias deportivas, una parte importante de la cultura integral del pueblo de Coche en la cual sobresalieron diestros cultores que deleitaban al público por su elegante fildeo, por su portentoso poder al bate, por su escurridiza velocidad para el robo de bases, por su gran pitcheo y por esa versatilidad que les ponías a los juegos.

Por ejemplo, apunto lo que me han contado sobre la pericia curvera de Luis Bello, un gran maestro en este arte de lanzar grandes curvas; Pedro “Zurdo” González, un fenomenal pitcher por su velocidad y curvas, además de haber sido un insigne bateador de contacto y poder. Antonio Martínez, el gran utility al estilo de César Tovar; Dámaso Martínez y Rafael Rojas, ambos de gran velocidad y maña para dominar a los bateadores; Celestino Bermúdez “El Mocho del Bichar”, el pitcher con mayor velocidad que ha tenido Coche, se le calculaba que pasaba las 94 millas por hora, era ponchador e intraficable. Sorángel Carreño, el más completo de todos los peloteros de Coche. En grado superlativo bateaba, fildeaba, gran velocidad, inteligencia y astucia. Jesús “Chucho” Fermín, entre los mejores, mucha calidad. Luego los dos mejores campo cortos que conocí: Ángel Fernández y Erasmo González, muy habilidosos para fildear y buen brazo. ¡Qué buenos fueron todos!

En relación al carácter social que identifica al cochense en su pragmatismo folclórico,  que representan sus  tradicionales diversiones,  se puede desprender en el hecho de que manifestaban sus prácticas populares por las calles de su comunidad en el mes de diciembre, específicamente el día 25 en honor al nacimiento del Niño Jesús;  el 28 Día de los Inocentes, el 1 de enero que es el Año Nuevo y en las fechas del 6, 7 y 8 de enero, días de los Santos Reyes. Estas fechas contemplaban las tradicionales pascuas cochenses.

Al igual que los equipos deportivos, no se delimitaban por una organización recta, constante y normativa, sino que sus expresiones públicas las hacían en el umbral de una caracterización eminentemente folclórica en vinculación con el credo religioso, donde generalmente se exteriorizaba el entusiasmo circunstancial del momento y el ánimo de diversión. Son contados los dirigentes, cabecillas o representantes de esos grupos de diversiones que se atrevían a hacer sus diversiones para sacarlas por las calles en esas fechas ya señaladas. Aunque si acudían suficientes muchachas para cumplir con sus roles de guarichas y los indispensables músicos, además de un colectivo que los acompañaban en esas presentaciones callejeras.

¿Quiénes eran esos cultores que se ocupaban de brindarle al pueblo una alegría pascual con sus diversiones? Eran muy pocos los que asumían el rol de liderar grupos de diversiones: Rafael González, los “Morochos” de Teresa, Lencha Millán, Augusto Alfonzo, Perucho “Chila” Quijada y Sixto Ramos. Posteriormente emergen  José Moya, Chemané González, Mario Suárez, Francisco Vizcaíno, Benigno Bermúdez, y a veces Concho Rodríguez, Marcos “Minimini” Lunar, “Geño” Suárez de Valle Seco y Romeo Arismendi.  Posteriormente, en estos últimos años, entraron en acción Deris González, José Luis Fermín, José María Fermín y Manuel “Mingo” Suárez, más otros pequeños grupos que se animaban para alegrar las pascuas, para continuar con el legado de sacar las diversiones en las calles, por lo que el folclor en la celebración de la Navidad y del Año Nuevo se seguía manifestando.

Hay que sumarles los tradicionales bailes de burras, parrandas que atraían a muchísima gente, donde recuerdo a expertos bailadores que demostraban agilidad de movimientos, ritmo y entusiasmo a granel, entre ellos a mi hermano Joaquincito Fernández, Cesita Marcano, Miguel Ramos, Moncho Bermúdez, Justinito Salazar, Orangito Salazar.  Este baile muy típico de una arraigada tradición ocupó la identidad decembrina del cochense, con la incorporación inclusive de mujeres que bailaban la burra en una entrega total de entusiasmo y con las mismas actitudes de los hombres: Carmen Martínez, María Rodríguez, Ana Martínez, María Fernández.

Cuando nació el Centro Cultural “Isla de Coche”, nuestras diversiones prácticamente no se conocían fuera de Coche, con la excepción de unas presentaciones que se realizaron en una época, por la década de los sesenta, en el viejo estadio de “Guatamare”, con cochenses residenciados en Porlamar y en cuyos actos pude asistir siendo aún un adolescente. Apenas recuerdo tenues escenas de esos espectáculos. Ya con nuestro Centro Cultural en acción, se dio inicio a un proceso para darlas a conocer y con el paso de los años se ejecutaron varias presentaciones allende al estado Nueva Esparta.

Al mismo tiempo, se aprovecharon esos espacios para promocionar a nuestros cultores folclóricos, correspondiéndole principalmente a Chemané González y a José Moya ser reseñados a través de diferentes  medios,  siendo esta Institución Cultural  su principal coeficiente de apoyo en asistirlos en sus preparaciones, promocionarlos, presentarlos en escenarios públicos en varias ciudades y emisoras del país,  en televisión, emisoras, homenajes en los festivales, en conversatorios didácticos, con folletos y notas periodísticas, entre otras actividades y canales de comunicación social.

Indiscutiblemente, por acción fecunda y efectos consustanciales del Centro Cultural “Isla de Coche”, nuestro pueblo comenzó a darse conocer por los valores de su cultura popular enraizada en las diversiones y a través de los juegos deportivos en sus diversas modalidades y escenarios dentro y fuera de Coche. Se estaba logrando el rescate de la Isla de Coche de un anonimato injusto y circunstancial que había que hacer justicia. A pesar de mi juventud, tenía ese enfoque de entrever la insignificancia de Coche ante un mundo exterior, que la desechaba como comunidad civilizada y de allí el dicho: “De Coche la sal”. Cuando oía este despectivo estereotipo, sentía un ardor de indignación y eso fue un motivo muy poderoso para dedicarme por completo a luchar por una reivindicación cultural de mi pueblo.

Finalizamos este capítulo para dedicarles un reconocimiento de suma consideración a ilustres hijos de Coche que aún viven pensando y soñando por el bienestar de Coche: Al maestro de maestros, Guzmán Salazar. Al diligente y acucioso periodista Américo Fernández. Al eminente y esclarecido científico doctor Víctor “Vitico” Rojas. A las distinguidas maestras María Lunar López, Gisela Coello, Augusta Rojas, Nancy Marcano,  símbolos iconográficos como educadoras y cultoras populares. Al fraternal amigo Heriberto Lunar López, luchador político y social. A Ismael Patiño, músico guitarrista y deportista.

ANTECEDENTES  PANORÁMICOS A LA FUNDACIÓN DEL
 CENTRO CULTURAL “ISLA DE COCHE”

Antes de la fundación del Centro Cultural “Isla de Coche”, tal cual como se ha venido acotando, existían esporádicos grupos que aprovechaban su tiempo disponible para jugar “pelota”. En cada pueblo de Coche se realizaban encuentros internos, con el entusiasmo y fiebre peloteril que los animaban a jugar esas apasionadas “caimaneras”. Gradualmente se fue socializando este deporte en la cultura deportiva y recreativa para convertirse en un patrón social que determinaba un rasgo importante en la personalidad de quienes practicaban este deporte, originándose un cambio social al asumir nuevos roles en el comportamiento de jugar, dirigir, organizar, distraerse, compartir espacio, tiempo, conocimientos, experiencias, hábitos, responsabilidades, entre otras pautas de conducta.

Esta nueva dinámica del cochense en su comportamiento social por la práctica del béisbol, se aunó a la tradición de la actividad folclórica de nuestras diversiones para convertirse como las dos principales expresiones culturales que tipificaban su comportamiento radical. Es decir, con mayor énfasis disponible. De tal manera, que por un lado se iba acumulando muchos adeptos al juego de pelota y por otro paraje estaban los eternales protagonistas y seguidores de las diversiones. Éstas se ejecutaban en las pascuas decembrinas y el béisbol en cualquier época del año, aunque es notorio apuntar que en el lapso entre octubre y febrero era cuando más se jugaba pelota, que era precisamente los meses cuando se realizan los campeonatos de béisbol profesional en Venezuela, por lo que no es una coincidencia, es tajantemente un resultado causal, es la atribución motivadora que ejercía (y sigue ejerciendo) la Liga de Béisbol Profesional de Venezuela en la masificación de este popular deporte y la Isla de Coche no fue una excepción.

Traigo a colación estos apuntes que acabo de enunciar porque los considero un atenuante o un antecedente que causalmente influyó en mi para condicionarme al idealismo filosófico de tener una estructura organizativa que se encargara de desarrollar el deporte en Coche, por mantener y ampliar nuestras diversiones, por brindarle al pueblo un espacio para el disfrute de estas manifestaciones y por un mejor destino de convivencia para toda la comunidad cochense. El fundamento de la derivación socio psicológica que me atrapó por completo estaba enraizado en mi pertenencia como hijo nacido, criado y educado en Coche, desde muy niño viendo y participando en las presentaciones de las diversiones en las calles, jugando pelota, conformando equipos y fomentando juegos: acción, efecto y reacción.

Estos dispositivos fueron elementos socializadores en un proceso de educación informal en valores, usos y costumbres, que determinaron mi apasionada actitud por darle a Coche satisfacciones de bienestar, los cuales fueron incidiendo  en la formación de otros cochenses que se iban incorporando, como producto de la interiorización de esos conectores psicosociales ya referidos. Por supuesto, que está condicionado por el temperamento y por el carácter social e individual de cada uno que en su sumatoria integral comparten un escenario común a sus prácticas costumbristas y también debido a la influencia de otros factores como el medio familiar, la idiosincrasia y la peculiaridad de sus caracteres de conducta, la situación económica-social, la preparación de la educación formal y el entorno social donde interactúa, básicamente en el grupo de su barrio o de su comunidad en general.

Habiéndose generalizado informaciones sobre el panorama social de la Isla de Coche, en el cual se insertan las conductas, causas, efectos, reacciones, relacionados con el tema de los antecedentes que sirvieron como parámetros de la motivación al logro, que fue el objetivo de la fundación del Centro Cultural “Isla de Coche”, se enfocará otras circunstancias más específicas y cercanas que anunciaban una innovadora metodología basada en la organización y planificación técnica de cómo hacer mejor las cosas en forma ordenada y disciplinada,  ingénitas a una correcta organización.

Redundando en lo que se ha venido sosteniendo, nuestra principal distracción eran los juegos en su diversa modalidad, como eran los tradicionales juegos del trompo, la picha (metra), el volador (papagayo), la perinola (tirabuqué), el escondido, el zumbador, cuarenta mata, la semana, el bolao y el juego de pelota de goma que era el de mayor aceptación. Éramos una mezcla entre niños y adolescentes, huérfanos de otras distracciones propias de los pueblos marginales, siempre con alegría emotiva para darle rienda a nuestras naturales exteriorizaciones psicosociales. Inventábamos lo que se podía hacer, con tal de ocuparnos en actividades que nos proporcionaran divertimiento, compañerismo, compartimiento de saberes y habilidades, para sentir la satisfacción de ser importantes, de sentirnos útiles y el orgullo de demostrar la calidad de jugador; no existía el flagelo de las drogas ni otros perversos antivalores. Con estas inclinaciones a ejercitar las variantes deportivas y recreativas, fuimos creciendo en una proporcionada socialización de gustos y compromisos.

Prácticamente todo comenzó en la humilde casa de mi querida madre, ubicada en la calle Colón, exactamente al frente donde está situada la sede de nuestro centro Cultural. Allí se dio inicio a las improvisadas reuniones que el carisma de mi personalidad influía en mis amigos de la infancia y de la adolescencia. Escribiendo estas líneas, me inunda la añoranza al evocar a aquellos momentos de sana dispersión, el conjugo de las etapas infantil, adolescencia y juventud, donde predominaban los valores y los principios de la moral, sustentados en el respeto, en la honradez, en la nobleza y en la rectitud del comportamiento cívico. No habían rateros, ni drogadictos, ni transgresores sexuales, nada que pudiera manchar el honor de la familia, esa propensión a la moral era un decreto imprescindible.

Recuerdo a muchos de mis antiguos amigos, que compartieron conmigo aquellos inolvidables espacios y tiempos para la interacción grupal de los juegos, entre la sonrisa alegre por los que están vivos y entre la nostalgia a los que ya no están en nuestro mundo terrenal. Nombro a Carlitos Modesto González (+), Chico “Mono” Bermúdez, Andrés “Andecho” Salazar (+) Simón Aníbal “Moncho” Bermúdez, Justinito Salazar (+), Argenis Coello (+), Edwin “Wincho” Coello (+), Plácido “Pacho” Lunar”, “Eudis “trompa Negra” Salazar (+), Víctor Millán, José “Cheíto Pituca” Velásquez,  Pedro “Zurdo” Velásquez (+), Arturo Salazar (+), Cleto Cova (+),  Israel Salazar Marval, Víctor Julio Salazar, German Salazar, Carlos Fernández, Julio Moya, “Carrasquel”, Asdrúbal Velásquez, Joél Salazar, Alberto Alfonzo, Pedro Serrano, Alberto Cortecía.

Hago saber que complemento que la mayoría de estos muchachos de esa época tenían su residencia en el sector “Los Medios”, integrado por las calles de Santa Rita, Colón, La Marina y parte de la calle de San José. Nosotros conformamos un equipo para jugar pelota que llamamos “Los Tigres de Santa Rita” y rivalizábamos con otros similares de los sectores El Olivo, El Cardón, Punta Honda y Valle Seco. A éste le puse cariñosamente el sobrenombre de “Los Cara Sucias de Valle Seco”. Así fuimos creciendo en consonancia con los estudios en la escuela y con el tiempo disponible dedicado al juego sano y culturalmente implícito en la cultura globalizada del venezolano como lo ha sido el béisbol.

Al terminar mis estudios primarios en San Pedro de Coche, en septiembre del año 1960, me trasladé a Caracas a continuar con mi cohorte escolar del bachillerato en el liceo “Dr. José María Vargas”, en La Guaira, y retorné al año siguiente a mi querida isla. En este lapso de ausencia, además de mi amada madre y hermanos, nunca dejé de pensar en mi pueblo y de manera muy especial en mis amigos y compañeros que habían sido parte importante en mi vida de niño y adolescente.  Ese alejamiento me confirmó el subrayado sentimiento que ya sentía por mi pueblo y ni los atractivos espacios hermosos y modernos que ofrecía Caracas me impidieron apartarme del ambiente primario de mi isla y de mi gente, siempre los sentía y los recordaba con los gratos recuerdos que se anclaron en mi memoria.

Por circunstancias fortuitas, retorné a mi estado insular y reinicié mis estudios secundarios en la ciudad de Porlamar, liceo “Nueva Esparta”, tenía entonces 13 años, lo que me permitía pasar casi siempre el fin de semana en mi pueblo.  Estar  en Coche semanalmente y cuando los escenarios lo permitían, lo aprovechaba para continuar reuniéndome con mis amigos y seguir interaccionando a través de los juegos. La casa de mi mamá seguía siendo “la sede” de estos encuentros de jóvenes soñadores, inquietos, imaginarios, ilusos,  en busca de un mejor destino, tratando de encontrar espacios y tiempo para la sana distracción a través de los juegos deportivos, de las parrandas navideñas y de las afables reuniones sociales.

La casa de mi madre, Elisea Arismendi, seguía siendo el sitio para nuestras ya habituales reuniones y encuentros amistosos. Además de la lista que ya apunté anteriormente, se sumaron a esas reuniones y tertulias amistosas otros entusiastas jóvenes, entre los cuales recuerdo a Sorángel Carreño, Cleto “Queya” Lunar, Vitico Carreño, Félix Ramón, Checame y Pablo Gómez, Miguel Ramos, Guzmán Lozada, Robert Lozada, Pedro y Alejandro Martínez, Rolman Salazar, Juan Antonio Alfonzo, Rodolfo Pérez, Juan González, José Ramón Lunar, Antonio Rodríguez, entre otros que no recuerdo con exactitud.

En mi obligada ausencia, por mis estudios, “la sede” casa de mi madre permanecía tranquila, pero cuando yo llegaba volvía a llenarse, a estar en movimiento, lo que provocaba a algunos vecinos a vociferar que “ya llegó la puta de Elisea”, “Seguro que ya vino  la perra  de Elisea, los perros ya están alborotados”,   o cuando Miguel Ramos, Alias “Matavieja” tiraba cohetes en El Cardón al enterarse de mi llegada. Relato las susodichas anécdotas no por actitud vanidosa, petulante o engreída, sino porque siento aún ese cariño, su confianza y su creencia en mi liderazgo; conductas y hechos que los considero una cuota de parámetros de motivación al logro que me condujo a pensar, reflexionar y ejecutar la fundación de nuestra Institución Cultural. En virtud de esa vinculación causal, fue parte de un antecedente de motivo sentimental que me condujo a seguir adelante con mi designio.

Por varios años mantuvimos un movimiento por el deporte y en sacar diversiones, bailando en cada diciembre la tradicional burra. Formábamos parrandas navideñas, pidiendo aguinaldos, dando serenatas a las enamoradas. Por su parte, Chico “Mono” se ocupaba de enseñar boxeo,. La atracción jocosa era cuando yo le lanzaba a Felipe “Cataco” tres pelotas al mismo tiempo, lanzamiento rastrero o bien alto, quien se desesperaba tirándole con el bate o cuando lo obligamos a ponerse los guantes para boxear con el súper peso pesado de Argenis Coello, en una simulada pelea con un boxeador de Margarita  o cuando lo poníamos a correr en las competencias de ciclismo y hasta en juegos de básquet. Así éramos nosotros: deportistas, folcloristas, bromistas, alegres, trovadores, parranderos y tremendos jocosos.

Habiendo aprobado el cuarto año de bachillerato en el liceo “Nueva Esparta”, volví a Caracas para terminar esta cohorte secundaria, donde me gradué como Bachiller en Ciencias, en el liceo “Dr. José Gregorio Hernández”, en julio del año 1968, tenía 21 años. En esta misma fecha le escribí a mi hermana Rosalba para informarle que retornaba a Coche para fundar un Club para el deporte, la cultura y las luchas sociales. Mi hermana fue la primera persona que tuvo conocimiento sobre este proyecto y esta notificación la compartió con Alberto Alfonzo, con quien tenía relaciones de noviazgo. Ya éramos tres los que compartíamos este sueño que con la venia de Dios se cristalizó en una obra perdurada en cincuenta años de vida,

Coexiste otra causa de especial efecto personal que me indujo a fundar el Club Deportivo, Social y Cultural “Isla de Coche”, y la considero una cualificación determinante en esa decisión. Resulta que en mi viaje a Caracas influyó el consejo sabio y cariñoso que me privilegió el Dr. José Francisco Marval al considerar que el desmejoramiento de mi salud se debía al abuso etílico. Evoco con claridad asombrosa cuando el Dr. Marval llegó a casa a verme cuando supo que estaba enfermo, me encontró acostado en una hamaca, me examinó y con su ilustrado conocimiento y afecto hacia mi persona, me persuadió que tenía que salir del ambiente tentador de Coche para eludir el consumo de bebida espiritosa.

Mi admirable afecto por el Dr. Marval era para mi un honor y un código de respeto, por lo que no dudé de su recomendación y me fui para Caracas. Mi primo Efraín Casanova Arismendi me inscribió en el liceo “Dr. José Gregorio Hernández” y me residencié en casa de mi hermana Irma Arismendi (+). En esta segunda estadía en Caracas, reflexioné y tomé la decisión de apartar al licor y crear un club. Cumplí con mi palabra, consciente del reto que me propuse y a sabiendas que no iba a ser tan fácil. Resultado final es que ya nuestro Centro Cultural es historia quincuagésima y yo dejé ese mal hábito etílico. Gracias a Dios.

MARCO HISTÓRICO DE LA FUNDACIÓN
DEL CENTRO CULTURAL “ISLA DE COCHE”

Consideraciones Conceptuales y Explicativas

Disertar sobre la creación de una obra social en una determinada comunidad no es un razonamiento simple, por cuanto en las sociedades se integran diferentes patrones productores que, como variables de acción y efecto, se conjugan para el logro del propósito principal planteado y los objetivos que son indispensables por sus inherencias de ejercicio y resultado en la concreción del proyecto programado. De tal manera, se suscita una cuantificación de variables independientes y dependientes que interaccionan como parámetros causales de concreción al objetivo principal planteado. Desde el punto de vista de las ciencias sociales, la creación y permanencia de una obra cultural de rango eminentemente popular, es el resultado de un proceso dinámico de los actores que interactúan en busca de espacios y oportunidades para exteriorizar públicamente sus aptitudes y actitudes en el tablado obligado de las relaciones e integraciones humanas.

Antes de proseguir con este tema de la introducción como antesala a la descripción de la fundación del Centro Cultural “Isla de Coche”, considero que es muy importante aclarar el concepto de cultura, ya que su definición sociológica y antropológica ha sido erróneamente interpretada. En términos muy simples, la cultura es todo lo creado por el hombre y en su definición más extensa se transcribirán los siguientes conceptos:

Young Mack: “Cultura es el comportamiento común aprendido o conducta que abarca la manera de sentir y pensar, además la acción manifiesta del individuo. El comportamiento forma parte de la cultura cuando es común a la mayor parte de los miembros del grupo. El comportamiento aprendido, es el conjunto de aptitudes y normas de conducta enseñando en forma consciente”

Taylor: “Conjunto de saberes, creencias, arte, principios morales, derechos, costumbres, aptitudes  y hábitos por el hombre como miembro de la sociedad”.

Fichter: “La cultura es la configuración total de las instituciones que comparten en común las personas en una sociedad”.

Herskovits: “Cultura es la parte del ambiente hecha por el hombre”.

La cultura interpretada por el autor: “La cultura es todo lo creado por el hombre, que comprende los bienes materiales e inmateriales, las ideas, las creencias, la religión, los mitos, leyendas, hábitos, usos, costumbres, conocimientos formales e informales, que les son útiles y apropiados en transmisión por la misma dinámica que es común a toda sociedad y en proceso de ir recuperando y mejorando las cualidades de ser procesos creativos, participativos, compartidos, recreativos, placenteros y de convivencia social”.

Sería de mi absoluta satisfacción que se entienda con total luminiscencia el concepto de cultura, que en su mal uso se puede prestar para descalificar status sociales. Con estas definiciones, el autor se planteó la correcta disposición de hacer valer el apropiado y acertado uso del concepto de cultura, siendo ésta la razón válida por la cual se tomó la decisión de cambiar el nombre del Club Deportivo, Social y Cultural “Los Tigres de Coche” por el de Centro Cultural “Isla de Coche”, en el adecuado conocimiento de eliminar la absurda resonancia de esos conceptos, ya que todo lo que el hombre crea y manifiesta es cultura, clasificado en obras materiales y en manifestaciones inmateriales. Igualmente se sustituyó el inadecuado nombre de “Los Tigres” por el de “Isla de Coche” para identificar con mayor precisión el nombre correcto de nuestra isla. Don Francisco “Chico” Suárez fue la primera persona que me aconsejó hacer el cambio de su razón social.

Considero importante acotar que sociedad y cultura guardan una relación directamente proporcional por su mutual vinculación determinante,  dependientes y comparten recíprocos roles de acción y efecto. Si nos retrotraemos al pasado,  la globalización y la posmodernidad han puesto en crisis el concepto de sociedad, los imaginarios vinculados a lo colectivo y a los derechos de igualdad. Mientras nuestro país remonta la cuesta de una de las peores crisis económicas, sociales y políticas de la historia –que profundizó la exclusión y la fragmentación–, la producción cultural aparece como un refugio de identidad para enfrentar las dificultades.

Debemos entender que la cultura es la obra del hombre, la que ocupa el espacio donde nos encontramos y nos reconocemos, rebasando nuestras aptitudes y actitudes, donde están sus producciones para ser usadas y compartidas. Por ese motivo, la cultura factorial de cambios progresivos se convierte en una herramienta fundamental para la transformación personal y social, revirtiendo el proceso de fragmentación para convertirlo  en uno de  inclusión y solidaridad social, como el espacio de iniciación proactiva, de habilidad artística y profesional, de expresión anímica progresiva, rescate de nuestra historia y reconstrucción de la identidad.

Considero que es propicia la oportunidad que ofrece este libro sobre la fundación del Centro Cultural “Isla de Coche” para disertar pedagógicamente lo que es cultura en su más amplia cobertura elemental, aclaratoria que es indispensable para poder entender correctamente la misión de los centros culturales. Estas organizaciones comunitarias, que no son apéndices de los organismos oficiales, están concebidas para ejercer una labor basada en la identidad del pueblo donde funcionan, en su historia, en sus costumbres, usos habituales, tradiciones y en aquellas actividades que forman parte de sus quehaceres sociales, de su gentilicio o idiosincrasia. Cada Centro Cultural es una fortaleza para la transculturación,

En derivación a este contexto  cultural, emergen en la fuente de su moral y ética los valores, a los cuales debemos obediencia y sobre los cuales se exigen a estar dispuestos a tener los más fortalecidos sentimientos, donde se ubican las capacidades y cualidades de saber hacer lo correcto y saber no hacer lo incorrecto, que deriva en un juicio sobre aprobar o desaprobar, acerca de lo bueno y lo malo, lo deseable y lo indeseable. Esto quiere decir que los valores adquieren su carácter gracias a los juicios de los ciudadanos que comparten el mismo espacio de convivencia. Por ejemplo, los centros culturales tienen que adherirse al trabajo social sobre nuestras manifestaciones pertenecientes a nuestra cultura y negar, así, la transculturación como proceso de invasión-sucesión.

La cultura se nutre de sus normas sociales que son creadas por sus miembros y vienen a ser el conjunto de creencias de un grupo que determina lo que está bien o lo que está mal hecho. Las normas pueden ser escritas, llamadas leyes, y no escritas que son los convencionalismos sociales, pero algunas de éstas se convierten en costumbres leves y fuertes, siendo éstas consideradas como leyes informales. Por ejemplo, en nuestro caso, no celebrar las fiestas de San Pedro y de los otros patrones religiosos de los caseríos es una norma fuerte no escrita, pero tiene más peso moral que cualquiera otra escrita. La ley no dictamina que es obligatorio celebrar dichas solemnidades, pero el pueblo si lo exige y lo demanda. Igualmente pasaría con los festivales de diversiones u otros hechos costumbristas.

Los centros culturales pertenecen a la Institución Deportiva y Recreativa de la sociedad venezolana. En total son siete instituciones que regulan el conjunto de saberes, creaciones y manifestaciones en toda su extensión cultural, y que son propios de sus usos, hábitos y costumbres, acumulados en torno a la función globalizadora de la sociedad.  Al ubicarnos  en  la  sociedad de la Isla de Coche, se puede aclarar que nuestros centros culturales deben cumplir con la realización de actividades deportivas, entendimiento y dinámicas sociales de compartimiento y convivencia y de recreatividad dirigidas a satisfacer las necesidades psicosociales y exteriorizantes de sus protagonistas y de brindarle a la comunidad un espacio de sana diversión, de educar y redefinir las identidades culturales típicas de Coche.

Cada Centro Cultural debe y tiene que estar sujeto al cumplimiento de los usos y de las costumbres de su respectiva comunidad. Los usos, son las normas que no se pueden violar. Son acciones que ejecutamos en virtud de una presión social, la cual consiste en la anticipación, por nuestra parte, de las represalias 'morales' o físicas que nuestro contorno va a ejercer contra nosotros si no nos comportamos así. Por lo tanto son acciones, cuyo preciso contenido nos es ininteligible, son irracionales y los encontramos como formas de conducta que son, a la vez, presiones, fuera de nuestra persona y de toda otra persona, porque actúan sobre el prójimo lo mismo que sobre nosotros. Los usos son realidades extraindividuales o impersonales. Ejemplo de usos violatorios en nuestra cultura es el saludo de un hombre a otro hombre en el cachete, para nosotros es inmoral, de sospecha homosexual. El hombre vestirse de falda como los irlandeses, no se acepta en nuestra cultura.

La cultura es una fuente creadora de elementos materiales y no materiales, es un conjunto infinito de elementos incontables. Las primeras son las cosas que vemos, tocamos, que son visibles para describirlas en forma y contenido. Las inmateriales son las cosas que aunque no las vemos, podemos sentirlas, percibirlas en ciertas propiedades, sentir placer o disgusto, pero sabemos que existen e influyen en nuestras vidas. Como hechos de ilustración, en la dinámica ejercida por las diversiones están los vestuarios de las guarichas y músicos; los instrumentos musicales, los símbolos, el baile, la acción del teatro, como elementos materiales, y los elementos inmateriales son la música, el canto, que las oímos pero no las vemos, la alegría del público que la sentimos y no la tocamos; el entusiasmo, el amor, la pasión y el interés de los hacedores de diversiones que no vemos o no manoseamos.

Prosiguiendo con esta exposición sobre la cultura y las funciones de los centros culturales, con énfasis en el nuestro, apuntamos que la cultura es aprendida y eso se refiere al hecho de que el hombre nace sin cultura, porque no heredan genéticamente los caracteres sociales de sus padres, aunque si adquieren ciertos rasgos biológicos que conforman su temperamento, mas no su carácter. Entonces,  los individuos van cada vez más aprendiendo de su entorno social la perseverancia  de  sus vivencias culturales, en la medida que transcurre su proceso de socialización, a lo largo de toda su vida, y lo ejecuta a partir de su familia y luego con los grupos sociales en los cuales conviven y se desarrollan con sus hábitos, usos y costumbres. En relación a la importante observación que reflejan las costumbres de nuestras diversiones, me atrevo a afirmar que de no haber existido el Centro Cultural “Isla de Coche” ya estas manifestaciones folclóricas hubiesen desaparecido en su casi totalidad.

Al respecto, en relación a esta afirmación, me siento autorizado para expresarlo en base a mi pertenencia en rol de protagonista por cuanto desde niño fui un entusiasta seguidor de acompañar a las diversiones en su recorrido pascual por las calles de Coche, estar en contacto con quienes se ocupaban de cumplir con esta tradición decembrina, incluyendo los días de los Reyes Magos, y estimulado por esta atracción que siempre he sentido por mi folclor, me atreví a asumir la responsabilidad de presentarlas también públicamente. Cuando yo presentaba mis diversiones en las calles, siempre el bailador del símbolo era el inigualable personaje popular Felipe “33” Millán. Recuerdo algunas de ellas, tales como la chulinga, la paloma, el aeroplano, el pico e loro, la burra, el cataco, haciéndoles compañía a José Moya, Chemané González, Augusto Alfonzo, Perucho “Chila “ Quijada, Sixto Ramos, Marcos “Minimini” Lunar, Concepción “Concho” Rodríguez y después emergieron Francisco Vizcaíno, Benigno Bermúdez, Geño Suárez y con bastante fuerza el folclorista José María Fermín.

Como resultado de un panorama desmotivador por falta de apoyo y de la misma inercia en la cual estas tradiciones se ahogaban, paulatinamente iban desapareciendo los grupos que hacían el esfuerzo de presentar sus diversiones en las casas. Iban quedando en acción folclórica callejera, Chemané González, José Moya, Augusto Alfonzo, Francisco Vizcaíno, Manuel “Mingo” Suárez y de vez en cuando otros parranderos con el insustituible símbolo de la burra. Para el final de la década de los sesenta del siglo pasado, apenas quedaban estos pocos grupos y su decadencia era evidentemente notoria.

En esa misma década, exactamente el 19 de noviembre del 1968, fundamos el Centro Cultural “Isla de Coche”, tenia yo 21 años de edad, y me acuerdo con absoluta claridad que esta preocupante observación se la hice llegar a estos aguerridos cultores, en una actitud compartida de preocupación, tristeza, melancolía y con ganas de hacer algo para que las diversiones continuaran con su misión tradicional en las pascuas floridas. Siempre cuando se podía, conversaba con ellos en una alegoría de querencia por las diversiones de Coche, sobre su declive cada vez más notorio en sus presentaciones públicas, donde también incluíamos a los aguinaldos, a los pesebres y a toda manifestación tradicional de la Navidad y de las pascuas cochenses. Por eso mantuve mis charlas informales con Moya y Chemané.

El 6 de enero del año 1972, se realizó el I. Festival de Diversiones en honor a don Rafael González,  gran espectáculo popular realizado en  la plaza  “Bolívar”,  en San Pedro de Coche, por iniciativa de Chente Salazar, Marcos Lunar López, Pancho Hernández, Monchito Borragómez  y Teódulo Alfonzo e inmediatamente incorporado como protagonista principal el Centro Cultural “Isla de Coche”. Solamente pudieron  participar seis diversiones en representación de cinco grupos folclóricos, que fueron José Manuel   “Chemané”   González,   José Moya,  Mario Suárez,  Perucho Quijada   y Romeo Arismendi. Resulta innegable que si me excluyo de ese grupo de los cinco representantes que se hicieron presentes en dicha competencia, sólo quedaban cuatro organizaciones activas, lo que comprueba el acompasado declive de la existencia de los grupos hacedores de diversiones.

Pasaron cuatro años sin que se realizara otro festival y en la otra cara de la moneda se mantenían estos mismos grupos presentando sus diversiones en las calles, en cumplimiento con ese fervor de identidad por nuestro folclor y por el apego mágico religioso de celebrar el Nacimiento del Niño Jesús, el Año Nuevo y los Reyes Magos. El 30 de diciembre del año 1977, nuestro Centro Cultural asumió la plena responsabilidad de organizar el II. Festival de Diversiones, en homenaje póstumo al Dr. José Francisco Marval. En esta oportunidad, se sumó la Agrupación Cultural de Güinima con la diversión “La cabaña” que resultó ser la ganadora. No preciso la exactitud de la cantidad de grupos folclóricos que contendieron en este festival, pero creo que fueron los mismos, más la inclusión de Güinima.

En Coche es consuetudinariamente común la ostentación de las críticas fundamentadas o no, pero por lo general existe un gusto, un placer morboso de señalar injustas consideraciones, son personas que se sienten dueñas de la verdad, de saberlo todo, de ser jueces y verdugos, y quienes actúan con esta actitud petulante y hasta agresiva son los que menos aportan o trabajan por su pueblo. Por muchos años fuimos acusados de ser los responsables de la casi desaparición de las diversiones en las calles por culpa de los festivales de diversiones. Por supuesto, que son mentes muy verticales en el mal uso de la razón, de la lógica y de sentir el regodeo de identificar y sentenciar a los culpables, según su “sabio” razonamiento. Aquí pega el refrán de arraigo popular: “Ni lavan, ni prestan la batea”.

El tiempo nos dio la razón, mas bien los festivales de diversiones han sido fuentes gratificadoras para las creaciones de otras organizaciones de diversiones, que en su totalidad han llegado a sumar la cantidad de diecinueve (19) grupos folclóricos, aunque no todos están activos,  supuestamente debido a  los problemas que causan los recursos económicos. Por esta contundente razón, han disminuido la cantidad de diversiones en los últimos festivales. Hubo años en que se presentaron diez, doce y hasta quince diversiones, pero la perturbante inflación ha frenado su movimiento masivo. Me asiste la más firme convicción de que los festivales de diversiones han sido unas bendiciones salvadoras del auge que en la actualidad gozan las diversiones, con el consiguiente prestigio que enaltece el gentilicio creativo del pueblo cochense, que hayan sido declaradas Patrimonio Cultural Intangible del estado Nueva Esparta y a la espera de que sean pronto a nivel nacional.

Paralelamente al ocaso que últimamente ha mermado la participación intensiva de los grupos de diversiones en los festivales, también el deporte se ha desmasificado, han desaparecido aquellos equipos o clubes deportivos que le dieron tanto significado a la cultura deportiva al pueblo de Coche. Las interacciones propias de los encuentros deportivos promovían entre sus deportistas y fanáticos un cambio social, una conjunción de lazos de amistad, de una rivalidad consciente y respetuosa,  adjudicarse una actitud  firme, responsable y honrosa  para  defender  a  su equipo y a su sector; la aprehensión de nuevas pautas de conducta disciplinaria, rompimiento con el ocio y los malos vicios, otra concepción de ver la vida con mayor aceptación y dedicación progresiva, una oportunidad para demostrar sus aptitudes como deportista y una opción para su crecimiento social.

Las actividades físicas y recreativas han sido un instrumento en el cual los cultores promotores se han basado, con el fin de atraer grandes masas de personas, logrando ampliar la cultura de los niños, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad, que son los máximos protagonistas de estas actividades. Asumir a la recreación como mediadora de procesos de desarrollo humano, significa comprenderla desde sus beneficios en cada una de las dimensiones de desarrollo de los seres humanos y tener claridad sobre las condiciones que hacen estos beneficios posibles.

Las prácticas recreativas son entendidas como complementarias a los procesos de aprendizaje y desarrollo cultural y como una herramienta para romper con los círculos de pobreza, dependencia, violencia y con los sentimientos de marginación y exclusión,  que están asociados a la pérdida de la autoestima. El deporte y los espacios recreativos en la comunidad son una estrategia válida para ocupar el tiempo libre mediante la realización de una serie de actividades, que desde el punto de vista físico recreativo, contribuyan a la salud física-mental y generar satisfacción de todos los involucrados, incluyendo al público.

Las recreaciones rompen las cadenas del ocio y proporcionan un medio para estimular el crecimiento y la transformación personal positiva, aunque se deba considerar que igual personas o grupos pueden asumir alternativas y prácticas que no necesariamente conducen a consecuencias negativas o que puede ser utilizado como instrumento para perpetuar valores inequitativos. Sin embargo, el deporte y la recreatividad no contribuirán al desarrollo humano en ausencia de una dimensión moral y ética sostenible, por lo tanto hay que tener en cuenta que ambos  reproducen diversos valores y expresiones que igual no son consecuentes con una sociedad sostenible, por lo tanto, se deben combinar con los valores, los usos y las costumbres sociales que sustentan la equidad, y que contradigan a aquellos elementos que no propician un desarrollo humano, desde las identidades personales y sociales, fomentando que éstas se construyan desde posturas éticas mínimas, intersubjetivas y racionales, concatenadas con la identidad de amor a su pueblo.

Esto implica llegar a acuerdos, incluso dentro del sector de la recreación, de cuáles son los valores que han de sustentar un marco social que promueva el desarrollo humano a partir del fomento del potencial humano creativo, de las capacidades que influyen positivamente sobre los individuos y los grupos, y el autocontrol de los negativos, como el robo, el homicidio, la violencia en sus diversas manifestaciones. Como anota Nahrstedt, “la definición de los potenciales positivos y negativos depende de los acuerdos entre individuos y sociedades, lo que nos lleva nuevamente a la necesidad de acuerdos éticos y morales. Su significancia se resume en la vinculación estrecha en compatibles criterios de valores de cada individuo con la sociedad y ésta en el rol de retroalimentarlo cuando sea necesario”.  En el dinamismo de la corriente pragmática, fue prácticamente indetenible este movimiento en vía a la conquista de nuevos valores y con el umbral de esta escuela filosófica logramos cambios de valores.

Desde una postura humanista, la cultura sana debería ser una vivencia integral relacionada con el sentido de la vida y de los valores de cada uno y coherente con ellos, ser una experiencia de recreación, que propicie ámbitos de encuentros fraternales y de convivencias compartidas y tiene que ser un factor determinante de  potencialidad para llevar a cabo encuentros creativos que originen desarrollo personal. El espacio y tiempo, dimensiones que ocupa el libre ocio de individuos en número muy considerable, les permite el dinamismo para ser agentes de cambios sociales, cuando a través de los errores y de los ensayos hacen las respectivas correcciones, hay otras invenciones y se agregan otros complementos para mejorar las anteriores actuaciones. Las innovaciones que se han hecho en el complejo cuadro artístico de nuestras diversiones es un claro ejemplo de lo que se viene argumentando. Con esas mismas consideraciones y resultados transformadores están los juegos deportivos interbarrios y otras actividades sociorecreativas.

Hay que aclarar que existen diferentes tipos de ocio: el bueno y el malo. En este caso muy específico, se alude al ocio positivo de la sana y formativa diversión, el adecuado consumo del disfrute, de la creación y de la participación para dar y recibir conocimientos. De tal modo que desde esta perspectiva social, se está refiriendo a un concepto de ocio abierto a cualquier configuración presente y futura, pero al mismo tiempo, entendido como marco de desarrollo humano y dentro de un compromiso social. La ociosidad pasiva y sana de la juventud cochense atenuó un factor de cambio.

Se plantea que la explicación del ocio provechoso, desde la experiencia individual, es insuficiente en la medida que está condicionada por los contextos adversos de una cultura globalizada que le cercena un mayor crecimiento renovador. En estos pasajes, concretamente en lo referente a los recursos económicos, obligan a los hacedores y responsables de la ejecución de determinadas actividades a buscar las maneras cómo solucionar la presencia del problema que emerge cada vez con mayores dificultades y demanda las acciones correspondientes para su solución.
Estas adversidades que surgen ocasionadas por factores exógenos, por una sociedad en crisis extrema como la que está lamentablemente viviendo Venezuela, se combinan para ser un patrón general causante de este problema y de otros que coadyuvan directa e indirectamente para socavar las proclives voluntades de un pueblo en la realización de actividades consideradas de gran importancia para su cultura integral, en la cual se conciertan y se ajustan las tradiciones, las creatividades, los valores y costumbres, las recreatividades, la espiritualidad y las acciones compartidas, entre otras capacidades y cualidades. Causalmente, cada año la crisis inflacionaria amenaza la realización tradicional de los festivales de diversiones, los cuales están en proceso de extinción si persiste la gravedad extrema de un país en retroceso involutivo de su economía y fracasada política.

En consecuencia, acorralan a los sujetos responsables de cumplir con la organización de tales dinamismos, donde estos líderes se deslizan en diferentes direcciones y escenarios en la búsqueda de los recursos necesarios que les garanticen su adquisición para poder realizarlas. Esta referencia conceptual y explicativa, viene a ratificar en la práctica el por qué los festivales han decaído en el número de sus diversiones participantes y el vacío social que ha dejado la ausencia de la práctica deportiva en nuestro pueblo. En este caso, nos obligan a estar a merced de ellos.

Cómo podrán darse cuenta, estas descripciones que he venido acotando han sido pertinentes para entender con mejor visión crítica toda una panorámica de acciones y efectos que se mezclan en el mundo complejo de la cultura, no basta con echarle culpa a quienes con solícito amor a su pueblo quiere, desea y  siente el regocijo de trabajar por su cultura, tal cual como se viene realizando, ustedes los inmaculados criticones deben también sumarse a trabajar por la conservación de las diversiones y de sus espectáculos públicos.

Por lo general, el buen ocio recreativo facilita la individualización en el sentido que proporciona la posibilidad de explorar vías alternativas de pensar y existir, pueden utilizarse para apartarse de la mayor parte de las personas que conforman el mundo desviado del ocio malo. La imaginación y la experimentación creativa, necesarias para la individualización, usualmente suceden en soledad, pudiendo beneficiarse especialmente de la ausencia de evaluación de otras personas, pero el entorno desempeña un papel al reconocer y reforzar la expresión de talentos y gustos particulares. Precisamente, una considerable muestra de jóvenes en estado de ociosidad se integró como jugadores en el desarrollo de los juegos interbarrios y caseríos de la Isla de Coche y en otras actividades deportivas.

La individuación, la determinación y la identificación desempeñan una función dialéctica en el ocio para provocar la formación de una identidad propia y socialmente compartida llamados valores culturales. En el caso de Coche su identificación básica ha sido con las diversiones, marco referencial de su folclor. Aquí se llevan a cabo, por la misma dinámica de acción, ensayo y aprendizaje de los integrantes de una diversión, los procesos dialécticos de diferenciación de estilo escénico, protagonismo y de integración, de personalización e individuación, de exploración y compromiso, del deber y la obligación moral, donde me atrevo a aseverar que su conducta básica se debe a su origen socialmente hereditario por socialización, que siembra el gusto, la vocación y la identidad por lo nuestro.

Por otra parte, y más referida a los procesos de socialización, Bricknell en sus estudios acerca del ocio plantea que “a través del acto del nacimiento el sujeto se relaciona con otros y sus significados, por ejemplo hombre - mujer, masculinidad - feminidad, raza - color, etc. Estos significados han sido social, histórica y culturalmente construidos, los cuales son influenciados por tales factores y los de su propia experiencia”.

Los significados cambian, pero dentro del contexto de un entorno cercano y amplio que le aporta e influye y por significados que puede adoptar y adaptar: Hay que ser reconocedor que si bien el ser auténtico y autónomo implica en primera instancia una decisión individual, este proceso no está aislado de los contextos, lo que le presentará a los sujetos tantos limites como posibilidades para su toma de decisiones, el asunto está en cómo identificar y manejar esos condicionantes y ante cuáles ceder o no.

De ahí que la construcción teórica, la práctica, las políticas de ocio y recreación han de tener en cuenta las dimensiones del fenómeno para potenciarlo como un mediador del desarrollo humano. Estos son elementos teóricos que son válidos para los Centros Culturales y en el caso de nosotros se ha hecho lo posible por cumplirlo. Al respecto, Coche representa una muestra real de este corolario cuando lo situamos en el ocio bueno de sus jóvenes  a los condicionantes de ir a jugar o irse a pescar.

Me parece oportuno aclarar la razón por la cual le he dedicado varias páginas para referirme al ocio, esencialmente con el bueno, previendo que surjan opiniones en rechazo a este tema por considerarlo que no tiene que ver con nada sobre la Historia del Centro Cultural “Isla de Coche”. Al respecto, puedo sociológicamente afirmar que el ocio bueno tiene una razón factorial decisiva con la fundación de nuestra Institución Cultural y si se tiene alguna duda se le aconseja releer dicho concepto. Me explico: Para aquellos años de las décadas del siglo pasado la inmensa mayoría de los jóvenes acusaban una situación ociosa, causada por la ausencia de fuentes de trabajo y de oportunidades de estudios extra primarios, cuyo ambiente obligaban a la juventud a estar pasivos, en tertulias de subgrupos, jugar los pasatiempos tradicionales, otros a ingerir aguardiente y algunos a vagar sin rumbo fijo y muchos de ellos se dedicaban a las faenas pesqueras y en conclusión se permutaban.

Otros, los más afortunados, se marchaban a Margarita y a otros lugares de Venezuela para estudiar y/o para trabajar. En las vacaciones u otras fechas disponibles regresaban a Coche, entre los cuales me incluyo. Resulta que estos muchachos ociosos, con sanos valores, eran los que tenían tiempo para dedicarse a conformar los equipos o clubes por sector, se entregaban a las competencias deportivas, lo que originó la crítica de los habituales criticones al enjuiciar a los deportistas como flojos, sin oficio, mantenidos, entre otros improperios. De tal manera, y eso es incuestionable, que ellos fueron la fuerza colectiva que hicieron posible la historia que en este libro estoy escribiendo.

Fundación del Centro Cultural “Isla de Coche”
19 de noviembre, 1968
Para sorpresa de muchos, no fue en mi adorada isla de Coche el lugar donde se me ocurrió la idea de llevar a cabo un proyecto, construido en un club que sirviera de instrumento social para realizar actividades que tuvieran relación con la práctica organizativa del deporte, con las manifestaciones de las diversiones y con la lucha social en pro del progreso de Coche.  Esta representación mental sobre un sueño de trabajo cultural la ilustré en Caracas, donde estaba cursando el último año de bachiller en el Liceo “Dr. José Gregorio Hernández”. Al convencerme que estaba pensando en un ideal correcto e importante para mi pueblo, opté por comunicárselo a mi querida hermana Rosalba, por intermedio de una carta y ella le pasó esta información a su novio Alberto Alfonzo, siendo las primeras personas que conocieron esta disposición soñadora y los primeros en apoyarla. Rosalba me asegura que aún conserva la susodicha misiva, fechada en agosto del año 1968.
En las ciencias sociológicas y psicológicas se manejan el fenómeno de la concatenación de los hechos, la relación vinculante que se da entre ellos para la ocurrencia de un hecho y el elemento causal que lo provoca. De allí un refrán popular que dice: “no hay mal que por bien no venga”. En efecto, en septiembre del 1967 me tuve que ir a Caracas en busca de otro ambiente donde pudiera alejarme del hábito consumado por la bebida etílica, por cuanto en mi pueblo y en Porlamar me había condicionado a la ingesta del alcohol. Por causa de este vicio, me enfermé seriamente del estómago y con dolores óseos, sobre todas en las piernas. El Dr. Marval, quien fue para mí un gran amigo y sabio consejero, me persuadió para que saliera de Coche, que si seguía cometiendo imprudencias que afectan a la salud estaba en riesgo de llegar a una situación delicada de la misma. Gracias a Dios, acepté su recomendación y con la fe puesta en él me fui para la capital de la República, allí recuperé totalmente mi sanidad biológica y culminé mis estudios secundarios.
Estando en Caracas, empecé a experimentar cambios de usos y valores, a entender la influencia del medio ambiente sobre el carácter y comportamiento del ser humano. Era muy, pero muy notable, el modo de vida en Coche que en Caracas. En mi pueblo, la mayor distracción era, y sigue siendo, la que ofrecía, y continúa siendo de esta manera, los bares, la ingesta de aguardiente, el ocio malo, la ausencia de sitios para la recreación y el disfrute social, entre otras variables.
En Caracas, me conciencié que se podía vivir en mejores condiciones espirituales, humanas y psicosociológicas, siempre y cuando uno se lo proponga con fe y determinación. Acaricié mentalmente el cambio cultural que se podía cristalizar en Coche si un pueblo, fundamentalmente la juventud, en vez de entregarse al vicio, debería cambiar de actitud hacia el logro de mejores derroteros. Ya era hora de no  comportarse como seres apáticos, conformistas, negativos, abúlicos y pesimistas, así nunca se podía progresar. El cambio de paradigma positivo es una necesidad. Sumergido sentimentalmente en el recuerdo de mi gente, buscaba la manera por la cual  yo podía cooperar para que tuviésemos una mejor manera de vida.  Memorizando mis años de niño y adolescente, cuando compartía con mis amiguitos y compañeros espacios para el disfrute de los juegos y cuando con  acciones directa o indirecta participaba en el espectáculo de las diversiones en las calles, me hizo pensar en la creación de un club como en efecto se hizo realidad.
Ratifico que esta idea se internalizó en mi conciencia en agosto del 1968, cuando ya había tomado la decisión de regresarme a mi pueblo en vista de que por motivos ajenos a mi voluntad no podía seguir estudiando medicina en la Universidad Central de Venezuela, no obstante haber salido en la lista de quienes aprobaron los exámenes psicotécnicos que se exigían para esa época y estaba asistiendo a la preparatoria, pero los escrúpulos no me lo permitieron, tuve que desertar. Ante esta circunstancia, se suscitó un cambio en mis planes con los resultados ya explicados.
Abanderado con la idea de constituir un club llegué a Coche y pasado los momentos de los encuentros familiares y amigos más cercanos me delimité a seleccionar a quienes consideré los más apropiados para que me dieran su respaldo. Nuevamente la casa de mi mamá perdió su sosiego para ser el refugio o amparo de aquellos amigos que buscaban esparcimiento entre juegos deportivos, recreativos y las tertulias para los chistes, bromas y otras tremenduras.
Después de Alberto Alfonzo (+) y Rosalba Arismendi, contacté a José Francisco Bermúdez Patiño, popularmente conocido con el apodo de “Chico Mono”, a los hermanos Pablo, Félix Ramón (+) y José “Checame” Gómez, al maestro Felipe Méndez Quijada, Cleto “Quella” Lunar, José Ramón Lunar Ramos, los morochos Pedro Luis Martínez y Pedro Alejandro Martínez, Félix “Felito” Salazar, Efraín Rojas, Emilio Pérez, Ernesto Rodríguez (+), Erasmo González (+), Juan González, Luis José (7) Rodríguez, Israel Salazar, Arturo Salazar (+), Carlitos Modesto González (+), Rolman Salazar, Juan Antonio Vicent, Guzmán Lozada, Eudis Lunar López, Miguel “Matavieja” Ramos (+), José “Cheíto” Velásquez, Severo Inocente Vicent, Ponciano Suárez, Darío Suárez, Genir Rodríguez, Luis Ramón Lunar, Ignacio “Nacho” Lunar, Joaquín Fernández Arismendi,
Se fueron cumpliendo las correspondientes reuniones en mi casa y rápidamente se propagó el entusiasmo y la voluntad por hacer realidad el proyecto del club. Entre los meses de septiembre y octubre nos las pasamos en constante movimiento, estableciendo los parámetros concernientes para la creación de  una entidad de perfil protagónico y de características propias de una novedosa organización comunitaria. El enardecimiento era como una fiebre de entusiasmo parecido a todo muchachito con juguete nuevo.
Por otra parte, se iban conformando los equipos para entrar en la esperada escena para inaugurar los primeros juegos deportivos interbarrios de San Pedro de Coche. Mientras los líderes de los sectores se entregaban por completo a organizar a sus respectivos equipos para la inauguración de los primeros juegos deportivos, yo me dedicaba más a la constitución organizativa, legal y protagónica del club. Cada quien estaba cumpliendo con sus deberes y responsabilidades y me atrevo a aseverar que nadie se imaginaba la historia que estábamos haciendo y su gran significancia cultural.
Finalmente se efectuó la concreción legítima de la fundación de esta organización de carácter civil, autónoma y sin fines de lucro, ocurrida un día martes del diecinueve de noviembre del año mil novecientos sesenta y ocho (19 – 11 – 1968), en horas de la tarde, asamblea realizada en la casa de mi mamá y bautizado con el nombre de Club Deportivo, Social y Cultural “Los Tigres de Coche”. En esta asamblea,  estuvieron  presentes  casi todas  las personas que ya  han  sido  previamente  nombradas. La primera Junta Directiva estuvo constituida de la siguiente manera: Presidente: Romeo Arismendi. Vicepresidente: Felipe Méndez Quijada. Secretario General: Pablo Gómez González.  Coordinador de Finanzas: Francisco Bermúdez Patiño. Secretario de Actas y Correspondencias: Félix Ramón Gómez González. Vocales: Cleto Lunar, José Ramón Lunar y José del Carmen Gómez González.
Ulteriormente a dicha asamblea, el día jueves, 21 de noviembre, efectuamos otra masiva reunión en el bar familiar del señor Inocente “Chente” Rodríguez, quien de manera muy receptiva nos accedió su local, la cual se centró en los preparativos para la inauguración de los I. Juegos Deportivos Interbarrios de San Pedro de Coche, programado para el día domingo 24. La alegría se percibía notablemente en los organizadores y deportistas, era muy agradable observar el jolgorio que irradiaba a todos por igual. Gracias a Dios, con gran éxito se realizó esta esperada inauguración deportiva, marcando la primera actividad pública de nuestro recién creado Club Social, Deportivo y Cultural “Los Tigres de Coche”.
Los equipos del Cardón y El Olivo fueron los afortunados en inaugurarlos al enfrentarse en un partido de  fútbol que ganó este último.  Los demás equipos fueron Punta Honda, Yaureral y Los Medios. En total fueron cinco los participantes. Las disciplinas deportivas fueron béisbol, fútbol, básquet, volibol y atletismo. Estos juegos finalizaron en enero del siguiente año y El Olivo quedó campeón por acumulación de puntos obtenidos en la totalización que daban las puntuaciones de las mencionadas modalidades deportivas.
De inmediato surgieron rivalidades normales entre El Olivo y El Cardón. Con esta misma contención, Pablo Gómez, la estrella indiscutible del Olivo, y Rolman Salazar,  en igual distinción por El Cardón, se disputaban quién era mejor jugador, pero esta evaluación era producto de los fanáticos. Inmediatamente surgieron otros excelentes jugadores de fútbol como Pedro Alejandro y Pedro Luis Martínez, Erasmo González, Felito Salazar, Emilio Pérez, Ernesto Rodríguez, Joel González, Oswaldo Rodríguez, Chito González y después Roberto “Monagas” Ramos, Alfredo Suárez, José Cortecía, José Omar Serrano, Omar Lunar Marval, Delimiro Fernández, Antonio Vicent, José Ramón Suárez, Germán Fernández, José “Joche” Fernández, Oswaldo Vicent, Poncianito Suárez.
En béisbol sobresalieron Erasmo González, Efraín Rojas, Ángel Fernández, Celestino        “El Mocho” Bermúdez, Nicolás “Colacho” Salazar, Leonel Milano, Alberto Fermín, Francisco Fermín, Agustín Ramos, Esteban Tormet, Juan Francisco González, Cleto “Quella” Lunar, Miguel “Matavieja” Ramos, Félix Ramón Gómez, Aroldo Salazar, Fidel Bermúdez, Julio Ramos, Anurbe Martínez, José Jesús “Chechú” Lunar, Jesús “Chu” Vicent, Darío Suárez, Vicente Quijada, Francisco Requena, José Frontado,
En básquetbol: Pablo Gómez, Rolman Salazar, Freddy Serrano, Pedro Fernández,
En volibol: Pablo Gómez, Erasmo González, Rolman Salazar, Joél González,
En atletismo: Pablo Gómez, Juan Antonio Vicent, Israel Salazar, Rodolfo Pérez.
Cómo podrán observar, Pablo Gómez fue el más completo de todos, de acuerdo a esta pizarra y aunque también jugo béisbol no fue lo mejor, tampoco lo hizo mal.
Estos primeros juegos deportivos interbarrios se convirtieron en la primera actividad social que logró integrar a cientos de jóvenes a participar de una manera organizativa en las disciplinas de béisbol, fútbol, básquetbol, volibol y unas pruebas de atletismo, todas en la categoría libre. En total fueron cinco clubes deportivos, con sus lindas madrinas, que compitieron en representación de sus sectores: El Olivo, El Cardón, Punta Honda, Los Medios y Yaureral. En este orden llegaron los equipos después de casi tres meses de competencias. El Olivo, además de ser el campeón, lideró en puntos en básquet, volibol y atletismo. El Cardón lo hizo en béisbol y Punta Honda en fútbol. Se premió al equipo ganador absoluto y a los ganadores por unidad deportiva.
En ese histórico día, domingo 24 de noviembre del 1968, fue una auténtica fiesta deportiva. Muchos no durmieron bien, pensando en la gran inauguración. Los equipos habían conseguido sus uniformes, principalmente franelas y shorts. A muy temprana hora de la mañana ya se escuchaban los cohetes, siendo el popular “Siete” el autor de los mismos y lanzando caramelos. Después se le unieron los otros equipos en el lanzamiento de los fuegos artificiales. El primer punto del programa era asistir a misa a las 9 a.m. y la iglesia se llenó. Mención extraordinariamente especial para nuestra inolvidable Sor Blanca Stella Maya, por sus múltiples valores espirituales y humanitarios, excelente guía espiritual, calificada agente motivadora. Luego cumplimos con una ofrenda floral al Padre de la patria Simón Bolívar en la plaza. Después se formó el desfile por las calles hasta llegar al terreno del Botón donde se daría inicio a la inauguración de dichos juegos deportivos.
La corona ofrendada al Libertador la elaboró Francisco Bermúdez, el popular “Chico Mono” y también fabricó la antorcha olímpica y el pebetero. En Coche resulta imposible que no ocurra un hecho ocurrente o una anécdota graciosa cuando se lleva a cabo una actividad de gran notoriedad. Resulta que Chico Mono se niega a entregarle la antorcha a Pablo Gómez, a Erasmo González y a Juan Antonio Vicent, porque ellos no lo ayudaron en su preparación. Chico sale desde mi casa en recorrido con la antorcha encendida en dirección al Olivo-El Cardón. Ya nuestro fraterno amigo y excelente colaborador, Chente Rodríguez Caraballo tenía su bar abierto, con la rockola prendida con el disco de la canción ¡Qué me coma el tigre!, pues así se lo había solicitado por aludir al nombre del Club “Los Tigres de Coche”.
En el bar de Chente estaban varios clientes bebiendo, entre ellos el popular “Plancha” (+). En el momento cuando Chico está pasando frente al bar, lo escoltan muchos niños que gritan alegremente por lo que están viendo por primera vez en Coche. El amigo “Plancha” al oír el alboroto sale del bar y al ver a Chico que lleva la tea prendida comienza a gritar llamando loco a Chico, que va a quemar las casas del Cardón. Forma un zaperoco que llama la atención de Chente y éste se queda perplejo cuando le pide que llame a la policía, que chico se volvió loco, un mono loco que es muy peligroso, que busquen agua, una cabuya para amarrarlo. El amigo Chente Rodríguez, ya molesto y bravo, le increpa a “Plancha” diciéndole: “Mira animal, no seas bruto, no ves que ese señor lleva la antorcha olímpica de los juegos que se están inaugurando hoy. Qué vas a saber tú de los juegos olímpicos, eso es lo más hermoso en la inauguración de los juegos deportivos, falta de cultura”
Chico Mono seguía portando la antorcha rumbo a la segunda vuelta y al regreso de la tea hacia el terreno de la inauguración, él se da cuenta que Rosalba, Alberto y yo estábamos  disfrutando de un brindis  y  de una placentera conversación con el director del Instituto Nacional de Deportes del estado Nueva Esparta y con el mayor de la Guardia Nacional, de la Rosa, especialmente invitados por nosotros, por lo que optó a llamar desesperadamente a Paulito y a Erasmo para que prosiguiera con el recorrido de la antorcha. Solamente por ese atrayente motivo, el portador de la antorcha olímpica aceptó que lo relevaran y con su peculiar estilo conversador se quedó con nosotros en atención a nuestros distinguidos invitados, quienes gentilmente elogiaron la organización de esta inauguración deportiva.
Se dio inicio al programa con el Himno Nacional de Venezuela; la elección de la madrina de los I. Juegos Deportivos Interbarrios de la Isla de Coche; breves palabras de la madrina electa; palabras del maestro Felipe Méndez y Romeo Arismendi, vicepresidente y presidente del Club “Los Tigres de Coche” y cerró el ciudadano Lugo, director del I.N.D Nueva Esparta. La madrina efectuó el saque inicial y por sorteo se procedió a la apertura de dichos juegos con el partido de fútbol entre “El Olivo” y “El Cardón”, con victoria  para “El Olivo” de dos goles a uno. Creo que asistieron más de doscientos deportistas y mucho público. Fue un gran e histórico acontecimiento deportivo, que hizo posible sembrar una semilla fecunda para dar los futuros frutos que se dieron por veinte años ininterrumpidos y que sin lugar a dudas fueron los más coloridos, masivos y vistosos  de Nueva Esparta.
Lamentablemente se perdieron durante mi ausencia en el Centro Cultural “Isla de Coche”, cuatro agendas donde llevaba minuciosamente cada actividad que se ejecutaba, por lo que muchas valiosas informaciones se perdieron. Me es imposible acordarme de estadísticas de todos esos juegos; sin embargo, recuerdo que Israel Salazar, jugador de “Los Medios” anotó el primer gol del campeonato y José “Cheíto pituca” Velásquez quedó campeón bateador, también del equipo de “Los Medios”. Recuerdo que mi equipo “Los Medios” le quitó el invicto en volibol al Olivo y en celebración me cargaron hasta la playa donde me zumbaron al agua, siendo de noche. Otra ocurrencia fue ver  en el desfile de los equipos a Luis José Rodríguez, el popular “Siete”, tirando cohetes y lanzando panes y caramelos a los niños.
Desde esa fecha se gestó un masivo movimiento de jóvenes y adultos a la práctica organizada y planificada del deporte, solamente se integraron los del sexo masculino. Con este suceso deportivo se generó un cambio cultural, el cual fue adquiriendo mayor peso social en la medida en que se integraban más equipos y, por ende, mayor cantidad de jugadores. De allí que en la demanda de más participantes se fueron creando más variedades deportivas y por edad. Varios años después se aunaron las jóvenes en la modalidad de softbol y bolas criollas, categorías libres. No preciso cuántas ediciones tuvieron que organizarse para que participaran los caseríos, pero me atrevo a especular que fue en los sextos juegos cuando El Bichar, Güinima y El Guamache se sumaron a esa gran fiesta deportiva. Con sus inclusiones pasaron a llamarse: Juegos Deportivos Interbarrios y Caseríos de la Isla de Coche, y se agregaron el softbol, las bolas criollas y el futbolito.
Fueron dos décadas continuas de un extraordinario espectáculo deportivo que les ofrecimos a la cultura cochense.  El ocio bueno se puso de manifiesto para crear un nuevo prototipo, atrás quedaron palmarios rasgos de la marginalidad. Empezó a gestarse un nuevo modo de vida, fue evidente los cambios de aptitudes y actitudes en los jugadores y en toda la comunidad, así creció la autoestima y el protagonismo.
Cómo podrán haber observado, los elementos teóricos del marco referencial que se ha venido sustentando de acuerdo a la naturaleza de las ciencias sociales para explicar el fenómeno de los cambios sociales, de los estatus marginales y el rompimiento de los mismos hacia la restauración de nuevos paradigmas, se concreta en términos reales con la praxis, por lo que justifica la explicación de un marco teórico en consonancia con la realidad de la situación planteada que describa en un análisis simple sus relaciones vinculantes. En consecuencia, la teoría y la praxis se dieron en término científico.

Empezamos con cinco equipos y cuatro modalidades deportivas para un estimado de unos doscientos deportistas en acción. Para los años siguientes, se incorporaron otros equipos o clubes deportivos, entre ellos “El Botón”, “Valle Seco”, “Los Bongos”, “Los Tumba Ranchos”, “Santa Lucía”, “Las Autoridades”, “El Bichar”, “Güinima”,  El Guamache”, los cuales sumados a los otros cinco equipos dan un total de catorce (14) organizaciones deportivas, lo que estaríamos estimando unos quinientos sesenta jugadores (560) en acción continua durante tres meses que duraban la organización de estos juegos deportivos en las áreas de béisbol, fútbol, softbol y bolas criollas (masculino y femenino), volibol, básquetbol, atletismo.

Calculando que la Isla de Coche tenía para esos años una población de ocho mil individuos (8.000), nos dice que 560 deportistas en acción representaban el 7 % de la población total.  Lógicamente que tenemos que excluir a niños y adolescentes, estimándolos en un aproximado del 60 %, lo que daría una cifra absoluta de unos 4.800 menores de 18 años. Restando al universo de los 8.000 habitantes, nos quedarían unos 3.200 individuos mayores de edad. Y si el 50 % eran masculinos, finalmente la cifra absoluta es de 1.600 varones mayores de 18 años. Tomando como base esta última cifra para calcular el número relativo que nos suministra esos 560 atletas en ejercicio, encontramos que ¡el 35 % de ellos participaban en los Juegos Deportivos Interbarrios y Caseríos de la Isla de Coche! Más admirativo sería si restáramos la cantidad de hombres mayores de 40 años, ¡Entonces tendríamos más del 40 % de varones potencialmente activos haciendo deporte: ¡un gran fenómeno social!, hecho masivo que cobra mayor importancia si se toma en cuenta la precariedad de los recursos económicos y de la logística y respaldo gubernamental.

En conclusión, tomando como referencia válida este último guarismo, la realidad era asombrosa al fenómeno de una muy considerable cantidad de personas que abandonaron el ocio al asumir roles estelares en la sociedad de su pueblo. Es evidente que estos nuevos espacios para el ego competitivo, para el sano esparcimiento, para dejar la ociosidad buena o mala, cambiaron el estatus rutinario y marginal de un pueblo. Se innovaron perspectivas de un nuevo modelo de ciudadanía, una empatía hacia los valores y costumbres sanas, una rotura con los vicios del consumo exagerado del alcohol, de las drogas y el cigarro, se internalizó el compromiso consigo mismo y con los demás, se aprende los valores del respeto, de la responsabilidad, de la constancia, de la honestidad, de la solidaridad y se afianzó más la empatía del amiguismo y del compañerismo.

Estas nuevas virtudes aprendidas por los dirigentes y deportistas activos en la acción se consolidaron aún más cuando se comenzó a darse los intercambios deportivos con equipos de Margarita, dentro y fuera del territorio cochense.

Primera Acta Constitutiva e Identidad Jurídica.

Es muy lamentable que un documento de absoluta importancia como lo es inobjetablemente un acta constitutiva de la fundación de una determinada organización no se disponga de ella, tal cual como sucedió en el caso concreto de la fundación del Club Deportivo, Social y Cultural “Los Tigres de Coche”. Quién más que yo puede sentirse triste y hasta mal por la pérdida de este documento original. Esto sucedió por haber pecado de ingenuo o de inexperto. Yo había redactado el Acta y la firmaron la mayoría de los que asistieron a esa primera asamblea constitutiva. Tenía entonces 21 años y cinco meses de edad, un muchacho sin experiencia y sin conocimientos en esa materia de registros civiles y muy lamentablemente incurrí en ese error involuntario.

Acatando indicaciones, me dirigí al Concejo Municipal “Maneiro” con el Acta para registrar el Club recién creado. Me acuerdo que fui atendido muy cordialmente por la secretaria de ese ayuntamiento de nombre Ceferina y por su presidente, Julio Bufón, a quienes les solicité el favor de su pertinente registro. Confiado me regresé a Coche sin haber tomado las precauciones normales en estos casos. El tiempo fue pasando sin recibir la correspondiente respuesta y me ocupé de mis estudios superiores cuando  empecé a estudiar en el Núcleo “Nueva Esparta” de la Universidad de Oriente y luego continué mi carrera de sociología en el Núcleo de “Cumaná”, Universidad de Oriente.

Lo cierto es que cuando volví una vez más al Concejo Municipal “Maneiro”, ya no estaba la susodicha secretaria ni su presidente y nadie me dio razón del documento. Posteriormente, después de varios años, se hizo un arreglo para una nueva acta, pero respetando su fecha real de su fundación, sus directivos y estatutos. Hurgando entre papeles que he guardado, encontré una hoja con mi manuscrito que generaliza el desarrollo de esa Asamblea Constitutiva del Club Deportivo, Social y Cultural “Los Tigres de Coche” y tomando como recurso mi memoria, me atrevo a formular dicha Acta en los siguientes términos:

ACTA Nº 1
ASAMBLEA DE JÓVENES DE LA ISLA DE COCHE PARA CONSTITUIR UN CLUB DEPORTIVO, SOCIAL Y CULTURAL QUE TRABAJE Y VELE POR EL BIENESTAR DE SU PUEBLO

Con fecha diecinueve de noviembre del año mil novecientos sesenta y ocho (19-11-68), siendo martes el día de la semana, a la hora de las cuatro y cuarenta minutos pos meridiano (4: 40 p.m. hemos convenido los presentes en esta reunión en la casa de la señora Elisea Arismendi, por invitación del bachiller Romeo Rafael Arismendi, quien nos ha ofrecido un proyecto de un club para trabajar por el deporte, por los problemas sociales y por la cultura de nuestro pueblo. Atendiendo a este llamado, hemos comparecido en este lugar en la fecha y hora señaladas, donde todos estamos interesados en que esta idea o proyecto que nos ha explicado el amigo y paisano Romeo Arismendi encuentre en todos nosotros la disposición para apoyarlo, darle el voto  de confianza para que  se convierta  en realidad  y  brindarle  nuestro firme apoyo. Considerando que ya existía suficientes personas para darle legitimidad a esta asamblea, el joven Romeo Arismendi dio inicio a la misma exponiendo lo siguiente: “Buenas tardes, mis queridos amigos y compañeros de juegos. Me siento muy contento por su asistencia. Me embarga la emoción de estar nuevamente con ustedes y más cuando empecemos desde hoy a hacer historia en Coche, en nuestro querido pueblo, porque vamos a estar juntos para trabajar por nuestra isla querida. Ya ustedes saben lo que les voy a decirles, mi propuesta, un proyecto que nos una para ser fuertes en busca de distracción sana, de hacer deporte porque es hacer patria, de pedir mejoras para nuestra gente humilde, para que no mueran nuestras diversiones, hay que defender nuestro folclor. Tenemos que fundar un club, tenemos que organizarnos, regirnos por un reglamento, por unos estatutos. Ya tengo adelantado este proyecto, me están ayudando cómo redactar los estatutos, solamente nos falta lo más importante que es su apoyo, estar de acuerdo, decir que sí, que estamos dispuestos a fundar una organización civil, del pueblo, sin ser propiedad de cualquier gobierno, sino que sea de nosotros para que siempre nos duela y estemos con la firme voluntad de defenderlo como parte de nuestras vidas.” Esta exposición arrancó sonoros aplausos y con gritos del sí en aprobación a la fundación del Club. El maestro Felipe Méndez se concretó a afirmar que como educador y deportista estaba de acuerdo con este proyecto, pues a su criterio era ya una necesidad que el pueblo de Coche se merecía, que contaran con su decidido apoyo y que estaba a la orden para que el deporte se practicara más en la juventud de Coche. Francisco Bermúdez Patiño, opinó su total acuerdo y que ya él había tratado ese tema con Romeo, que siempre habían jugado y luchado juntos desde niños, ponía a la orden sus conocimientos en béisbol, en su arbitraje y en boxeo, además de reconstruir guantes, bates, pelotas de béisbol y balones. Interviene Pablo Gómez para exteriorizar su fervoroso entusiasmo por considerar que ahora si van hacer deporte de manera organizada y sujeto a la disciplina. Se sentía muy motivado por la creación de un club que se encargara de organizar por sectores unos juegos deportivos, donde la juventud iba a competir de acuerdo a su preferencia y capacidad del tipo de deporte que más le gustaba y dominaba. Cleto Lunar se limitó a agradecer a Romeo Arismendi la buena idea de crear un club que iba a ser muy importante para los jóvenes y para todo el pueblo, que contaran con su apoyo. Luego siguieron interviniendo José Ramón Lunar, Rolman Salazar, Pedro Alejandro Martínez, Pedro Luis Martínez, Israel Salazar, Félix Salazar, Félix Ramón Gómez, Emilio Pérez y otros, con la misma actitud de apoyo a la fundación del Club. Considerada suficiente las intervenciones se procedió a la elección de la Junta Directiva, la cual quedó integrada de la manera siguiente: Presidente: Romeo Rafael Arismendi. Vicepresidente: Felipe Méndez Quijada. Secretario General: Pablo Gómez. Tesorero: José Francisco Bermúdez Patiño, cuyo nombre se elegiría después al igual que sus estatutos. En efecto, se le dio nombre, siendo su razón social, Club Deportivo, Social y Cultural “Los Tigres de Coche” y sus estatutos fueron elaborados por su presidente fundador, Romeo Rafael Arismendi. Por efecto del prolongado tiempo y por ser este sitio de pequeño espacio, Romeo Arismendi propuso realizar una segunda reunión más amplia en otro lugar de mayor amplitud y para tal efecto se escogió el bar social “Los Amigos” del amigo Inocente “Chente” Rodríguez, ubicado en el sector El Cardón, con la finalidad de tratar los más importantes detalles conducentes  a continuar con los preparativos de los Primeros Juegos Deportivos Interbarrios de la Isla de Coche y al día siguiente se efectuó esta segunda reunión en la cual se ratificó lo aprobado en la anterior asamblea y la inauguración de la primera actividad social pública referente a los mencionados juegos deportivos se llevaría a cabo el día domingo, 24 de noviembre, a partir de las 11 de la mañana en el terreno deportivo localizado en El Botón. Se elaboró el programa siguiente: 1) Misa.  2) Ofrenda floral al Libertador Simón Bolívar. 3) Desfile de los equipos con sus respectivas madrinas. 4) Acto protocolar en el terreno de juego. 5) Elección de la madrina de los juegos deportivos. 6) Sorteo de los equipos y juego inaugural en fútbol. Estuvieron presentes en estas reuniones: Romeo Rafael Arismendi, Felipe Méndez Quijada, José Francisco Bermúdez Patiño, Pablo Gómez González, Félix Ramón Gómez González, Erasmo González Carreño, Carlos Modesto González González, Cleto Lunar, José Ramón Lunar, Pedro Alejandro Martínez, Pedro Luis Martínez, Ernesto Rodríguez, Alberto Alfonzo Cortesía, Emilio Pérez, Oswaldo Rodríguez, Luis José Rodríguez, Ponciano Suárez, Juan Antonio Vicent, Porfirio Vizcaíno, Félix Ramón Salazar, Guzmán Lozada, Juan González Carreño, Juan Lunar, Miguel Ramos, Efraín Rojas, Israel Salazar, Genil Rodríguez, Jesús González, José del Carmen Gómez González, Darío Suárez, Aramit Vizcaíno, Ignacio Suárez, Juan Suárez, Asisclo Hernández, Arturo Salazar y Joaquín Fernández Arismendi. No habiendo otro punto que tratar se dio por terminada la presente Acta en San Pedro de Coche, Isla de Coche, Distrito “Villalba”, a los veinticuatro días del mes de noviembre del año mil novecientos sesenta y ocho. Firman conformes: ……………………………………….

Transcurrieron doce años usando esta identidad de razón social de Club Deportivo, Social y Cultural “Los Tigres de Coche”, ampliamente conocido en todo el estado Nueva Esparta, cuando llegó el momento histórico para sustituirlo por otra identidad legal. Para tal efecto, se elaboró la Segunda Acta de gran importancia del cambio de Club Deportivo, Social y Cultural “Isla de Coche” por el de Centro Cultural “Isla de Coche”, la cual fue autenticada en el Juzgado del municipio “Villalba” del estado Nueva Esparta y se lee textualmente tal cual como fue exactamente su original redacción:

SEGUNDA ASAMBLEA DE SOCIOS DEL CENTRO CULTURAL “ISLA DE COCHE”-
En la población de San pedro de Coche, del estado Nueva Esparta, el día ocho del mes de Febrero de mil novecientos ochenta, a las siete y treinta y tres minutos posmeridiem, nos hemos reunidos en el salón sede del Club Social y Deportivo “Tigres de Coche”, con el objeto y fines de esta reunión es la que determina la convocatoria de ayer, llevada o entregada a cada socio en los respectivos domicilios; en esta se estableció estar presente la totalidad de los socios. Los puntos a tratar son los siguientes: Primera. Cambio del nombre o denominación del Organismo, por la causa que a continuación se especifica: El antiguo nombre Club Social, Deportivo y Cultural “Los Tigres de Coche” no corresponde a la realidad de los valores, costumbres e idiosincrasia de la comunidad de Coche y se buscó un nuevo nombre que se identificara con el objeto y fines que en esencia cultural persigue esta Organización, como lo es el rescate, la divulgación y conservación de los más originales y puros valores folclóricos del pueblo de Coche; velar y luchar por las reivindicaciones sociales y de carácter comunal de esta isla y por la práctica, en forma organizada y planificada, del deporte como medio que forme sanamente al individuo, tanto física, mental como socialmente y, en general, educar al individuo en la búsqueda de  formar un ciudadano útil  a  su sociedad.   En completa confraternidad de ideas  y  habiéndose deliberado  al respecto, se aprobó, por abrumadora mayoría que, a partir de esta fecha, este Organismo se llamará o denominará “CENTRO CULTURAL ISLA DE COCHE”. SEGUNDA: Se procede al nombramiento de la Junta Directiva, la cual quedó integrada así: Director: Romeo Arismendi; Subdirector: Anurbe Martínez: Coordinador General: Arístides Cortecía; Secretario Ejecutivo: Emilio González; Secretario de Actas, Correspondencias y Fichaje: Cleto Martínez L.; Tesorero: Alberto Alfonzo C.; Secretario de Relaciones Públicas: Carlos Rodríguez; Secretario de Propaganda: Inocente Vicent; Coordinador de Música y Folclore: Alberto Alfonzo; Coordinador de Teatro: Ramón Fernández; Coordinador de Asuntos Infantiles: Domingo González; Coordinadora de Taller: Delia Rodríguez; Coordinador de Investigaciones Culturales: José María Fermín; Coordinador de Deportes: Erasmo González; Subcoordinadores: Béisbol; José Frontado; Fútbol: Humberto Rodríguez; Básquetbol: José Carrero; Volibol; José Jesús Lunar; Softbol: Anurbe Martínez; Bolas Criollas: Esteben Córdova; Atletismo: Asisclo Hernández y Ciclismo: Enrique Martínez .TERCERA: Se autoriza al ciudadano Romeo Arismendi, en su condición de Director del Centro, para que haga la respetiva inscripción del Acta en el despacho respetivo. No habiendo otros puntos que tratar se lee la presente Acta y firman en San Pedro de Coche, a los ocho días del mes de febrero de mil novecientos ochenta.

Aparecen firmando todos los directivos electos en esta Segunda Asamblea de Socios del Centro Cultural “Isla de Coche”.

En otra página del documento se transcribe lo siguiente: Juzgado del Distrito Villalba de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva Esparta. –San Pedro de Coche, veinticuatro de septiembre de mil novecientos ochenta.-Años:121º de la Independencia y 122º de la Federación.- El anterior documento fue presentado a este Juzgado para su autenticación y devolución, por el ciudadano Romeo Rafael Arismendi, en su carácter de Director del Centro Cultural “Isla de Coche”, quién juramentado en la forma legal dijo llamarse como queda escrito, ser venezolano, mayor de edad, de profesión sociólogo, de este domicilio y titular de la Cédula de Identidad personal Nº 3.489.972.- Acordado de conformidad y presente el expresado ciudadano Romeo Rafael Arismendi, le fue leído dicho instrumento y expuso: “Bajo juramento doy fé del contenido del documento que se me acaba de leer, así como de las firmas que lo autorizan”.- En consecuencia el Tribunal lo declaró autenticado en presencia de los testigos hábiles y vecinos que suscriben, ciudadanos Germán Salazar Marcano y Cruz Arismendi Cortesía, quedando anotado bajo el número cuarenta y seis (46), y a las páginas nueve (9), diez (10), once (11) y doce (12) de los Libros de Autenticaciones que lleva este Tribunal en el presente año.- Terminó, se leyó y conformes firman----------------------------------------------------------------------------

La juez: Diony Velásquez de Rodríguez                      El otorgante: Romeo Arismendi
Los testigos: Germán Salazar y Cruz Arismendi         El secretario: Cristóbal Mujica


Personalidad Jurídica

Asentado en el Libro de Autenticaciones, Original Nº 2, llevado por el Juzgado del Municipio Villalba de este Estado, durante el año de 1980, que se Archiva en esta Oficina Principal de Registro Público, bajo el Nº 47, folios 12,13,14,15,15,17 y 18 se encuentra asentado este Documento, protocolizado su Acta Constitutiva en la Oficina Inmobiliaria de Registro Público del municipio “Maneiro”, estado Nueva Esparta, con fecha 30/08/2004, asentada con el Nº 30, Folios 172 al 178, Protocolo 1, Tomo Nº 8, tercer Trimestre.


Estatutos – Objetivos – Misión y Visión

CAPÍTULO I. DEL NOMBRE, FUNDACIÓN, AUTONOMÍA, CARÁCTER SOCIAL, DOMICILIO, TERRITORIO Y DURACIÓN: Artículo 1. Del nombre: Este Centro Cultural seguirá siendo identificado con la razón social de Centro Cultural “Isla de Coche”. Artículo 2. Fundación: Su fundación fue el 19 de noviembre del año 1968, siendo su principal creador, mentor y presidente fundador el sociólogo Romeo Rafael Arismendi y la primera directiva quedó integrada así: Presidente: Romeo Rafael Arismendi; Vicepresidente: Felipe Méndez Quijada; Secretario General: pablo Gómez González; Tesorero: José Francisco Bermúdez Patiño; Secretario de Actas y Correspondencias: Félix Ramón Gómez González; Vocales: Cleto Lunar, José Ramón Lunar Ramos y José del Carmen Gómez González. Artículo 3. Autonomía: Tiene y siempre tendrá irrevocablemente autonomía propia, sin depender de ningún organismo público ni privado, totalmente ajeno a toda manifestación política y a intereses lucrativos personales. Artículo 4. Carácter Social: Es una Organización No Gubernamental (O.N.G.), es una Organización Civil, sin fines de lucro, siendo su rango social el quehacer de todas aquellas actividades inherentes al patrón cultural de su pueblo. Su sede, ni ninguno de sus bienes podrán ser usados para proselitismo político, pero si de apoyo cuando los entes oficiales realicen acciones sociales beneficiosos para la comunidad sin que se exterioricen expresiones proselitistas alusivas al partido del gobierno o ataques a otras organizaciones opuestas al oficialismo. Artículo 5. Sede y Domicilio:  Tiene sede propia y está ubicada en la población de San Pedro de Coche, Isla de Coche, municipio “Villalba” del estado Nueva Esparta. Artículo 6. Territorio: Su espacio territorial de acción será en toda la Isla de Coche. Artículo 7. Duración: Su duración sólo podrá ser disuelta por acuerdo unánime de sus afiliados, adoptado en Asamblea General Extraordinaria convocada para tal fin. CAPÍTULO II. OBJETO, OBJETIVOS, MISIÓN Y VISIÓN: Artículo 8. Objeto: El Centro Cultural “Isla de Coche” tiene como objeto principal a la dedicación por la defensa, difusión y ejecución de proyectos o programas de nuestra cultura popular, fundamentada  esencialmente por  las diversiones  de Coche.  Así mismo,  masificar  el deporte,  con singular concentración en los niños  y  en  los adolescentes   y  proceder a  la ejecución  de todas  aquellas actividades  que de una u otra forma le proporcionen al  pueblo de  Coche  beneficios  múltiples,  que  sirvan  de  mejoras  sociales,  de sano entretenimiento, conocimientos, conciencia moral, formación cívica y en la educación ciudadana. Artículo 9. Objetivos: Entre los objetivos más definidos están los siguientes: A) Diseñar y ejecutar, con regularidad, constancia y eficiencia, programas de actividades de la cultura venezolana, muy especialmente con el folclor de la Isla de coche, determinado por sus tradicionales diversiones y parrandas populares. B) Realizar actividades del arte escénico, musicales, literatura, pintura, entre otras, especialmente para la población infantil, con la finalidad de integrarlos a nuestra cultura como protagonista del presente y del futuro, que garantice la permanencia de nuestras tradiciones. Estas acciones se harán con el formación de grupos o conjuntos infantiles, realización de talleres de formación integral, cursos, concursos y pragmatismo social. C) Efectuar anualmente, en el mes de diciembre, los dos festivales de diversiones correspondientes a los niños en el segundo viernes de diciembre y el de adultos en la última semana del mencionado mes. Estos dos festivales representan la idiosincrasia del pueblo cochense, afectuoso del acervo de su pasado histórico y de la identificación consciente de su folclor, siendo, por lo tanto, estos festivales de diversiones un patrimonio exclusivo del Centro Cultural “Isla de Coche”, que por derecho histórico le corresponde como autor, organizador y ejecutor principal.  D) Desarrollar el deporte en la comunidad, con exclusiva atención y dedicación a los niños para que tengan el espacio y el tiempo disponibles para integrarse al importante juego deportivo y, así, disfrutar de una sana competencia deportiva; aprender a cultivar amistades y compañerismos, aprender normas de buen comportamiento en el campo de juego, en su hogar y en su comunidad. Ayudarlos a formarse y a crecer saludablemente para que no sean en el futuro víctimas de las drogas, alcohol, cigarrillos y de la delincuencia en sus variadas manifestaciones.  E) Cumplir con el deber de gestionar ante los poderes públicos local, regional y nacional, la solución de determinados problemas comunitarios de Coche, que ameriten su atención y satisfactoria respuesta.  F) Promover el progreso del pueblo de la Isla de Coche ante las instancias gubernamentales y privadas, con el propósito de que sus interese de vida socioeconómica sean dadas a conocer para poder lograr obras que generen desarrollo a la comunidad cochense.  G) Ejecutar, con la debida planificación y organización, los talleres, cursos u otras actividades orientadas  a la formación decorosa y cívica del ciudadano, que satisfaga la redefinición de conducta, la adquisición de conocimientos elementales de participación y convivencia comunitaria, la concienciación ciudadana en base a los más primordiales principios, valores, costumbres, preceptos moralistas y éticas, y de todo tipo de enseñanza, aprendizaje que, como proceso continuo y asertivo, le proporcione un valioso complemento en una formación distinguida, ajustada a las leyes y al orden de la sociedad.  H) Apoyar, en cuanto le sea posible, la ejecución de actividades organizadas por otras instituciones públicas y de índole privada, siempre y cuando las mismas no tengan nada que ver con política partidista o con fines netamente personales que no aporten beneficios a la sociedad.  I) Brindar la colaboración, cuando sea solicitada, a los planteles educativos, centros de salud, los consejos comunales,  las agrupaciones folclóricas,   los  clubes  deportivos,   la Alcaldía,  el Concejo  Municipal,  el  Cuerpo  de Bomberos,  Protección Civil,   la Guardia Nacional Bolivariana,  el Cuerpo de Policía,  la Iglesia, Juntas de Fiestas Patronales de cada pueblo de Coche y otras organizaciones comunitarias y para aquellas personas que necesiten recabar recursos económicos ante una emergencia de salud o acción de beneficio social.  J) Cometer espectáculos públicos, con las presentaciones de grupos musicales y del arte escénico, tanto de Coche como de Margarita y de otras regiones del país.  K) Consumar públicamente y de manera periódica, programas especiales dedicados a los niños, denominado “Programa Dominical Infantil”, sobre concursos de conocimientos generales, música, canto, baile, poesía, cuentos, pintura, juegos tradicionales, entre otras actividades, que les sirvan de sano esparcimiento, acumulación de saberes, motivación, orientación e identidad con nuestra cultura popular. L) Conjugar pedagógicamente las actividades infantiles (anteriormente reseñadas) con inducciones de orientación de conductas enfocadas por el orden y leyes de la sociedad, con todo el esfuerzo de profesionales de las ciencias psicosociales, con la finalidad de redefinir un modelo de comportamiento ideal de un presente para garantizar en el futuro un excelente ciudadano. M) Funcionamiento de escuelas de música, canto, danzas, teatro, literatura, pintura, deportivas, exclusivamente para niños y adolescentes, en el logro de una formación de nuevos recursos en esos saberes de nuestra cultura popular. Este complejo de escuelas para la enseñanza de los instrumentos musicales, se honrará con el epónimo de Rafael González; la Escuela de Cuatro: Eleuterio “Tellito” Salazar; la Escuela de Guitarra: Abdón Lozada; la Escuela de Mandolina: Eladio González; la Escuela de Maracas: Severo “Manchao” Alfonzo y la Escuela de Diversiones: Alberto Alfonzo.  N) Crear conjuntos o grupos de niños en las áreas musicales ya señaladas, tales como una estudiantina, una coral, un conjunto musical tradicional, grupos de danzas y teatro, como una estrategia conformativa, organizada, participativa y de relevo por mantener el acervo cultural originario de nuestro pueblo.  P) Fundar brigadas de niños con conciencia ambientalista, dedicados a consumar actividades de ordenamiento, limpieza, pintura, siembra de árboles, entre otras, constituyéndose en unos defensores y guardianes del medio ambiente.  Q) Perpetrar cualquier otra actividad lícita y de interés comunitario, acorde con los objetivos específicos que sus normas y el presente documento estatutario establezcan.  Artículo 8. Misión: Su misión se limitará a planificar, organizar, propiciar, apoyar y ejecutar todos aquellos proyectos y actividades que, dentro del marco legislativo vigente y conforme a las leyes, se consideren importantes, necesarios y convenientes para el mejoramiento de la calidad de vida cultural de todos los habitantes del municipio “Villalba”. Por la defensa y conservación de su folclor, por la masificación del deporte, empezando con los niños, por la formación de un perfil de identidad moral y ético, conocimientos y vocación cívica, en el marco de un proceso planificado de enseñanza y aprendizaje.  Artículo 9. Visión: Consolidarse como un factor de desarrollo para la comunidad cochense y ejemplo de un trabajo mancomunado, donde resalten la unión, la paz, el orden y la voluntad consciente del deber y la obligación de ejercer un trabajo social y ganarse la estima, el apoyo, la confianza y el prestigio del pueblo de Coche y más allá de nuestra frontera cultural. CAPÍTULO III. JUNTA DIRECTIVA: ELECCIÓN, ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES: Artículo 10: Este Centro Cultural es una Asociación Civil de sólo interés comunitario, de carácter autónomo,  es de esencia cultural intrínseca,  sin fines de lucro,  está administrado y dirigido por una Junta Directiva que funciona como un Consejo  Consultivo,  entre sus directivos  y  asesores,  conformado  por  su Presidente Fundador y por las siguientes coordinaciones;  Coordinación General; Secretaría de Actas, Correspondencias y Fichajes: Social; Finanzas; Propaganda; Diseño y Publicidad; Educación y Animación; Movilización; Atención al Menor; Diversiones; Artes Escénicas y Musicales; Deportes; Investigación Patrimonial; Atención, Recepción y Festejos; Mantenimiento y una Asesoría Legal. Cada Coordinación tiene la facultad de actuar con autonomía para crear y proponer a la Junta Directiva sus planes de acción.  Artículo 11. La Directiva será nombrada solamente por sus miembros inscritos formalmente e identificados con su carnet, que lo acredita como socio de esta Organización Cultural, por lo que más nadie puede intervenir en sus asuntos internos. Durará cuatro años en sus funciones, pudiendo ser ratificados o suspendidos por decisión democrática de la Asamblea General de Socios del Centro Cultural “Isla de Coche”, cuando las circunstancias así lo ameriten.  Artículo 12. Para ser postulado o aceptado en la Junta Directiva se debe tomar en cuenta las siguientes condiciones: a) Tener por lo menos cinco años de antigüedad en el Centro Cultural “Isla de Coche” o, en su defecto, haber tenido relaciones cordiales con esta Institución Cultural y ser apreciado como una persona de confianza.  b) Poseer solvencia moral comprobada y ser reconocido como una persona honesta en la comunidad, ajustada a los valores y principios de nuestras leyes y sanas costumbres.  c) Ostentar un perfil de aptitud y actitud vocacional de servicio favorable que garanticen el cumplimiento de sus funciones.  Artículo 13. Los directivos serán nombrados por una mayoría simple, pudiéndose llegar hasta un tercer intento cuando en las dos anteriores no asistieren al menos el 30 % de sus miembros y en este último caso se procedería con la cantidad de miembros presentes. Artículo 14.  La Junta Directiva podrá decidir, en última instancia, la destitución de un directivo cuando sea inobjetable su prolongada ausencia y que no cumpla con las funciones inherentes al cargo que ocupa.  Artículo 15. En caso de que un directivo le falte el respeto a otro directivo, el presidente fundador podrá amonestarlo por escrito y suspenderlo de sus funciones por un tiempo determinado. Luego podrá pasar este caso a la Junta Directiva quien en última instancia decidirá su exclusión del Centro Cultural o su suspensión definitiva. En caso de presentarse este caso, el Consejo de la Junta Directiva nombrará su sustituto. Artículo 16. Si renunciase por voluntad propia un directivo, la junta Directiva procederá de la misma manera enunciada en el artículo anterior. Artículo 17. El Consejo Consultivo de la Junta Directiva tendrá las facultades siguientes: a) Ser la máxima autoridad representativa, relacionista y operativa del Centro Cultural “Isla de Coche”. b) Velar por el cumplimiento de estos Estatutos y las resoluciones que emanen de las asambleas, los reglamentos que se adopten e imponer las sanciones aprobadas.  c) Aprobar e improbar cualquier proyecto, programa, plan operativo y demás ideas que se sometan a consideración que redunden en beneficio de la Institución.  d) Buscar siempre un alternativa de rotación, sustitución, inclusión y todo tipo de estrategia organizativo, que permita contra con un equipo responsable en el cumplimiento de sus respectivas funciones. e) Convocar a asamblea ordinaria o extraordinaria  cuando  lo considere necesario. f) Elaborar los reglamentos internos, tales como el reglamento de los festivales de diversiones de la Isla de Coche, de los programas dominicales infantiles, de los concursos de conocimientos, de las escuelas de música, de los concursos literarios y de otras áreas propias de nuestra cultura y todo debate interno.          g) Tomar medidas disciplinarias para aquellos miembros  que incurran en falta  que amerite  sanciones, principalmente válido para aquel directivo que por agresión verbal, física y gestos lo haga en contra de otro directivo u otro miembro. En este caso, el directivo o miembro ofendido podrá plantear el caso ante la Junta Directiva.  h)  La Junta Directiva asume la función de ser el Consejo del tribunal disciplinario.  i)  Resolver, en última instancia y sin apelación, cualquier problema o controversia que se suscite entre los miembros del centro Cultural “Isla de Coche”, de tal manera que la solución sea la más objetiva, sana y transparente posible.  j) Asumir la responsabilidad y el deber de defender al Centro Cultural “Isla de Coche” ante cualquier ataque desmedido, de intriga y destructivo por parte de terceras personas y cuando las circunstancias lo ameriten deben declararlas personas no gratas a nuestra Institución.  k) Reunirse, por lo menos, una vez a la semana.  l)  Disponer de distinciones honoríficas para aquel directivo o miembro que, a juicio de la Directiva, se haga merecedor y de acuerdo al cumplimiento exitoso de sus funciones.  m) Resolver todo lo no previsto en estos Estatutos.  Artículo 18. Son atribuciones del Presidente Fundador:      a) Ser el máximo representante legal ante cualquier instancia constitucional y de condición social.  b) Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” en actos públicos y ante cualquier organismo oficial o privado.  c) Presidir las reuniones y asambleas ordinarias y extraordinarias.  d) Firmar las actas, las correspondencias, los carnets, cheques, convenios, proyectos y todo tipo de documento legal inherente a los intereses de este Centro Cultural.  e) Constituirse en el líder, guía y orientador del equipo directivo, extensivo a todos los miembros, con la finalidad de motivarlos, de concienciarlos y sensibilizarlos en pro de un desarrollo personal para que sea un eficiente cumplidor de sus deberes, donde se destaquen el afecto, el respeto, la unión, la armonía, la solidaridad, la empatía y la vocación de trabajo, tanto para esta Institución como para todos los amigos y compañeros de labores culturales.   f) Liderar la dinámica de grupo de los directivos y de todos los miembros, con el fin para que cada quien asuma su responsabilidad ejecutiva inherente a su cargo, saber ubicarse correctamente en su estatus sin inmiscuirse arbitrariamente en los de otros directivos, sino que mas bien se brindarían el uno al otro la más acertada y oportuna empatía, asertividad, relaciones cordiales, asertividad y colaboración.  g) Cumplir con la responsabilidad de llevar a cabo las importantes relaciones públicas con los organismos oficiales, privados, comunitarios y con los medios de comunicación social.  h)  Dar a conocer interna y externamente la programación de actividades y su posterior realización, a través de los medios de comunicación social. i) Suspender de sus funciones al directivo que incida en faltarle el respeto a otro directivo, inclusive a cualquier miembro de la Institución y pasar el caso a la Junta Directiva, quien concluirá si la suspensión es definitiva o no y según la gravedad de la falta justificaría su exclusión de esta Institución. Artículo19.  Son atribuciones de la Coordinación General:  a) Sustituir al Presidente en sus funciones cuando éste esté ausente. b)  Conjugar el liderazgo de la Coordinación General con las demás coordinaciones, sirviéndole de guía, control y seguimiento en la consecución del trabajo en equipo. c)  Firmar los cheques,  los documentos  y las  correspondencias.            d) Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” en todo acto oficial, público o privado,  convenios  y  otros tipos de actividad de interés para la Institución. e) Sistematizar con la Presidencia y la Coordinación de Finanzas todo lo relativo  al movimiento  de ingresos  y  los egresos de dinero, además de otros recursos o de bienes. Artículo 20. Son atribuciones de la Coordinación de Actas, Correspondencias y Fichajes: a) Firmar las correspondencias enviadas y recibidas.  b) Lograr que las correspondencias enviadas lleguen a su destino.     c) Convocar a los miembros para las reuniones y asambleas.  d) Tomar notas de lo que se plantea, se discute y se aprueba en cada reunión o asamblea, pasar la asistencia, levantar el acta y transcribirla en el Libro de Actas con las firmas de los presentes.  e) Planificar y llevar un registro de todas las actas en el Libro de Actas.  f) Llevar un registro de las diversas actividades de las coordinaciones que conforman la Junta Directiva. g) Asistir al presidente en la planificación y organización de todo lo relativo a la elaboración de las planillas de inscripción para los miembros ya identificados y para otros solicitantes y para el control de los carnets. g) Registrar en el Libro de Vida del Centro Cultural “Isla de Coche” todas aquellas actividades importantes cumplidas por la Institución y elaborar una cartelera donde se registre todo tipo de información que tenga que ver con temas de sumo interés al mundo de nuestra cultura, además de fotos y planes de trabajo.  Artículo 21. Son atribuciones de la Coordinación de Finanzas: a) Conducir la contabilidad.  b) Firmar, conjuntamente con el presidente y el coordinador general, los documentos relativos a erogaciones, cobros, cuentas bancaria, adquisición de bienes, entre otras actividades financieras.  c) Planificar y ejecutar organizadamente actividades que generen ingresos económicos y ser vinculante con aquellas coordinaciones que realicen actividades públicas en la sede del  Centro Cultural “Isla de Coche” que produzcan entrada de dinero. d) Cobrar las cotizaciones de los miembros.  e) Presentar, periódicamente, a la Directiva el balance general de ingresos y egresos.  f) Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” ante otros organismos y en actos públicos.  Artículo 22. Son atribuciones de la Coordinación Social: a)  Planificar y organizar actos de contenido sociorecreativo que sean de la aceptación popular, como por ejemplo: Día de la Madre, del Padre, del Niño, efemérides, bingos familiares, cumpleaños, reconocimientos.  b) Asistir al Coordinador de Asuntos Infantiles en los actos dedicados a los niños, como en los festivales infantiles de diversiones, programas dominicales, concursos de canto, conocimientos, literarios, juegos recreativos, entre otras atenciones al menor.             c)  Atender las solicitudes que se hagan pidiendo la prestación de algún espacio de la sede del Centro Cultural “Isla de Coche” y cuando se trate  de la condición de alquiler lo regularizará con la Coordinación de Finanzas. d) Si conociera de algún problema que afecte la salud de determinada persona que requiera algún donativo de medicina, equipo o ayuda económica, proceder a plantearlo a la Junta Directiva para tratar si es posible colaborar en la búsqueda de la obtención de esa ayuda.  e) Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” ante otros organismos y en actos públicos.  Artículo 23. Son atribuciones de la Coordinación de Propaganda: a) Divulgar en la comunidad las actividades programadas, a través de volantes, invitaciones, perifoneos, afiches, pancartas, avisos manuales y pancartas.  b) Conjuntamente con la Coordinación de Actas, Correspondencias y Fichajes,  elaborarán  una cartelera  informativa  que  recoja las actividades programadas y las que se han cumplidas, además de otros temas interesantes. c) Tener la iniciativa de buscar espacio en la comunidad donde se puedan pintar murales que embellezcan el medio ambiente y sirva de difusión para mensaje de sensibilización socioeducativos. d) Ocuparse del cuido de materiales y de los equipos que se usan para la propaganda, ejercer un control  y  un buen seguimiento de su existencia.  e) Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” ante otros organismos y en actos públicos.  Artículo 24. Son atribuciones de la Coordinación de Movilización: a) Encargarse del manejo, control y seguimiento de la unidad del autobús del Centro Cultural “Isla de Coche”.  b) Estar pendiente del estado físico del autobús y actuar cuando hay que hacerlo ante cualquier avería que se presentase para mantenerlo en buenas condiciones c) Trasladar a los directivos cuando haya compromiso de trabajo.  d) Asegurar el transporte del Centro Cultural “Isla de Coche” para la movilización de los grupos folclóricos en los festivales de diversiones o cuando se necesita para otros tipos de actos populares e igualmente para prestarle igual servicio a los equipos deportivos.  e) Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” ante otros organismos y en actos públicos.  Artículo 25. Son atribuciones de la Coordinación de Educación y Animación: a) Coordinar las actividades que involucren principalmente la participación del menor, utilizando técnicas de motivación y comunicación asertiva, que permitan brindarle una muestra de educación proactiva.             b) Poner a prueba las aptitudes, actitudes y las inquietudes psicosociales más explosivas del niño y de la juventud con la aplicación de talleres, cursos, charlas u otro tipo de inducción psicopedagoga.  c) Realizar diversificados concursos que sean medios para que los jóvenes exterioricen el potencial nato de su capacidad cognoscitiva y psicomotora. Por ejemplo, los concursos de conocimientos, literarios, festivales de la voz infantil y juvenil, de pintura, entre otros.  d) Redefinir conductas del menor hacia una formación de educación calificativa, participativa y sujeta a los valores morales y éticos, contando con el apoyo de profesionales en conducta como lo son los psicólogos, psiquiatras, sociólogos, orientadores, educadores psicopedagogos y trabajadores sociales.  e) Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” ante otros organismos y en actos públicos. Artículo 26. Son atribuciones de las Coordinaciones de Diversiones, Artes Escénicas y Musicales, con sus respectivas Subcoordinaciones: a) Planear proyectos, ideas o programas, que puedan ser insertados para lograr ampliar, difundir, formar y enriquecer más a nuestra cultura popular.  b) Organizar actividades internas y actos públicos con la presentación de nuestras agrupaciones culturales y de otras poblaciones o estados del país.  c) Lograr que funcionen las escuelas para la enseñanza de instrumentos musicales: el cuatro, la guitarra, la mandolina y los instrumentos de percusión.  d) Instituir  grupos polifónicos como una estudiantina o una coral, conjuntos musicales tradicionales, grupos de danza y teatro.  e) Aunar sus funciones por el trabajo organizativo de los dos festivales de diversiones de la Isla de Coche, tradicionalmente celebrados en la segunda quince de diciembre en la sede del Centro Cultural “Isla de Coche”.  f) Preservar para tener en actividad al conjunto musical “Delirio Marinero”, grupo patrimonial del Centro Cultural “Isla de Coche”, constituido por selectos músicos de nuestra cultura musical. g) Cuando se vaya a realizar una gira de nuestras diversiones, le corresponderá organizarse internamente para seleccionar a los integrantes que conforman una diversión y quiénes serán los músicos, las guarichas y demás componentes.  h) Apoyar a los festivales de diversiones, al aniversario del Centro Cultural “Isla de Coche”, a los programas dominicales infantiles, a los concursos y a toda actividad que amerite la actuación de los grupos musicales.  i) Coordinar lo necesario en relación a ensayos, grabaciones y presentaciones públicas.  j)  Representar a  la  Isla de Coche  y  a nuestra Institución Cultural en actos de nuestra cultura popular que se efectúan dentro y fuera del municipio “Villalba”. Artículo 27. Son atribuciones de la Coordinación de Deportes, con sus respectivas Subcoordinaciones: a) Elaborar el plan anual de actividades deportivas que se puedan ejecutar.  b) Mantener contacto y buena relación social con los clubes o equipos deportivos que faciliten su insertación a la práctica deportiva organizada. c) Efectuar torneos e intercambios deportivos entre equipos de Coche y de la Isla de Margarita, inclusive de otros estados de Venezuela. d) Tener como auxiliares a un equipo de subcoordinadores en las disciplinas de fútbol, fútbol de sala, béisbol, básquet, volibol, softbol, atletismo, bolas criollas, ajedrez, ping pong, dominó y truco, para todas las edades y ambos sexos, pero con una dedicación especial a los niños y a la juventud. El objetivo es incorporarlos a todos los que sean posibles para que cada quien disfrute su juego preferido y acorde a su edad.                 e) Elaborar planillas de registro para tener a disposición de un banco de datos, lo cual facilitaría una mejor planificación y organización para la conformación de equipos y realización de torneos deportivos.  f) Concretar anualmente los juegos deportivos interbarrios y caserío de la Isla de Coche en la categoría menor de quince años. g) Actualizar siempre el inventario sobre el material deportivo, que ofrezca a bien conocer el registro de las necesidades y la tenencia de los útiles deportivos. h)  Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” ante otros organismos y en lo concerniente a los actos deportivos que se efectúen en Coche y fuera de su territorio. Artículo 28. Son atribuciones de la Coordinación de Asuntos Infantiles: a) visualizar un gran proyecto de alcance multi social, que conlleve al niño a disfrutar de una asistencia exclusiva en determinadas actividades de nuestro quehacer cultural y que le sirva de complemento para su formación integralmente cualitativa.               b) Desempeñar un papel importante en la realización de cada festival infantil de diversiones.  c) Unir su función con la Coordinación de Educación en lo relativo a las inducciones educativas, programadas a través de charlas y de talleres y en los concursos especialmente diseñados para ellos.  d) Apoyar a la Coordinación de Deportes en la organización de los juegos deportivos infantiles.  e) Organizar los programas infantiles dominicales, los concursos de pintura, canto, cuentos, poesía y juegos tradicionales.  f) Programar paseos a los niños más sobresalientes hacia la Isla de Margarita, con el propósito de estimularlos por su buen compartimiento y que sirva de ejemplo para los demás niños. g) Activar una brigada de niños ambientalistas, que se ocupe de dar el ejemplo a la comunidad sobre la protección del medio ambiente, cumpliendo con las tareas de estar limpiando, pintando y sembrando.                   h) Representar al Centro Cultural “Isla de Coche” en Asuntos  del Niño ante organismos oficiales competentes en Atención al Menor y en los actos públicos. Artículo  29.  Son  atribuciones de  la Coordinación  de  Diseño  y  Publicidad: a) Planificar, dirigir y coordinar las actividades de diseño y publicidad que identifique al Centro Cultural “Isla de Coche”.  b) Diseñar la estrategia de publicidad a través de una página Web que se utilizará para dar a conocer las actividades que realiza el Centro Cultural “Isla de Coche”.                  c) Encargarse de diseñar los carnets, las portadas de los libros, programas y proyectos creados por el Centro Cultural “Isla de Coche”.  d) Programar, proyectar y organizar una serie de elementos para producir imágenes visuales destinadas a comunicar un mensaje a la comunidad.  e)  Crear una eficiente comunicación visual de la importancia de las acciones cumplidas.  f) Innovar cada año el diseño publicitario de los festivales de diversiones e igualmente con otras importantes actividades que realiza el Centro Cultural “Isla de Coche”.  Artículo 30. Son atribuciones de la Coordinación de Aseo y Mantenimiento:                  a) Conservar la limpieza en las áreas de la sede del Centro Cultural “Isla de Coche”.             b) Supervisar las instalaciones de la sede para conocer si existen fallas eléctricas, deterioro de tuberías, paredes, piso y otros problemas de construcción y aseo.  c) Liderar la acción de limpieza que con oportuna regularidad debe implementarse para conservar el ambiente de una manera limpia y confortable.  d) Asumir la responsabilidad de gestionar y disponer de los instrumentos de aseo y mantenimiento.  e)  Tomar conciencia de la importancia ambiental y estética  que luciría la sede cuando está limpia y pintada. Debe conocer cuáles son los beneficios que pueden obtenerse de su aplicación y las consecuencias negativas que pueden generarse si permanece sucia y abandonada.  f) Entender que el propósito del aseo y mantenimiento es el de conservar las instalaciones en buen estado físico, que facilite el cumplimiento de las actividades y presente un confortable medio ambiente. Artículo 31. Son atribuciones de la Coordinación de Atención, Recepción y Festejos: a) Conformar un equipo amplio de mujeres que se encargue de recibir con la más esmerada cordialidad de atención a los invitados por el Centro Cultural “Isla de Coche”. b) Estar atentos en cuanto a brindarles a los invitados la mayor comodidad posible.  c) Organizarse en un grupo protocolar, con uniformidad de vestuario y criterios técnicos sobre recepción.  d) Coordinar los actos festivos que se programen con fines benéficos para el  Centro Cultural “Isla de Coche”, celebración de días especiales, aniversario de nuestra Institución, cumpleaños de los socios, los bingos bailables y otros atractivos motivos de encuentros de recreación social. Artículo 32. Es atribución de la Asesoría Jurídica: Único. Ser el representante legal de esta Institución ante cualquier instancia, cumplir con el rol de asesor jurídico, visar y tramitar lo concerniente al registro de documentos ante los organismos públicos competentes. CAPÍTULO IV. REQUISITOS PARA SER MIEMBRO  DEL CENTRO CULTURAL “ISLA DE COCHE”. Artículo 33.  Para pertenecer y ser reconocido legalmente como miembro o socio del Centro Cultural “Isla de Coche”, el solicitante deberá requerirlo por escrito a la Junta Directiva explicando su motivación, quien decidirá si reúne los requerimientos para ser aceptado.  Artículo 34. Cuando le sea aprobada su integración como nuevo miembro o socio, se procederá a elaborarle su carnet que lo acredita como tal y pueda hacer uso de sus derechos enunciados en estos Estatutos. CAPÍTULO V. DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS MIEMBROS. Artículo 35.  Haber cumplido con los requisitos para poder ser admitido como miembro del Centro Cultural “Isla de Coche”,  Artículo 36.  Cumplir y hacer cumplir los Estatutos del Centro Cultural “Isla de Coche”.   Artículo 37.  Asistir puntualmente  a  las reuniones ordinarias y extraordinarias convocadas por el Centro Cultural “Isla de Coche”. Artículo 38. Participar en todas aquellas actividades programadas por este Centro Cultural y conformar comisiones de trabajo. Artículo 39. Defender al centro Cultural cuando éste sea objeto de censuras injustas e inapropiadas.  Artículo 40. Apoyar moral y operativamente a la Directiva en los planes que a bien se formulen en beneficio de su crecimiento integral y en las actividades públicas que se programan. Artículo 41. Interponer sus buenos oficios en función de que los actos públicos organizados por esta Institución revistan de esplendor y reine la mayor armonía.  Artículo 42. Intervenir con derecho de palabra y voto en las deliberaciones de la Asamblea, aceptar los acuerdos de la mayoría, preservar el orden y  tener respeto  a la opinión  de  los demás  socios.  No expresar palabras obscenas  o gestos agresivos y no interrumpir cuando otro miembro esté en el uso de su intervención. Artículo 43. Como norma de cortesía,  el socio que por determinada razón se tiene que ausentar de la Asamblea, debe manifestarlo con correcta educación. Artículo 44. Debe mantener en todo momento un ejemplar comportamiento en la sede de este centro Cultural y en la comunidad, considerando que una conducta gravemente desviada del socio perjudica el status institucional del Centro Cultural “Isla de Coche” y le causaría desprestigio ante la opinión pública. Artículo 45. Los miembros del Centro Cultural “Isla de Coche” deben guardar entre sí la más cordial unión y concordia, sin que se susciten intrigas y acusaciones prejuiciadas que conduzcan a un odio o enfrentamiento agresivo que rompa la unidad que debería existir entre todos. Artículo 46. Cuando un miembro se enfermara, se nombrará una comisión especial para visitarlo, expresarle los sentimientos del Centro Cultural por su pronta sanación y ponerse a la orden ante cualquier emergencia.  Artículo 47. En el lamentable caso de un fallecimiento, una comisión del Centro Cultural “Isla de Coche” acudirá a las exequias, ofrendará una corona de flores naturales y acordará ocho (8) días de duelo. Artículo 48. Cumplir con los Estatutos del Centro Cultural “Isla de Coche”, CAPÍTULO VI. DEL RÉGIMEN DE LAS ASAMBLEAS.  Artículo 49. Previo anuncio del secretario de Actas de que existe quórum reglamentario, el presidente declarará abierta la Asamblea y se procederá a la lectura de la agenda del día para su consideración. Artículo 50. Cuando la Asamblea sea Extraordinaria, solamente se dará lectura a la convocatoria, siendo el único punto de discusión. Artículo 51. Si in miembro desea intervenir, lo hará levantando el brazo. Artículo 52. Queda terminantemente prohibido las acusaciones ofensivas personales, pudiendo el presidente declarar fuera de orden al infractor. Artículo 53. Quien esté en el uso de la palabra no debe ser interrumpido en su derecho por ninguno de los presentes en la Asamblea. Artículo 54. El derecho de palabra le será concedido al primero que lo solicitare. Artículo 55. Cuando se considere que una proposición esté suficientemente discutida, se podrá someter a consideración de los socios presentes para su aprobación o desaprobación. Artículo 56. Cualquier miembro en la Asamblea tiene el derecho de solicitar una rectificación en la cuenta de los votos y así se despejará toda duda y permanezca la confianza y armonía durante el desarrollo de la misma. Artículo 57. Cuando un miembro, por determinada causa justa, necesita ausentarse de la Asamblea, deberá excusarse por respeto y cortesía ante todos los presentes. Artículo 58. Cuando se haya agotado el orden del día, el presidente  dará  por  finalizada la Asamblea y agradecer cordialmente su presencia. CAPÍTULO VII. DE LAS FALTAS Y SUS SANCIONES. Artículo 59. Se entiende por falta para los efectos de estos Estatutos, los hechos que a continuación se determinan que pudieran ocurrir tanto en la sede del Centro Cultural “Isla de Coche” como en otro lugar. Las mismas se clasifican en graves, leves y disciplinarias. Artículo 60. Son faltas graves: a) Hacer proselitismo político partidista en la sede del Centro Cultural “Isla de Coche”, permitir que otros lo manifiesten y usar su nombre para los mismos efectos. Quienes así incurrieren en tan grave falta, serán amonestados con expulsión. La esencia filosófica y social de la moral y la ética del Centro Cultural “Isla de Coche” es mantener estrictamente una posición neutral en la diatriba de la política partidista de Venezuela. b) Exhibición de armas de cualquier tipo en la Institución. c) Participar en riñas, disturbios o en peleas deplorables.  d) Agresiones verbales de alto contenido violento.   e) Toda injuria, amenaza, descalificación  o  rebeldía indisciplinaría proferida públicamente en contra de la Institución y/o de sus directivos. f) Consumar hechos o expresiones obscenas y escandalosas. g) La destrucción, pérdida, venta, canje, apropiación indebida de los bienes del Centro Cultural “Isla de Coche”. h) incurrir en actos de corrupción administrativa. i) la ausencia prolongada e injustificada de un directivo en la sede del Centro Cultural “Isla de Coche” y no participar en sus actividades programadas.   i) Toda pauta de conducta que vaya en contra de la moral y de los principios del Centro Cultural “Isla de Coche” y j) Cualquier otra que sea catalogada de grave por la Directiva del Centro Cultural “Isla de Coche”. Artículo 61. Son consideradas faltas leves: a) Discusiones airadas pero sin llegar a la violencia y no violen la unión y paz entre ellos. b) ausencia temporales u ocasionales de la sede por parte de un directivo.         c) Otras que a juicio de la Junta Directiva sean consideradas no perjudiciales para la Institución. Artículo 62. Son faltas indisciplinarias: Único. Las cometidas en contra de los Estatutos, Reglamentos Internos, Acuerdos y demás disposiciones legales, las cuales serán calificadas de graves o leves, según criterio de la Junta Directiva. Artículo 63. Los que incurrieren en alguna de las faltas contenidas en los artículos del Capítulo VII, quedarán sometidos a las sanciones que estime la Junta Directiva del Centro Cultural “Isla de Coche”. CAPÍTULO VIII. PATRIMONIO Y FINANCIAMIENTO. Artículo 64. En su largo historial como principal protagonista de las manifestaciones populares, donde se destacan el folclor en sus artes escénicas y musicales, equipos deportivos, agrupaciones y programas, que son de su autoría inalienable y, por lo tanto, pertenecen a su patrimonio cultural. Son nuestros patrimonios: a) Festival Adulto de Diversiones  de la Isla de Coche.    b) Festival Infantil de Diversiones de la Isla de Coche.  c)  Programa Dominical Infantil.  d) Concursos de Conocimientos. e) Agrupación Folclórica de Diversiones “Isla de Coche”.  f) Conjunto Musical “Delirio Marinero”.  g) Grupo de Danzas “Sal y Pesca”.  h) Conjunto Infantil “Los Piragüeros”.  i) Grupo de Teatro “Marejadas”. j) Complejo de Artes Escénicas y Musicales “Rafael González”.  k)  Escuela de Cuatro  “Eleuterio “Tellito” Salazar”.  l)“  Escuela de Guitarra “Abdón Lozada”.   m) Escuela de Mandolina “Eladio González”.  n) Escuela de Diversiones “Alberto Alfonzo”. o) Selección Deportiva “Los Tigres de Coche” y “Los Navegantes de Coche”.  p) Escuela de Béisbol Menor “Antonio Martínez”.  q) Juegos Deportivos Interbarrios y Caseríos de la Isla de Coche.  r) Biblioteca “Maestro Guzmán Salazar”. s)  Biblioteca Virtual  “María Lunar López”. Artículo 65.  El patrimonio financiero del Centro Cultural “Isla de Coche” está sujeto a las donaciones, subvenciones y demás liberaciones que reciba de personas naturales, jurídicas, públicas y privadas, del dinero proveniente de las rifas, verbenas, bingos, presentaciones de conjuntos o grupos musicales, entre otros medios de recaudación monetaria. Artículo 66. Las agrupaciones de las Artes Escénicas y Musicales y las selecciones deportivas, previamente identificadas en el capítulo VIII, estarán autorizadas para representar al Centro Cultural “Isla de Coche” y al pueblo cochense en sus presentaciones dentro y fuera del municipio “Villalba”, en sus respectivas especialidades. CAPÍTULO IX. SÍMBOLOS Y NOTA DE DUELO. Artículo 57.  El Centro Cultural “Isla de Coche” tiene una bandera para fines de identificación, su único color es el amarillo crema y sus dimensiones son de dos (2) metros de lrgo por un (1) metro de ancho, en forma rectangular. Lleva sus iniciales en la parte central que dice: C.C.I.C, el dibujo del mapa de la Isla de Coche y tiene insertado los símbolos culturales del Centro Cultural  “Isla de Coche”,  ubicados de la manera siguiente:  En la parte derecha un libro que expresa la cultura de la educación y del conocimiento intelectual. En el centro un símbolo deportivo que expone la cultura de la práctica deportiva y a la izquierda un cuatro y un par de maracas que manifiestan la cultura musical folclórica de la Isla de Coche.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES INTERIORES Y JUSTICIA
SERVICIO AUTÓNOMODE REGISTROS Y NOTARÍAS
REGISTRO PÚBLICO DEL MUNICIPIO MANEIRO ESTADO NUEVA ESPARTA
Diecinueve (19) DE Agosto del dos mil quince (2015)
205º y 156º
El anterior documento fue redactado por el (la) Abg. VENANCIO RAFAEL SALGADO inscrito (a) en el Inpreabogado Nº 123089; identificado con el Número 396..2015.3.36, de fecha 02/07/2015. Planilla Unica bancaria Nº 39600035365. Presentado para su registro por ROMEO RAFAEL ARISMENDI, CÉDULA Nº V-3489.972. Fue leído y confrontado con sus copias en los protocolos y firmados en estos y en el presente original por su (s) otorgante (s) ante mí y los testigos JOSE GREGORIO ACOSTA VILLALOBOS y BRIANELLYS MARGARITA FERNANDEZ RODRIGUEZ con CÉDULA Nº  V- 9.734.281 y V-13.192.213. La revisión legal y la revisión de prohibiciones fueron realizada por el (la) ABG. ROXANA DEL VALLE MARCANO DE MENDEZ, con CÉDULA Nº V-9.427.684 funcionario (a) de esta Oficina de Registro. La identificación de (los) Otorgante (s) fue efectuada así: ROMEO RAFAEL ARISMENDI,  nacionalidad  VENEZOLANA,  estado civil  DIVORCIADO,  CÉDULA          Nº     V-3.489.972. Los       Recaudos COPIA DEL LIBERO, LISTADO DE ASISTENCIA Y CONVOCATORA agregados al Cuaderno de Comprobantes bajo los números 9160 y 9161 y folios 21622-21649 y 21650-21650 respectivamente, Este documento quedó inscrito bajo el (los) Número(s)50 folio (s) 247 del (de los) Tomo (s) del Protocolo de Transcripción del presente año respectivamente. Este documento quedó otorgado en esta oficina a las 11:24 a.m. Firman: El Otorgante: Romeo Arismendi             La Registradora: Dra. Giulia La Rosa Saladini Los Testigos: José Gregorio Acosta Villalobos y Brianellys Margarita Fernández Rodríguez.

IDENTIFICACIÓN CURRICULAR

1.      DENOMINACIÓN SOCIAL

Centro Cultural “Isla de Coche”

2.      FECHA DE FUNDACIÓN
       
      19 de noviembre del año 1968

3.      DEFINICIÓN

El Centro Cultural “Isla de Coche”  es una Organización No Gubernamental (O.N.G.), de carácter civil. sin fines de lucro, autónomo, con personalidad jurídica, fundado para ser un instrumento social y legal que permita disponer de una organización seria, responsable y asertiva, en función de cumplir una misión estrictamente dedicada al progreso de la Isla de Coche, tomando en cuenta su condición socioeconómica que amerita el apoyo de sus hijos para alcanzar niveles de bienestar y consumar una gama de actividades que mantenga vigente y enaltezca el folclor de la Isla de Coche, principalmente nuestras diversiones, la masificación del deporte, la formación de recursos humanos, la sensibilidad y concienciación de  la identidad cultural como valor social que determina la personalidad del individuo en función de la defensa por lo nuestro y por las mejoras de su pueblo cochense.

4.      UBICACIÓN (LOCALIDAD)

San Pedro de Coche, Isla de Coche -  Municipio “Villalba” – Estado Nueva Esparta – República Bolivariana de Venezuela.

5.      SEDE

Tiene sede propia, ubicada en la calle Colón, S/N., San Pedro de Coche, Isla de Coche. Tiene una superficie de 1.600 metros cuadrados. Conformada por dos (2) oficinas; una (1) sala de lectura; un (1) salón para el funcionamiento de un Infocentro; un (1) baño con problema físico. Sobresale el espacio de su cancha múltiple (aún inconclusa), cementada, techada en un 75%, con un escenario grande, tres tribunas para unas 1.800 personas sentadas y con déficit de  iluminación.

Es el único escenario de la Isla de Coche apto para realizar todo tipo de actividad, donde se realizan los festivales de diversiones y demás actividades programadas por el Centro Cultural “Isla de Coche”, actos oficiales, graduaciones de bachilleres, actividades educativas de los planteles escolares, fiestas sociales, charlas, talleres y cursos, juegos deportivos.  la única y obligada excepción todo actividad política partidista, pues los Estatutos lo prohíben terminantemente.

La expansión espacial y ciertas comodidades que presenta esta sede la ubican como la más solicitada para una diversidad de actos o actividades por y para la comunidad.


6.      PERSONALIDAD JURÍDICA

Goza de personalidad jurídica, autenticada en el Juzgado del Municipio “Villalba” y registrada en la Oficina Inmobiliaria del Municipio “Maneiro” del estado Nueva Esparta, asentada con el Nº 30, Folios 172 al 178, Protocolo 1º-, Tomo Nº 8.

7.      MISIÓN

Organizar, planificar y ejecutar todas aquellas actividades culturales que son comunes en el contexto social de la Isla de Coche y que son elementos básicos en el comportamiento social del nativo de esta isla y del venezolano en su cultura popular. Asumir la misión de formar nuevos valores humanos en identidad con lo nuestro,  para así continuar defendiendo y conservando las más
genuinas exposiciones populares y, en términos generales, trabajar por el bienestar social de la Isla de Coche.

8.      VISIÓN

Lograr constituirse en una Institución líder por el progreso de su pueblo al cumplir con su programación anual y gozar del respeto, afecto y prestigio de su comunidad y de toda la opinión pública del estado Nueva Esparta.

9.      VALORES

Trabajo permanente – Mística – Perseverancia – Vocación – Responsabilidad – Eficiencia  - Honestidad – Humildad – Capacidad – Moral – Ética – Lealtad.

10.   OBJETIVOS CUMPLIDOS

Rescate, promoción y mantener vigente el folclor cochense – Realización de 41 festivales de diversiones para adultos y 31 festivales infantiles de diversiones – Talleres y cursos sobre temas sociológicos – Haber emprendido acciones comunitarias de índoles educativas, sociales, salud, ambientales -  Fomentar y desarrollar el deporte en todas las edades – Creación de grupos musicales, teatrales, danzas, tanto de adultos como de niños en general – Soluciones de determinados problemas sociales de la comunidad – Variedad de concursos infantiles – Realización de  actos, jornadas cívicas y espectáculos socioculturales, entre otros.

11.   PRINCIPALES ACTIVIDADES QUE SE HAN REALIZADO

v  Festivales populares de diversiones cochenses. Se han realizado 41 festivales para adultos y 31 para los escolares.
v  Programas dominicales infantiles de contenido educativo y recreativo.
v  Festivales de la canción venezolana para niños y adolescentes.
v  Concursos de pintura infantil.
v  Programas especiales en honor a San Pedro Apóstol, patrono de la Isla de Coche.
v  Programas especiales en cada aniversario de este Centro Cultural y a la Fundación Histórica de San Pedro de Coche.
v  Realización de los juegos deportivos interbarrios y caseríos de la Isla de Coche.
v  Torneos deportivos internos e intercambios con equipos de otras regiones.
v  Participación de la Isla de Coche en campeonatos estadales.
v  Presentaciones de nuestras diversiones en varias ciudades de Venezuela.
v  Intercambios de grupos musicales y/o folclóricos entre Coche y Margarita.
v  Programas de atención educativa, social, benéfica y salud a la población.
v  Concursos de conocimientos, canto, poesía y prosa.
v  Exhibiciones de juegos tradicionales para los niños.
v  Atención especial al menor en cuanto a orientaciones, motivaciones, conocimientos, encauzados hacia la formación integral del buen ciudadano, a través de talleres, cursos, charlas, jornadas comunales, entre otras actividades.

12.   AGRUPACIONES FORMADAS

v  Agrupación Folclórica de Diversiones “Isla de Coche”
v  Conjunto Musical “Delirio Marinero”
v  Grupo de Danzas “Sal y Pesca”.
v  Grupo de Danzas Infantiles “Las perlitas del Folclor”
v  Conjunto Musical Infantil “Los Piragüeros”
v  Grupo de Teatro “Marejadas”
v  Escuela de Música “Rafael González”
v  Selección Deportiva “Los Navegantes de Coche”
v  Escuela de Atletismo “Municipio Villalba”
v  Escuela de Béisbol Menor “Antonio Martínez”
v  Biblioteca “Maestro Guzmán Salazar”
v  Biblioteca Virtual “Maestra María Lunar López”

13.   GIRAS CULTURALES EFECTUADAS

Presentaciones de la Agrupación Folclórica de Diversiones “Isla de Coche”, Conjunto Musical “Delirio Marinero” en varias ciudades y pueblos de Venezuela, entre los cuales han sido Caracas, Maracaibo, Puerto la Cruz, Cumaná, El Tigre, Carúpano, Puerto Ordaz, Maracay. Emisión televisiva en Radio Caracas Televisión (RCTV),  Venezolana de Televisión (V.T.V.), Venevisión (V), Telecaribe y en varias emisoras del país.

Igualmente, las selecciones deportivas de “Los Tigres de Coche“ y “Los Navegantes de Coche”, han participado en campeonatos estadales en béisbol, básquet, fútbol, fútbol sala, atletismo y los intercambios con representaciones de otros estados, dentro y fuera de esta isla.

14.      AFILIACIÓN Y RELACIONES INSTITUCIONALES

El Centro Cultural “Isla de Coche” es un ente comunitario que mantiene su independencia y autonomía, con la tendencia de estar siempre dispuesto a colaborar con todos aquellos organismos públicos y privados que manifiesten bienestar social para el pueblo cochense. Siempre ha mantenido una cordial y estrecha relación institucional con los Institutos de Deportes regional y nacional; el Instituto Autónomo de Cultura del Estado Nueva Esparta, la Gobernación de Nueva Esparta, el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, con el Instituto de Artes Escénicas y Musicales (IAEM), con la Federación de Centros Culturales del Estado Nueva Esparta (FEDECENE), FUNDACONFERRYS, la Alcaldía del Municipio “Villalba”, el Consejo Legislativo del Estado Nueva Esparta (CLENE), el Fondo Mixto, la Corporación de Turismo, entre otros.

15.   ESTRUCTURA DE RECURSOS

A.    Humanos

El Centro Cultural “Isla de Coche” está dirigido e integrado por una Junta Directiva, con su presidente fundador y doce (12) coordinadores, con sus respetivos asistentes o subcoordinadores, quienes asumen sus roles en las áreas de deportes, música, folclore, teatro, danzas, asuntos sociales, educativos, infantiles, finanzas, organización, actas y correspondencias.

B.   Materiales

Este aspecto, conjuntamente con los recursos económicos,  ha sido nuestro principal problema, circunstancia que ha impedido cumplir con mayor amplitud la programación de esta Institución Cultural. Es muy significativo la carencia de un buen mobiliario (escritorios, archivadores, mesas) y útiles para oficina. Igualmente hace mucha falta una filmadora, una cámara fotográfica, un equipo completo de sonido, un video beam, un transporte que facilite las movilizaciones de los diferentes grupos folclóricos y equipos deportivos, un déficit de sillas y otras necesidades que dificultan atender las demandas exigidas para la ejecución de sus actividades públicas.

C)    Económicos

     El financiamiento para poder llevar a cabo los objetivos programados constituye la mayor debilidad del Centro Cultural “Isla de Coche” ya que no tiene auto financiamiento ni goza de algún beneficio presupuestario del sector oficial y privado.
    
     Por lo general, ha recibido de la alcaldía del municipio “Villalba” un apoyo para la cancelación del sonido, una contribución efectiva dada directamente a los grupos de diversiones tanto infantil como adulto, ya que son los actos más importantes que se ejecutan en el municipio “Villalba”. En algunas ocasiones la alcaldía “Villalba” ha ofrecido los refrigerios juguetes a los niños del festival infantil. Y en ocasiones, por el mismo motivo, la colaboración del Instituto Autónomo de Cultura del Estado Nueva Esparta, cuyas asignaciones económicas eventuales han ayudado a la realización de los festivales de diversiones populares de la Isla de Coche. Los demás recursos para los festivales de diversiones provienen de donaciones de amigos, verbenas, rifas, vendimias, entre otras actividades.

12.  SERVICIO COMUNITARIO

Es una Institución de carácter social permanentemente al servicio de su comunidad, es la esencia fundamental de su misión y como tal ha sido un protagonista estelar en la consecución de obras beneficiosas para su pueblo y un factor de apoyo para otras instituciones u organismos cuando se realizan actividades provechosas para el pueblo.      

13.      NECESIDADES MÁS PRIORITARIAS Y OBJETIVOS IMPORTANTES POR CUMPLIR

  Aspecto físico

v  Sala de Usos Múltiples Socioeducativos.
v  Salón para ensayos de las diversiones, danzas, teatro y otras afines  a nuestra cultura popular.
v  Aulas para las escuelas de música, teatro y danzas.
v  Terminar la cancha múltiple y acondicionarla para los juegos de básquetbol, volibol y fútbol sala.
v  Un escenario cerrado para obras de teatro y presentación de grupos musicales.
v  Vestidores y baños para los actores o cultores populares.
v  Galería de personajes y cultores populares de la Isla de Coche.
v  Estudio de grabación y una emisora comunitaria para fines culturales.
v  Cafetín.
v  Baños públicos
v  Un depósito.
v  Reparación y pintura.
v  Subir su cerca para resguardar más su seguridad.

  Aspecto logístico

Equipo de sonido -  Cámara fotográfica - Video beam (video bim) – Televisor -   Filmadora – Fotocopiadora – Impresora -  Instrumentos musicales (cuatros, guitarras, mandolinas) – Vestuarios y franelas para los diferentes grupos organizados - Reparación y acondicionamiento del autobús - Un Scanner - Videos documentales.


LOGROS MÁS RESALTANTES.

Deportivos

Las actividades y los logros que ha podido conseguir el Centro Cultural “Isla de Coche” pueden considerarse como buen número cuantitativo y cualitativo, cuya cosecha ha servido para proporcionarle al pueblo de Coche un cambio social que tiene que ver con el rompimiento de un cuadro marginal ampliado, de un estatus ignorado, de un nuevo paradigma de conducta entre convicciones y estado psicosociológico, de tal significancia que sin lugar a dudas en estos cincuenta años de fundado se constituyó en un determinante parámetro de cambio cultural.

Se ha apuntado en el transcurso de este trabajo algunas consideraciones temáticas que rotula lo que ha hecho el Centro Cultural “Isla de Coche” como agente de cambio social, en virtud a la cuantificación de actividades que antes de su creación no se conocían en Coche. Se han señalado concisamente en su currículo y de modo lacónico en el desarrollo de los párrafos, pero sin aplicarles la lupa del análisis cualitativo, que es precisamente lo que se va a estudiar con criterio analítico.

A sabiendas que en la estructuración de este libro sobre la Historia del Centro Cultural “Isla de Coche”, es indispensable esbozar una evaluación de su acción social histórica al ubicarla antes y después de su fundación con respecto a la dinámica de la sociedad de Coche, consideré pertinente bosquejar cómo era nuestro pueblo antes de la creación del Centro Cultural “Isla de Coche” y después cuáles fueron sus reacciones después de su fundación y cómo se han manifestado. Para ello, se tuvo que interpretar su estado marginal y sus derivados efectos culturales.

v  Emerge como el primer Centro Cultural que se funda en la Isla de Coche. Este nacimiento encendió la primera luz organizativa de la juventud deportiva de un pueblo, lo cual hizo posible los cambios de conducta dirigido más a la interacción social, a la integración de voluntades hacia un objetivo de interés común para todos. Se revierte un proceso de enseñanza-aprendizaje en el cual era obligatorio aprender nuevas responsabilidades, saber organizarse, conocer las técnicas de la planificación, aprender normas de disciplina, acatar las sanciones por efectos de la indisciplina, instruirse más en el deporte de su preferencia, someterse a las pruebas de las prácticas. Es decir, se produjo un cambio radical de estatus y roles, brota un nuevo comportamiento individual y grupal, hay un cambio cultural en las ideas, en los sentimientos y en el flujo de un pensamiento más creativo que genera liderazgos en todos los sectores del municipio “Villalba”.

v Se da inicio a una revolución de movimiento deportivo jamás visto en Coche. Anteriormente se jugaba pelota más a la caimanera que organizativa y con mucho menos protagonistas ya que solamente existía el béisbol como pasatiempo. Ahora el proceso cambió, son más disciplinas deportivas y condicionadas a reglamentos de los juegos deportivos interbarrios de Coche y, posteriormente, agregado a los intercaseríos. Fue un fenómeno que desbordó las expectativas esperadas con la anuencia de cientos de jóvenes deportistas embriagados por la emoción de estar participando en ceremonias inaugurales de tanta importancia para ellos y para la comunidad.

v Cuando se inauguraron los I. Juegos Deportivos Interbarrios, por vez primera se presenta un espectáculo con tanto colorido, entusiasmo y desbordante alegría. La simbólica y universal antorcha olímpica llevada por deportistas en recorrido por las calles, la manera como se prendió el pebetero y admirar la llama que duró  días encendida en el campo de juego, el desfile de los equipos con sus jugadores uniformados y ataviados por sus lindas madrinas, los fuegos artificiales, la música, los gritos y vivas de jugadores y público, fueron expresiones conductuales recién aprendidas, ya señaladas en el párrafo anterior, que denotaban cambios de conductas. Estábamos saboreando un nuevo paradigma, otra alternativa que estaba rompiendo una monotonía, una rutina, un ocio dilatado o un automatismo, ahora surgían protagonistas de un proceso masivo de cambios sociales.

v Durante veinte años ininterrumpidos se celebraron estos juegos, con el feliz logro de la incorporación del Bichar, Güinima y El Guamache. ¡Qué interesante acierto que todos los pueblos de la Isla de Coche participaran como hermanos jugadores en un certamen deportivo!  Esta integración total fue un hecho muy importante, se originaron movilizaciones de los equipos de los caseríos hacia San Pedro y viceversa, arrastrando a sus respectivos fanáticos. Obviamente que estos encuentros marcaron rivalidades, pero manteniendo las más elementales pautas de confraternidad. Uno de los hechos más asombroso fue que nunca se suspendió un campeonato, todos felizmente culminaron y puntualmente en enero se entregaban los trofeos a los equipos ganadores por especialidad deportiva y a los jugadores que quedaron líderes en cada departamento ofensivo, premiaciones que retroalimentaban el normal ego de ser los mejores.

v A un año del nacimiento de nuestra Organización, empezamos a tener contacto con equipos de la Isla de Margarita. Sin caer en auto loas, tomé la iniciativa de tener partidos amistosos con esos clubes margariteños, sin importar que aún nosotros éramos novatos, sin experiencia, para afrontar esos desafíos deportivos. Siempre mantuve el arrojo, la determinación, la valentía y la convicción firme de hacer valer más allá de nuestra frontera los valores culturales de nuestro pueblo y lo iniciamos con la cultura deportiva. Me acerqué al extinto organismo público C.V.N., Consejo Venezolano del Niño, donde se ejercitaba algunas actividades deportivas, localizado en el sector Conejeros de Porlamar, al lado del liceo “Nueva Esparta”. Allí conocí a quienes con el tiempo han sido fieles amigos y colaboradores de nuestra causa deportiva: Ángel Marcano y Alfredo Díaz.

Estando en Porlamar, nos “hospedamos” en la casa del amigo y coterráneo Andrés Martínez. Allí pernotamos y hacíamos la comida. El primer juego del intercambio fue en fútbol versus el equipo del C.V.N, donde jugaban destacados futbolistas como Ángel Marcano, los hermanos Lata, Antonio Zaragoza, Juan Zabala, Asdrúbal y Freddy Frontado, con una sorprendente victoria de “Los Tigres de Coche” con marcador de 2 goles a 1. El primer gol lo hizo Morocho Chiquito y el segundo por Pablo Gómez. ¡Santo Dios, qué sorpresivo y halagador triunfo!  ¡Imagínense la inmensurable alegría y emoción que nos embargaban! Lloramos ante lo que parecía aún prematuro  para Coche  de debutar en  Margarita ganando  un encuentro  futbolístico a uno de sus buenos equipos. El intercambio continuó por dos días en volibol,  básquet  y  ping pong en la sede del otrora Consejo Venezolano del Niño. 

Por Coche, la selección la conformaba Pablo Gómez, Pedro Luis y Pedro Alejandro Martínez,  Félix “Felito” Salazar,  Emilio Pérez, Juan Antonio Vicent, Ernesto Rodríguez (+), Rolman Salazar, Oswaldo Rodríguez, Luis Lunar (M.C.), Luis José Rodríguez (Siete), Aramit Vizcaíno, Genil Rodríguez, Joél González, Erasmo González.

v  A partir de ese primer encuentro deportivo realizado en Porlamar, surgieron muchos intercambios que se combinaban en los escenarios de Coche y Margarita. Se estaba logrando que los habitantes de Coche presenciaran esos juegos que se hacían con enfocada regularidad. Resultaba muy atractivo esos encuentros que despertaban el sentimiento de un pueblo con el consiguiente entusiasmo y emoción palpitante. Estos choques deportivos amistosos hacían sus efectos actitudinales en los jugadores seleccionados de Coche, como por ejemplo no enviciarse en el aguardiente, mucho menos emborracharse un día antes del juego o amanecer bebiendo. Se ponía en acción una comisión encargada de vigilarlos y al que sorprendían cometiendo esta falta no jugaba. Algunos lo cumplían por voluntad propia y otros lo hacían bien escondidos. De todas maneras, irrumpía un nuevo patrón de conducta afecta a los jugadores, a los organizadores y al mismo pueblo que se encargaba de alertarlos y denunciarlos.

Ya era normal ver en Coche delegaciones deportivas de Margarita enfrentándose a nuestros equipos. Juegos de fútbol en las categorías libre y menor  de edad; los partidazos de pelota, los juegos de básquet, de volibol, de bolas criollas, las pruebas de atletismo, carreras de bicicletas y después en futbolito. Durante muchos años disfrutamos de esos gratos juegos que se suscitaban con equipos del Consejo Venezolano del Niño (C.V.N), Bella Vista, Punta de Piedras, Conejeros, Juan Griego, Pampatar, El Valle, Macanao, San Juan, Punda, El Poblado, Palguarime, La Misión, Colindante, Santa Ana, La Asunción, Villa Rosa, El Espinal, San Antonio…………….
En esa época dorada del buen fútbol, cuando en sus jugadores se combinaban la calidad psicomotora, la afición sentimental, el ímpetu combativo, las ganas de jugar bien y la responsabilidad, la Isla de Margarita tenía una buena cantera de futbolistas, algunos de ellos con solvencia profesional, entre los cuales sobresalían: Alfredo Díaz, por Conejeros,  Aquiles Vicent (Terremoto) y Cruz “Pelón” Salazar de Punta de Piedras; Jesús “Churrique Velásquez” y el gran “Cayito” (el mejor portero de esa época), Antonio Bermúdez, Barlito Galindo, William León, de Bellavista, con quienes se tuvo el honor de tenerlos como rivales. Nuestros futbolistas fueron unos héroes, unos auténticos atletas que con coraje y dignidad se enfrentaron a los mejores de Margarita y fueron más las victorias que las derrotas. Sentir la satisfacción de ver a los morochos Martínez, a Pablo Gómez, a Emilio Pérez y a Felito Salazar sobresalir entre los mejores, de tú a tú con los consagrados futbolistas margariteños ¡Este maravilloso logro me enorgullece mucho y me forja la natural complacencia de haber cumplido por Coche!
Durante el desarrollo de los juegos de fútbol, ¡sin querer queriendo!, me convertí en un espectáculo extra que provocaba en el público connotadas expresiones de risas y variados comentarios jocosos cuando me veían corriendo incesantemente la cancha  en cada jugada donde estaba el balón y lanzaba patadas como si estuviera pateando la pelota. Era un movimiento emotivo que se me acentuó habitualmente cuando presenciaba los partidos de fútbol,  yo sentía esas inmensas ganas en que Coche ganara siempre,  lo vivía completamente  y en honor a la verdad  no me podía contener y daba rienda suelta a mi pasión por mi querido equipo. Me colocaban piedras, potes, palos, cualquier otro objeto y, sin darme cuenta, los pateaba hasta el extremo de lanzarlos al campo de juego. Una vez me colocaron una bicicleta por delante a quien pateé con tal fuerza que me causó un hematoma en el pie y cuando le dijeron a un colombianito que se colocara delante de mí, ¡vaya tremenda patada que le di! Si no lo aguantan a tiempo a lo mejor se hubiese agarrado conmigo, menos mal que era de mi tamaño, dos pesos moscas.
v Considero apuntar, con especial referencia, a uno de los logros que nos satisfizo plenamente al recordar los emocionantes juegos de béisbol que disputaron en nuestra isla los “Tigres de Coche” con los trabucos equipos de “Los Bomberos”, “Los Marinos de Punda” y el “M.O.P” (Ministerio de Obras Públicas). Allí jugaban destacados peloteros de Margarita como eran los hermanos Alfonso, Priscilo y Luis Rodríguez, Federico Lunar, Virgilio Velásquez, Pedro Luis “Pelica” López, José Obando, Carlos Carreño, Amílcar Obando, Luis Guilarte,  Luis Carreño, Julián Lunar, siendo dirigidos por el gran estratega mánager Claudio Jiménez y estrenados por el profesor Claudio “Toyota” Hernández  entre otros. Por nuestro pueblo, sobresalían Félix Ramón Gómez, Efraín Rojas, Nicolás Salazar, Juan González, Porfirio Vizcaíno, Argenis Rodríguez, Angito Fernández, Juan “B” Gómez, Miguel Ramos, Alberto Fermín, Salvador Fuentes, Flores Bermúdez, Isrrael Rojas, Darío Suárez, Ángel Fernández y los estelares pitchers Celestino “El Mocho” Bermúdez y Esteban Tormet. Luego jugaron Erasmo González, José Vicente Noriega, Leonel Milano.

v Con estos intercambios de juegos, se alcanzó otro revelador objetivo que era el desconocimiento que se tenía sobre nuestros valores humanos, en este caso a los deportistas. Por la acción socio deportiva del Centro Cultural “Isla de Coche”, se dio a conocer a Coche como una fuente productiva de buenos jugadores, surgieron los más sanos comentarios al respecto, se hablaba de Coche con respeto y admiración. Recuerdo muy bien cuando me preguntaban dónde, cuándo y cómo los cochenses aprendieron a jugar tan bien. Esto nunca llegó a pasar antes de que creáramos al Centro Cultural “Isla de Coche”, por lo que desgarrábamos ese cordón marginal que ataba a nuestro pueblo a una

injusta desconsideración. Y eso fue grande para mí por tener mayor dominio de estos temas sociales. Me sentía orgulloso y feliz por estos logros. Pablo Gómez, Erasmo González, los Morochos Martínez, Felito Salazar, Emilio Pérez y Rolman Salazar, eran los más elogiados en fútbol por los jugadores margariteños, mientras que en el béisbol los más ensalzados eran el fenomenal pitcher Celestino “El Mocho” Bermúdez, Efraín Rojas y Nicolás “Colacho” Salazar.

v Dándole rienda suelta a mi imaginación soñadora por un Coche más considerado y con ese espíritu hiperactivo, emprendedor y resuelto que siempre me ha caracterizado, se logró que “Los Tigres de Coche”, en representación del ya despertado pueblo de Coche, participara en los campeonatos estadales de fútbol en categoría libre, juvenil e infantil. En béisbol, categoría juvenil, libre e infantil, en básquet, atletismo y en bolas criollas. Lo que aparentemente se veía muy difícil, por no decir imposible, se estaba cumpliendo y, aunque teníamos unas cerradas debilidades relativas a los uniformes y dinero, se hizo el milagro y cuando evoco tan placenteros recuerdos aún me parece increíble haberlo conseguido. De allí ese viejo y sabio refrán que dice: “Más hace el que quiere, que el que puede”.

v Logramos ser protagonistas en varios campeonatos estadales. Nacieron otros buenos futbolistas de Coche: Roberto “Monagas” Ramos, Alfredo “Kaé” Suárez, Antonio y Oswaldo Vicent, Delimiro Fernández, Germán y José “Joche” Fernández, José “Joche Negro” Suárez y excelentes peloteros como Erasmo González Carreño, Anurbe Martínez, Agustín Ramos, Francisco Fermín, Fidel Bermúdez, Aroldo Salazar, Hernán Amundaray, Julio Ramos, Leonel Milano, Pragedes Guevara, Francisco Requena. Todos ellos, por sus méritos, se ganaron la plausibilidad de la opinión deportiva neoespartana.

v La Isla de Coche dejó de ser ignorada y poco a poco se fue derrumbando ese escueto comentario: “De Coche la sal”. La incursión del deporte en esas lides competitivas a nivel regional le generaba mayor respeto y laudable consideración por su buen desempeño. En el fútbol ya se había consagrado, Coche se resteaba con cualquier equipo de Margarita y logró ser campeón estadal en categoría libre. e infantil, en 1978. Se estaba manifestando otro estatus de reconocimiento público y con ello se iba disipando el grado de marginación que se enfocó al inicio de este libro. Acciones como éstas, el Centro Cultural “Isla de Coche” seguía haciendo historia por Coche, ya era su principal agente de cambio social.

Continuando con los logros deportivos, llegó el momento de una de las más grandes osadías que se me pudo ocurrir, algo que parecía muy complicado por motivos de costos en varios renglones: uniformes, implementos deportivos, movilización del transporte marítimo y terrestre en Porlamar, alimentación, hospedaje; además de otras razones de peso como eran dónde conseguir buenos peloteros juveniles, pues había que buscarlos en otros pueblos de la Isla de Margarita, y disponer de un buen  equipo  técnico:  mánager, coachs y entrenadores y los imprescindibles recursos económicos e insumos deportivos.

v ¡Participar en el Campeonato de Béisbol Juvenil del estado Nueva Esparta!, considerado el torneo deportivo de mayor prestigio y arraigo popular y en el cual competían calibradas novenas de la Isla de Margarita. Por supuesto, no faltaron quienes me llamaron loco por esta idea, que iba a ser un fracaso, que eso era imposible, pero, y aquí está el pero, más “hace el que quiere que el que puede”. Para lograrlo nos costó innumerables sacrificios y por Dios lo juro que todavía me siento asombrado de haber logrado esa hazaña. Es inobjetable que fue uno de los logros de mayor significancia para el pueblo de Coche y al rememorar tan elocuentes momentos de satisfacción y orgullo, siento la emoción y las tenues lagrimitas se desprenden de mi alma por haber cumplido con tan importante éxito.

Me enfoqué en un plan de trabajo en base a una planificación y organización para darle inicio por el cumplimiento de este gran reto. Empezamos a actuar, contacté a nuestro siempre recordado amigo Alexis Brito Fuentes (+) y al extraordinario amigo Pedro “Perucho” Villarroel para que nos ayudaran a buscar jóvenes peloteros del Guamache. Igualmente lo hicimos en los demás caseríos, pero solamente en El Guamache se pudo lograr los siguientes jugadores: Agustín Ramos, Francisco Fermín, Julio Ramos, Hernán Amundaray y Jesús Salgado (+).

Por San Pedro de Coche a Erasmo González, Anurbe Martínez, Leonel “Julián Milano”, Cruz Vargas, Rafael Fernández, Víctor Serrano. Por su parte, el maestro Felipe Méndez se encargó de conseguir dos pitchers en el municipio “Antolín del Campo”, más otras inclusiones del sector Punda de Porlamar: Neptalí Rodríguez, Orlando Rodríguez, Ibrahim González, Cirilo Noriega y Argenis Rodríguez. Sobre la fugaz actuación de Johnny Fuentes lo detallaré en la parte correspondiente a las anécdotas y ocurrencias.

v  Para calibrar cómo estaba nuestro equipo, invitamos al equipo juvenil del Poblado,  una de las novenas con mayor tradición participando en estos aludidos campeonatos, liderados por el recio bateador Francisco González (+). Este juego amistoso se efectuó en el terreno conocido como “Boca e ‘Caimán” en El Cardón, con victoria de Coche con score de 7 a 6. Este juego se decidió en el cierre del último inning, estaban empatados, carrera anotada por Anurbe Martínez y empujada por Francisco Fermín. Este triunfo nos alimentó de ánimo y motivación para acudir al gran reto estadal. El llenazo fue total y contagiosa la celebración.

v  La odisea fue muy grande para conseguir los uniformes y el equipo de guantes, pelotas y bates. ¡Santo Dios,  cómo me multiplicaba para conseguir tantas cosas que se necesitaban, pero “sarna con gusto no pica, y si pica no mortifica” . Comencé a buscar en los organismos públicos y privados, entre amigos y coterráneos, haciendo rifas, verbenas y hasta con un pote en el estadio de Guatamare. Estos medios de recolección nos permitieron adquirir en primer lugar el uniforme y el material deportivo. Se logró la primera parte del milagro, gracias a Dios. Llegó el momento ansiado de la inauguración  y, quizás

v  con el reboso de la cenicienta, desfilamos con nuestra madrina Glenda Salazar Fernández. Por razones de empatía, consideración sentimental, reconocimiento al esfuerzo de un pueblo por competir en el más importante campeonato deportivo del estado Nueva Esparta, “Los Tigres de Coche” se llevaron los más sonoros y cuantitativos aplausos; fue la indiscutible “vedette” de la inauguración, el equipo que acaparó la atención de los organizadores del campeonato, de los delegados de equipos, de los periodistas y del público. Aquí nació el fanatismo de Ernesto Rodríguez. (Pobre Cadáver)
¡Cuántos cochenses acudieron a esa inauguración!, todos nos acariciábamos con la sonrisa alegre de ver a una representación de nuestra querida isla diciéndole al entorno socio deportivo que allí estaba un pueblo también civilizado en el deporte, que se ha hecho presente para demostrar su aprendizaje en el béisbol, siendo éste el primer pasatiempo de los venezolanos, para expresar el valor y orgullo de sus jóvenes peloteros representando a su terruño. Fue una inauguración históricamente inolvidable para todo el pueblo de Coche por razones deportivas y rescate social. El gran fanático fue Ernesto Rodríguez, el popular “Pobre Cadáver”.

Los equipos participantes fueron Pampatar, Punda, El Valle, El Poblado, Palguarime, Colindante, San Juan, La Misión, El Valle de Pedro González y Coche. Al finalizar el juego inaugural nos dimos a la tarea de buscar la comida y hospedaje. La mayoría pernoctó en la casa de Andrés Martínez, en Porlamar.

v Se logró llegar al final del mencionado campeonato estadal de béisbol juvenil, no obstante a las dificultades sustentables que se presentaban a menudo, como ocurría con el transporte marítimo y terrestre, el trabajo pesquero de algunos jugadores que le impedían dedicarse más a la obligada y necesaria práctica y jugar en mejores condiciones físicas y mentales, muchas veces trasnochados que venía de Coche para jugar en ese mismo día y a pocas horas del viaje. Solamente lo que estábamos al frente de este gran compromiso podíamos entender este sacrificio y las desventajas ya descritas en comparación con los peloteros de Margarita que acudían a jugar de manera fresca, reconfortables, tranquilos, sin apremios, bien dormidos y alimentados. Sobre este suceso histórico, puedo escribir muchas páginas, se podría elaborar fácilmente una tesis de grado, pero tenemos que sellar una limitación de espacio ante otras reseñas inherentes a la concreción del libro.

v Luego vinieron otros tres campeonatos estadales de béisbol juvenil de manera continua,  En el último de ellos, por fin, “Los Tigres de Coche” clasificaron a los playoffs, hecho que constituyó uno de los logros más importantes para la historia deportiva de Coche. Esta clasificación fue intensamente celebrada no solamente por parte de nosotros, sino que la misma fue muy aplaudida por la fanaticada de la Isla de Margarita, con la muy importante acotación que la misma se logró en San Pedro de Coche. Pasemos a los detalles.

v Como escenario público y arrastre popular, se logró el acontecimiento deportivo más importante que se haya efectuado en la Isla de Coche  y  el de mayor significación  en su

historial deportivo. Les he comentado someramente mi modo de accionar ante los compromisos, sin complejos, ni miedo ni nada que detenga lo que se debe acometer cuando se trata de un asunto de gran significancia. En efecto, en 1975, se me ocurrió que en la Isla de Coche se podría realizar un juego válido del Campeonato Estadal de Béisbol Juvenil. Lo propuse, ofrecí todo el soporte posible, tuve el apoyo de mis grandes amigos, Ángel Cardozo Flores, Alí González Oropeza, los delegados de equipos, además del personal técnico de nuestra novena, encabezada por Asnaldo “Mono” González, José Mercedes “Meche” Gamboa y Oswaldo Silva y con la aprobación de la Junta Directiva de la Asociación de Béisbol Menor en el estado Nueva Esparta se programó ese juego para Coche. El rival de ese histórico juego fue la representación del municipio “Díaz”.

La expectativa por este crucial juego donde Coche se jugaba su clasificación era cuantiosa, todo a pedir de boca. Se respiraba una expectación jamás sentida en Coche, la emoción era indescriptible. Llegó el día tan ansiosamente esperado, un día domingo (no recuerdo la fecha exacta). Un día antes del juego, ya estaba en Coche el personal técnico y de transmisión de Radio “Nueva Esparta” , encabezado por el estelar narrador deportivo, Ángel Cardozo Flores” (+) y Alí González Oropeza (+). Mientras algunos de los directivos del Club “Los Tigres de Coche”, y apoyado por nuestros fanáticos,  se encargaban  de acondicionar  el terreno ubicado  en  “El Botón”, detrás del bar “Trinca Bola”, otros nos dedicamos a prestar la ayuda al personal de Radio “Nueva Esparta” para poder transmitir el juego. En efecto, el gran esfuerzo justificó el hecho histórico de haberse podido hacer la transmisión, con la mayor sintonía radial jamás comprobada en la Isla de Coche.

Gracias al decisivo apoyo que nos brindó José “Chinamo” Gutiérrez, telegrafista, y el amigo Soto, jefe de la extinta Telefonía de Comunicación de Coche, se pudo solucionar el aspecto técnico para esa transmisión. Los técnicos de Radio “Nueva Esparta” trajeron un rollo de 400 metros y en Coche se completó el tendido desde esa oficina, frente a la plaza “Bolívar” hasta el campo de juego, unos 500 metros, aproximado, y algo que se veía complicadísimo de solucionar se pudo resolver porque habían ganas de intensa emotividad para conseguirlo. Ha sido la única transmisión de un acto deportivo que se haya transmitido radialmente en Coche. Otro demostrativo logro, nuestro Coche querido sintonizado en todo el estado.

El partido lo ganó Coche con pizarra de 4 X 2, con picheo estelar de Rolman Salazar y bateo oportuno de Erasmo González, Hernán Amundaray y Francisco Fermín. Con esa victoria “Los Tigres de Coche” clasificaron junto a los otros tres equipos para el playoff. Le tocó eliminarse con Pampatar con victoria para el equipo de Margarita. Nunca se había visto en Coche tanta gente presente en un acto público, el campo de juego estaba abarrotado de tantos fanáticos, no solamente de Coche ya que desde Margarita acudieron una gran cantidad de vehementes aficionados a presenciar ese inolvidable e histórico juego donde Coche se jugaba su clasificación. Todo un pueblo gritaba de emoción, tiraban cohetes, se abrazaban, bebían, comentaban las jugadas; es decir, el jolgorio fue apoteósico y en mi caso me sentía el ser más dichoso del mundo al contemplar la alegría y la unión de mi pueblo. “Muestras como éstas justifican el sacrificio”

v Por cuatro años y en el lapso de tres meses por temporada, se transmitían los juegos de los susodichos campeonatos y cuando se narraban los juegos de “Los Tigres de Coche” la sintonía era total en la comunidad cochense y en aquellos hogares donde habitaban nuestros coterráneos. Este logro divulgativo de la presencia de Coche en un campeonato de tanto prestigio, también fue un factor de cambio de conducta si se toma en cuenta que despertó otro interés del cochense hacia estos juegos; desplazó en gran parte la audiencia de las telenovelas, se acentuaba más la identificación por el pueblo entre el sentimentalismo apasionado y el sentido crítico, donde muchos asumían virtualmente el rol de mánager y de jugador, participando en reuniones inducidas o provocadas para comentar los aciertos y los graves errores de las jugadas. Unió a un pueblo a un interés común. El deporte entrelaza las emociones de un pueblo.

v Continuando con los logros deportivos, a los tres años de estar participando en los campeonatos estadales de béisbol juvenil, me atreví a sacar el equipo de béisbol  amateur clase “A” para competir en el Campeonato Estadal, influenciado por los jugadores de esa categoría que querían también ser protagonistas. Cómo dice el refrán: “El niño que es llorón y la madre que lo pellizca”, no aguanté dos pedidos y comencé a trabajar. El más serio contratiempo era el uniforme, aparte de otros gastos, y el gran compromiso con el equipo juvenil. Muchos gastos y poco apoyo. Más conseguía ayuda de amigos en Margarita que en los cochenses, sin embargo emprendimos esta noble tarea, contra viento y marea. Volví a la habitual tarea de estar buscando diversos apoyos  o  en  la búsqueda de las colaboraciones  posibles y, por este servicio social que con amor a mi pueblo realizaba, me convertí en una referencia de afecto, admiración, respeto y otras nobls consideraciones que aún disfruto en nuestro estado insular.

No pude conseguir los uniformes para la inauguración y tuvimos que recurrir a una impetuosa maniobra: que los jugadores amateurs desfilaran con los uniformes juveniles y así se hizo. ¡Imagínense cómo le quedaron esos uniformes!, pues apretadísimos, no podían desplazarse normalmente, algunos se descosieron y daba risa verlos así tan incómodos. Los más altos o fornidos peloteros amateurs no pudieron uniformarse, no eran de su tamaño. Lo insólito, y hasta admirable, era que ambas novenas jugaban con el mismo uniforme, se intercambiaban cuando le correspondía su respectivo compromiso. Este gesto de compañerismo y solidaridad es digno de alabanza en un patrón de conducta fundamentado en el noble sentimiento de representar a su querida isla.  Los resultados fueron negativos y tenía que ser así por cuanto las condiciones eran severamente desfavorables, quisimos e hicimos todo lo posible, pero no clasificamos.

En alta consideración meritoria, me complace nombrar a Efraín Rojas (+), Félix Ramón Gómez (+), Nicolás “Colacho” Salazar, Juan Francisco González,  Alberto Fermín (+), Jesús Hernández, Federico Noriega, Jesús “Chu” Vicent, José Jesús “Chechú” Lunar, Aroldo Salazar, Esteban Tormet (+), Salvador Fuentes, Rafael Fernández, Ranulfo “Puñao” Guilarte, por su espíritu deportivo y amor al terruño en poner bien alto el nombre de la Isla de Coche. Al menos lo intentaron.

v Es agradable evocar el clásico ciclístico que organizamos en Valle Seco, jornada deportiva que se pudo lograr gracias al siempre recordado dirigente ciclista y presidente de la Asociación de Ciclismo de Nueva Esparta, Jesús Marín (+), quien aunó sus esfuerzos y apoyo logístico. Vinieron los más resaltantes ciclistas de Margarita y en representación por Coche corrieron Vicente “Chentico” Millán, Jesús “Chucho Rosa” Fernández, Jesús “Chucho Mono” Bermúdez y Alfredo Bermúdez del Bichar.  Éxito total se evidenció en este clásico deportivo: calidad de los corredores, el esfuerzo que hicieron nuestros representantes, la cantidad de espectadores y el regocijo colectivo. A partir de este espectáculo, por varios años se efectuaron carreras de bicicletas en recorrido por calles y carreteras entre San Pedro y los caseríos. ¡Qué dinámicos aquellos actos deportivos!

v Incursionamos en el deporte del boxeo. Francisco Bermúdez Patiño, el popular “Chico Mono”, era el encargado entrenador para la enseñanza de esta actividad boxística. Según el mencionado instructor, sus más aventajados pupilos eran Erasmo González, los morochos Martínez, Luis Ramón Lunar (M.C.). Eran varios los aspirantes a ser boxeadores y se notaba un entusiasmo en esos jóvenes. Chico se las ingeniaba para conseguir los guantes de boxeo, el saco, la pera de entrenamiento, las sogas y otros insumos necesarios que exige el boxeo. Se logró realizar actividades boxísticas entre peleadores margariteños y sucrenses. Algunos de ellos pertenecientes a la selección de Nueva Esparta y Sucre. En una de ellas se preparó la sátira de la pelea entre el “Mono” Lunar de Margarita Vs. Felipe Rafael Millán, alias Felipe “Cataco 33”. La mejor pelea socarrona del siglo todavía se recuerda con regodeo humorístico. ¡Vaya espectáculo!

v Prosiguen los logros deportivos cuando se dio inicio los intercambios de fútbol con el poderoso equipo de Araya, en el cual se destacaban principalmente con grandes méritos José “Pote” Lunar y Hernán de la Rosa, miembros de la selección de fútbol del estado Sucre, más otros sobresalientes jugadores. El equipo de Araya nos visitaba  y  Coche  le correspondía en los mismos términos.   Fueron largos  años  de rivalidad deportiva, pero entrelazados con los más fraternales valores de la amistad, del entendimiento, de la solidaridad y  de la confraternidad. Estas extraordinarias relaciones de hermandad que germinaron los futbolistas de Coche y Araya, durante años y como resultado de estos juegos, han sido para mi uno de los logros más virtuosos desde el punto de vista humano y social. Aquí se cumplió el lema: “El deporte une a los pueblos”. ¡Qué buenos somos los que cultivamos la amistad a través de la cultura deportiva!

v Para esa década de los 70 del siglo pasado, la Isla de Coche mantuvo un sitial de reconocimiento deportivo a nivel regional, lo que derivó a ser muy nombrada y de ocupar un status de mayor consideración social. No recuerdo con precisión la fecha exacta, sin embargo creo que fue entre 1978 y 1979, cuando se organizó en Margarita el Clásico Nacional de Natación y con invitados internacionales, con el auspicio de Fondene y de su presidente el Dr. Luis Hernández Solís, quien cortésmente nos hizo la invitación y de inmediato la acepté con el mayor de los regocijos. Por supuesto no iba a esquivar esta magnífica oportunidad de publicitar a Coche hacia otros lejanos horizontes y competimos en tan transcendental prueba de natación realizada en la bella bahía de Juan Griego del municipio “Marcano”.

    Por Coche nadaron Domingo Villarroel y Pedro Salazar (El Guamache), Juan Antonio Lunar y Cosmet Vicent (San Pedro de Coche). Los ganadores fueron nada más y nada menos que Rafael Vidal, uno de los más grandes nadadores de Venezuela y de América Latina de todos los tiempos, con medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (E.E.U.U.), 1984 y las mundialmente famosas hermanas, campeonas mundiales de esquí, María Teresa y María Luisa Carrasco, todos integrantes del Hall de la Fama de deportes de Venezuela. Notas de prensa, radio y televisión cubrieron parte de la cobertura de ese magno espectáculo de natación y Coche fue nombrado. ¡Otro gran logro!-
v Se logró fundar la primera escuela deportiva en la Isla de Coche, bautizada con el nombre de Escuela de Béisbol Menor “Antonio Martínez”. patrocinada por FONDENE. Me desempeñaba como promotor deportivo de esta Institución y aprovechando este status les hice la solicitud de crear en Coche una escuela de béisbol menor, la cual fue aprobada de inmediato. Se escogió al popular deportista de Coche y apasionado al juego de béisbol, Antonio Martínez Rodríguez, quien además fue un cotidiano jugador de alto contenido moral y con vocación mística y un excelente colaborador de nuestro Centro Cultural al cual él pertenecía en cuerpo y alma. Como director de la aludida escuela nombramos a Anurbe Martínez y de asistente  a Humberto Rodríguez, petición que le hice entrega al Directorio de Fondene.  Fueron varios años de excelente funcionamiento de esta Escuela por el laudable y ejemplar trabajo que realizaron ambos dirigentes e instructores al formar los futuros beisbolistas, como en realidad surgieron buenos prospectos.

v La novena juvenil “Los Tigres de Coche”, implantaron un récord, aún vigente, del juego de menor tiempo y creo que fueron dos minutos y veinte minutos en un juego válido en el Campeonato Estadal de Béisbol Juvenil, en contra de la representación de San Juan, distrito “Díaz para esa época,

v Tuvimos la honrosa oportunidad de traer a Coche a la selección de fútbol juvenil de Venezuela, con la presencia de don Antonio Cabrujas, presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Menor. Otro plausible logro que motivó más a los niños y jóvenes a practicar el más universal de todos los deportes. Otro grandioso espectáculo deportivo de notable valor psicosocial para nuestros jóvenes futbolistas al sentir el orgullo y la responsabilidad de enfrentarse a la selección nacional de fútbol menor. Recuerdo que Cabrujas de un modo placentero, satisfecho y hasta sorprendido, me manifestó su admiración por el talento natural de los muchachos de Coche para jugar bien el fútbol, no

obstante a su escasa técnica por carecer de escuelas que desarrollen técnicamente esas facultades innatas que los caracterizaban. Me comentó que si estos muchachos de Coche tuviesen escuelas de fútbol y gozaran de otras condiciones más favorables para el desarrollo físico y mental, Coche sería una de las mejores canteras de fútbol en el país.

v Otro orgullo que nos satisfizo en sumo grado fue cuando logramos la presencia en Coche del gran Chico Carrasquel, uno de los más exaltados ídolos venezolanos como beisbolista, mánager y como ciudadano ejemplar. Alfonzo “Chico” Carrasquel, el prodigioso short stop (campocorto) de las grandes ligas y de “Los Leones del Caracas” estaba en Coche para dictar unas clínicas de béisbol. Lo acompañaban el popular “Loco” Torres y Teodoro Obregón. Estuvo dos días con nosotros, comieron y durmieron en casa de mi madre. Su estadía produjo una expectativa emotiva para todos, con especial énfasis en mi papá, Joaquín Fernández, “Chico Machonga”, Antonio Martínez, Ángel “Pestaña” Lunar, entre otros de sus fanáticos sentimentales.

La organización de los torneos de dominó y truco que realizamos en la Escuela “Dr. Agustín Rafael Hernández”. El logro de una relación social, si valoramos la participación de la Escuela Dr. Agustín Rafael Hernández, la Medicatura, las Autoridades, Los Pulgosos, el Club “Tigres de Coche”, El Olivo, Punta Honda. ¡Qué buenos eran estos torneos por su calidad y por haber unido a determinadas categorías sociales a interaccionar y a cultivar lazos fraternales! ¡Otro estupendo logro!

Allí se dieron cita por varios años respetables ciudadanos como el Dr. José Francisco Marval,  Lolo Cova, Perfecto “Pecho” Cova, Ramón Villarroel, José Modesto “Cherica” Rojas, Luis José Marval, Oscar Córdova, José “Maruto” Bermúdez y los maestros Felipe Méndez Quijada, Pancho Lárez, Rodrigo, Chente y Ramón Ávila, Carlitos Fernández, Cleto Lunar, Marcelino Quijada, Fidel Quijada, Antonio Martínez, Humberto Patiño, Oswaldo Salazar, Ángel “Pestaña” Lunar, Francisco Bermúdez (Chico Mono), José “Maruto” Bermúdez, Rosendo Rojas, Guillermo “Mimillo” Marcano, Rolman Salazar, mi persona, entre tantos que me cuesta recordarlos a todos.

v Concluyo esta sección dedicada a los logros deportivos para glosar que durante décadas se efectuaron una gama extensa de actividades que sería imposible reseñarlas todas, en consecuencia me limité a describir aquellas que más recuerdo y de singular significancia que hicieron posible rescatar de un olvido o de una posición marginal a un pueblo para ser reconocido y respetado como cultor deportivo. Ciertamente que se necesitarían muchas páginas para cubrir la extensa gama de actividades deportivas que durante muchos años con absoluta dedicación, mística y firmeza, las realizó el Centro Cultural “Isla de Coche”.

Se encendió una antorcha olímpica desde el 19 de noviembre del año 1968, cuya luz ha iluminado una nueva senda de reivindicaciones sociales en la historia de la Isla de Coche, con el inicio de un masivo movimiento deportivo y en ese proceso de arar en otras importantes áreas culturales populares como lo han sido las diversiones.

Folclórico: Artes Escénicas y Musicales

v El primer logro substancial alcanzado fue haber propiciado un reencuentro de algunos grupos de diversiones escenificado entre El Olivo y El Cardón, en 1970, desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche. Participaron Chemané González, José Moya, Mario Suárez, Augusto Quijada, Conchito Suárez y Romeo Arismendi. Este tipo de espectáculo público lo repitió dos veces en años posteriores y ¡qué hermosura y de tanto colorido folclórico eran esos reencuentros populares!

v Se integró por completo a la Organización del Primer Festival de Diversiones de la Isla de Coche, 6 de enero del año1972, en total apoyo a la idea de los coterráneos Chente  Salazar, Marcos Lunar López y Pancho Hernández para realizar un encuentro de diversiones competitivo. En este primer festival se participó con la diversión “El tigre”. siendo esta decisión la de mayor acierto histórico en virtud al extraordinario e inmenso  aporte que proporcionó para que Coche alcanzara en el futuro un asombroso repunte de cambio social en su historial como pueblo protagónico liderado por el Centro Cultural “Isla de Coche” y desde 1976  se han llevado a cabo ininterrumpidamente.

v A partir del año 1977, 29 de diciembre, el Centro Cultural “Isla de Coche”. asumió plenamente la organización de todos los festivales de diversiones realizados hasta la fecha actual, con total de 41 ediciones para adultos y 31 festivales infantiles. Sin menospreciar a ninguna de las numerosas actividades realizadas por el Centro Cultural “Isla de Coche”, pero por fundamentos de la idiosincrasia, por los lineamientos tradicionales aceptados como costumbres fuertes del acervo folclórico y, en término concreto, por la identidad cultural, los festivales de diversiones constituyen el más elemental logro que nuestro Centro Cultural ha podido hacer y mantenerlo por 41 años.

Su origen, antecedentes, características, desarrollo e importancia se explican con lujos de detalle en el libro que escribí sobre los festivales de diversiones de la Isla de Coche. Es innegable que han sido constantes factores de cambios sociales, logró engrandecer y hasta glorificar la sabiduría única e incomparable de una comunidad identificada con sus típicas diversiones. Ahora, Coche es la cuna del folclor oriental.

v Para aquellos años que nos movían las ganas de continuar arando para dar a conocer más a nuestra cultura popular, tomé la alternativa de hacer giras con nuestras diversiones hacia otros pueblos de Venezuela. Empezamos por Margarita, y continuamos por Cumaná, Carúpano, Cariaco, Puerto la Cruz, El Tigre y Caracas, donde en la capital de Venezuela, concretamente en “El Poliedro”, se dieron citas todos los estados del país con sus respectivos estilos folclóricos. En esas ciudades o pueblos las presentaciones se hicieron en lugares públicos abiertos, en conchas acústicas y anfiteatros. Se aprovechaba cada ocasión para presentar a nuestros conjuntos por emisoras de radio. Es elocuente el provecho social que estas presentaciones en otras tierras pudieron aportar. ¡Otro muy interesante logro que dio a conocer más a nuestro pueblo!

v Posteriormente, continuó la obra asentada por el Centro Cultural “Isla de Coche”, la Agrupación Cultural “El Cardumen”  del Centro Cultural “Güinima”, conducida por Luis Marcano Salazar,  con magníficas actuaciones  que siguieron poniendo muy  en alto el folclor de Coche. Luego emergen con gran fuerza organizativa la Agrupación Cultural “Folclor Cochense”,  coordinada principalmente por Nelly Lunar y su esposo Félix Salazar, con grandes éxitos, satisfacciones y orgullo para nuestro terruño, que incluye una fantástica presentación en el país de Bielorrusia, ubicado en Europa Oriental, limitando con Rusia y Polonia. Igualmente surgieron “Los Hermanos González” y “Sentimiento de Sal”, respectivamente, liderados por Chemané González y José Moya, patrimonios culturales vivientes del estado Nueva Esparta.

Luego se han sumado otras organizaciones folclóricas, entre ellas: “Mar de Leva”,  “Pueblo y Tradición”, “Tradición de mi Pueblo”, “Los Medios”, “Tradición Güinimense”, “Defensa de mi Pueblo”, “Isla de Pescadores”, Centro Cultural “El Bichar”, “San Pedrinos” y “Progreso” y por último una representación del liceo “Napoleón Narváez”. Una buena cosecha y un masivo movimiento de nuevos valores humanos como folcloristas. En este caso, se deduce otro logro directo o indirecto del Centro Cultural “Isla de Coche”, por cuanto la dualidad concatenada de la acción y el efecto, directa o indirecta o de los elementos causales y las acciones correspondientes conllevan a aparecer nuevos actores .

v Por muchos años y de manera semanal, el Centro Cultural “Isla de Coche”, le brindó a su pueblo una variedad de actos escénicos y musicales, con las actuaciones de agrupaciones folclóricas provenientes de Margarita y de otras regiones del país, entre conjuntos, grupos polifónicos, danzas y teatro. Tuvimos el honor de presentar al Orfeón y a la Coral de la Universidad Central de Venezuela y a la Coral del Hospital J.M. de los Ríos, de Caracas. Como figura indiscutible de esos grupos nos honró la primera voz soprano de Venezuela, la inigualable Morella Muñoz, qué placer fue atenderla en casa. Todos comieron en la ranchería de Felipito Lunar disfrutando el pescado que les preparó mis hermanos Carlitos, Rosalba  y Gledys. Sostuvimos una informal reunión entre tragos, música, comida y chistes. Allí les cantamos nuestra música folclórica y los pusimos a bailar.

v  También nos llenó de orgullo haber presentado a los insignes guitarristas venezolanos Luis Quintero y Rómulo Lazarde, margariteño, y al rey de la bandola llanera Anselmo López. La presentación del Teatro Internacional “Simón Bolívar”, danzas de Caracas, la Parranda de San Pedro, conciertos y recitales de cuatro con Asdrúbal Rodríguez, Jesús “Chucho Agustina” Rodríguez, Raúl Landaeta, Antonio Cedeño, Juan Vásquez, además de muchas otras atracciones musicales entre recitales y conciertos.
De Margarita sentimos el orgullo y el sumo placer de haber presentado a los mejores exponentes del canto y de la música insular:  Francisco “Chico Toño” Mata,  el “Cantor de
Margarita”; Hernán Malavé (El Tacariguero); José Ramón Villarroel (El Huracán del Caribe), Jesús Ávila (El Guanaguanare), Miguel Rivera (El Cantor Ambientalista); José Elía “Chelía” Villarroel (El Decano de los Galeronistas), Miguel Serra, Luis Figueroa        (El Tumbalele); El “Indio” Eduardo Marín, Dennys Hernández (Renzo Nazaret), Domingo González y sus caminanticos; Rafael Rodríguez (“El Niño Pobre”).  Igualmente a los grupos de danzas de Mariño, Macanao, Pampatar, Tubores. La lista es larga,

Por supuesto, fueron muchos los conjuntos musicales, grupos de danzas y de teatro que se presentaron en Coche, sobretodo en las fiestas patronales. Consustanciadas alegrías se pudieron disfrutar. A los niños les traíamos grupos titiriteros, payasitos y otras actividades de entretenimientos infantiles.

v En los primeros años de existencia del Centro Cultural “Isla de Coche”; es decir, en la década de los 70, se llevaron a cabo actos musicales en la plaza como incentivo a  la celebración de las pascuas en Coche.  Se entonaban los tradicionales aguinaldos, más los que se improvisaban, además de la recién contagiosa gaita zuliana.  Por algunos años  se sembró esta alegría navideña, donde participaban “Los Sandungueros”, “Los Guaritotos”, “Los Cara Sucias de Valle Seco”, “Carrasquel y sus Bellacos” y la actuación de “Los Veteranos”.

Estos conjuntos cumplían con la tradición de cantarle en la iglesia los villancicos al Niño Jesús el 24 a las 12 en punto, cuando las doce campanadas anunciaban el Nacimiento del Hijo de Dios. ¡Qué hermosa tradición religiosa emparentada con el folclor de un pueblo en adoración al Niño Jesús! La iglesia se llenaba, todos cantaban, aplaudían, se abrazaban, el contagio era fastuoso. Después salíamos a la calle en busca de otros nacimientos para continuar con el acervo ritual de rendirle homenaje a la Natividad del Divino Niño Jesús.

El conjunto de aguinaldos y gaitas “Los Sandungueros”, fue el primero que en su estilo se fundó en Coche, con el apoyo del Centro Cultural “Isla de Coche”. Su director fue Guzmán Lozada y estaba integrado por Alberto “Beto” Alfonzo, mandolina y cuatro; Salvador Fernández Lunar, César Fernández Lunar, Juan Lunar, Pablo Gómez, Manuel Salvador Salazar, Jesús “Chucho” González, Félix Ramón y Checame Gómez y mi persona. Nos identificábamos con una franela y chaquetilla de color azul con el logotipo del nombre del conjunto. Juan Lunar era la voz principal, quien siempre se ha destacado como un versátil cantante folclórico e integrante de varias agrupaciones musicales.

v Con grandes aciertos y éxitos participamos por cinco años consecutivos en los espectaculares y populares festivales de aguinaldos que organizaba y financiaba el extinto Fondo para el Desarrollo del Estado Nueva Esparta (FONDENE), que se celebraban en el Faro de la Puntilla en Porlamar. En estos concursos participaban los mejores conjuntos aguinalderos del estado Nueva Esparta, en los cuales se destacaban “Los Azulejos de Pampatar”. En el primer intento no se logró la clasificación entre los cuatro semifinalistas, según condición del concurso; en la segunda oportunidad se clasificó y en el tercer certamen ganamos el festival de aguinaldos, con la composición “El Hijo de María” por José Moya.

    En el siguiente concurso de aguinaldos, ocupamos el segundo lugar y a un punto del ganador, con el aguinaldo titulado “Pasajes de la Virgen y el Niño”, autoría de Romeo Arismendi. Si amigos lectores, fui el compositor de ese aguinaldo. Fueron muy buenos esos festivales de aguinaldos, auspiciados y ejecutados por FONDENE, con la conducción asertiva del Lic. Antonio Cedeño y la Lic. Paulina Hernández.
   
    El conjunto de Aguinaldo de Coche era “Delirio Marinero”, conformado por una selección de músicos de cada sector de San Pedro de Coche, entre los cuales identifico a José María Fermín, Alberto Alfonzo, José Moya, Manuel Moya, Arturo Salazar, Juan Lunar, Manuel Salvador “Mañé” Salazar, José “Che Loco” López, Antonio “El Niche” Rodríguez, Luis “Fengo” Alfonzo, Alberto “Beto” González, Antonio Lunar. Nicolás “Nico” Salazar y algunas voces femeninas.

v En varias fiestas patronales de San Pedro brindábamos el apoyo con algunos actos musicales con nuestros valores artísticos. Organizamos los festivales de la Voz Infantil y el de la Voz Juvenil. En estos concursos, surgieron prometedores cultores del canto y de la música como lo fueron Rosángel Vizcaíno, los hijos de Silvia: Cuchita y Omar, Adelfonso Hernández. Para completar un buen espectáculo, se realizó el primer y único concurso de chistes, solamente para adultos, concursando los más fructificados chistosos de Coche: Francisco González, alias “Chico embustero”; Justino Rodríguez, el “Rapapino”; Antonio Fermín, “El Conejo”, Hernán Arismendi López,  “El Loro”; Joaquín Fernández Arismendi, Juan “Cayeya”. El ganador fue Chico embustero. Muy buenos los protagonistas chistólogos, ocurrentes chistes, risas, alegría y complacencia.

v A lo largo de algunos años, nos encargamos de elaborar extensos nacimientos en la iglesia y en sectores de San Pedro de Coche. Inclusive concebimos la idea de que los mismos concursaran y así se logró en unas ocasiones. También escenificamos nacimientos vivos en la iglesia y en la sede del Centro Cultural “Isla de Coche”, Algunas veces acompañábamos al Niños Jesús en sus visitas a los hogares, correspondiéndole siempre a la familia Lunar López de cumplir con esta actividad navideña ya internalizada como una costumbre tradicional y que de manera muy loable supieron mantenerla.

Alabo y seguiré loando la mística religiosidad y el acervo folclórico de María, Reyna y Nelly Lunar López por haber mantenido por muchos años una de las más bellas tradiciones que enarbolaban el contenido teológico de la Navidad en la Isla de Coche, como en efecto lo era presentar con música y fervor la imagen del Niño Jesús casa por casa. Ampliaré con más lujos explicativos este comportamiento religioso en el libro que estoy terminando sobre “Adoctrinamiento Católico de Coche y Margarita, por parte de la Corona de España, Siglos XVI y XVII”. En este tipo de tradición navideña, también es justo nombrar el apoyo entusiasta de Luis José Fernández y los conjuntos “Guaritoto “, “Goajira” y “Los Veteranos”
v En el año 1977, en plena celebración de las fiestas patronales de San Pedro, hicimos un simulacro de feria con el apoyo de la empresa “Checame y Publicidad”,  C.A., proveniente de Cumaná, conducido por su presidente José del Carmen, alias “Checame”. Fueron tres días de transmisión por radio Cumaná desde Coche para Venezuela. Se realizaron diversas actividades musicales, deportivas y la elección de la reina de la Primera Feria Turística y Folclórica de la Isla de Coche. La ganadora de este certamen fue la señorita Orquídea Salazar Lunar. Estos actos se llevaron a cabo en la plaza Bolívar de San Pedro de Coche. Todavía conservo la cinta grabada en betamax y tratando de grabarla en C.D.

v Para esos años del final de la década del 70 y comienzo de los años 80, se nos presentó la magnífica oportunidad de llevar a Coche a Radio Caracas Televisión para filmar algunas diversiones bailadas en las calles. El pueblo salió a la calle apoyando estas grabaciones. Lo esencial fue promocionar nuestras diversiones a través de un canal tan expansivo como lo es la televisión. Recuerdo con absoluta claridad las filmaciones que se hicieron en las calles y era tal la alegría tan emotiva que bailé dos diversiones.

v Posteriormente a la actividad reseñada en el párrafo anterior, recibimos la gratísima y  sustancial visita de  Venezolana de Televisión (V.T.V.)  para realizar una extensiva toma sobre la escenificación callejera de las diversiones. Fueron cuatro días de arduo trabajo en cuanto a organización, planificación, ensayos, toma de fotos, grabación de videos y atención esmerada al personal técnico del mencionado canal de televisión. Esta jornada superó en todos los aspectos a la anterior, No solamente intervinieron los integrantes de las diversiones, sino todo un pueblo que nos acompañó en esos días de grabaciones. ¡Qué lamentable que se hayan extraviado tanto esta grabación como la de Radio Caracas Televisión, ha sido una pérdida documental de alto contenido histórico!

El programa televisivo se inició en el muelle principal de San Pedro con la diversión “El vapor” y se culminó en la salina. Luego se bailó “La pesca del tajalí” en El Botón, donde se tiró al mar dicho símbolo bailado por Robert Lozada y Nelson Salazar (El Sacabandera), Esteban Córdova, Nico Salazar, Ernesto Rodríguez y otros hicieron el teatro de la pesca, muchos niños participando en esa virtual pesca del tajalí y, por supuesto, hombres y mujeres. Estas dos diversiones fueron protagonizadas por el Grupo Cultural “Las Caribeñas”. Fue uno de los actos más hermoso y de alto colorido folclórico que he visto en mi vida, sencillamente majestuoso, se revivió el folclor de aquella época. ¡Cómo se goza lo que uno siente en alma y corazón.
Seguimos a Punta Honda para presentar a la diversión “El soldado del mar”, otro magnífico espectáculo de calidad, belleza y tonalidad folclórica, coordinado por Nelly Lunar y estudiantes del liceo “Napoleón Narváez” En la medida que avanzábamos bailando las diversiones, más personas se nos unían. Yasmina (no recuerdo su apellido) era la coordinadora principal del personal técnico de V.T.V. a cada momento me exteriorizaba su emotiva emoción por ese grandioso espectáculo folclórico que les estábamos ofreciéndoles, que ella nunca se imaginó la belleza folclórica que teníamos, la creatividad de las escenas del baile, de la música, del teatro y la destreza artesanal de la confección de los símbolos.
Al siguiente día anclamos en el sector El Olivo donde nos esperaba la Agrupación Cultural de José Moya para actuar con la diversión “El rabo rubio”. Con escenas parecidas a las representadas por “La pesca del tajalí”, se ratificó el dominio del arte de nuestro folclor. Toda una congruencia nutrida de alegría, exaltación y sobreexcites de guarichas, músicos y pobladores se hizo sentir hasta lanzar al mar al “Rabo rubio” y con él muchos de los espectadores. Se repitió, al igual que en El Botón, la pintoresca belleza de observar a chicos y grandes tirarse a la playa para escenificar la faena pesquera.
Finalizamos el proceso de la grabación del programa en la comunidad del Cardón con la actuación de la diversión “El morrocoy” de Chemané González, quien con su Agrupación “Los Hermanos González”, estaban esperando la voz de mando: “Acción y cámara” para entrar en escena. En efecto, empezó el baile del “morrocoy”, cuya imagen artesanal parecía que era real, una asombrosa obra que demostraba la sapiencia y habilidad de nuestra artesanía en símbolos de diversiones.
La presentación fue muy buenísima, muchísima gente, bailaban, cantaban, bebían, reían, echaban chistes, tiraban cohetes; en fin, una demostrativa fiesta popular, el encuentro de una idiosincrasia con la raíz ancestral de su folclor, la paridad del espíritu sensible con el eco de sus diversiones y la identificación potencial con sus valores, costumbres y creencias encendidas. Retornamos al Centro Cultural con una de las más grandes parrandas que he disfrutado en mi vida ¡Qué bello espectáculo!
v Otro interesante logro televisivo de alcance nacional fue cuando presentamos las diversiones “La pesca del tajalí y “El camarón” en el programa de “Las Cómplices” que animaban las bellas y talentosas artistas y presentadoras de televisión Maite Delgado, Viviana Gibelli y Raquel Láres, transmitido por Venevisión y de una sintonía total en Venezuela. Para la década de los ochenta, yo trabajaba en la Coordinación de Cultura de FONDENE, organismo que capitalizó una gama de actividades múltiples en Nueva Esparta, que incluía las deportivas, musicales, danzas, teatro, bienales, escultura, educación, investigaciones y era prácticamente una “pequeña gobernación privada” con calificados recursos humanos, materiales y financieros, lo que constituyó una clara demostración de su vasto accionar social.

Para ese año, que no acierto su exactitud, FEDECÁMARAS realizaba en Margarita su usual Asamblea anual de Socios. Seleccionaron a Coche para confortar y vivificar el folclor genuino del estado Nueva Esparta, que son las diversiones y el responsable de este acto folclórico era precisamente Fondene donde yo laboraba, de allí que fue sencillo conseguir la actuación de Coche para cerrar con nuestro arte escénico y musical tan importante reunión empresarial. Aproveché durante tres días platicar de un modo muy cordial y placentero con Maite, Viviana, Raquel y Virginia López, temas relacionados con el acontecer social de Margarita y Coche, sus creencias, costumbres, folclor, Puerto Libre, la pesca. Aclaro que Virginia López era la productora del programa “Las Cómplices” nacida en la Isla de Margarita. El acto principal se efectuó en el hotel “Bella Vista” y las diversiones se escenificaron en la playa de este hotel. ¡Qué orgullo y cuánta emoción cuando anunciaron a las diversiones de Coche!

v Por último, vamos a glosar la organización del I. Festival de Diversiones de la Isla de Coche perpetrado con un rotundo éxito en “El Paseo Rómulo Gallegos”, sector “Guaraguao” de Porlamar, municipio “Mariño”, el 3 de septiembre del año 2011, a las 2:00 p.m. Este fastuoso espectáculo se le dedicó con la máxima distinción y preferencia a los cien años de la canonización de la Santísima y Venerada “Virgen del Valle” y un homenaje a tres distinguidos y eminentes cultores del canto y de la música popular de Margarita: Jesús Ávila, Perucho Aguirre y Chelía Villarroel.

Con la experiencia y con el espíritu resuelto y decidido que siempre he tenido para enfrentar los retos, por muy difíciles que sean, se asociaron para organizar en Porlamar un gran festival con los grupos de diversiones que querían estar presentes. Como era de esperarse todos manifestaron sus deseos de participación y fueron quince (15) agrupaciones, a un promedio de cuarenta y dos integrantes (42) por diversión, para un total de unos seiscientos treinta cultores, sin incluir los directivos, personal de apoyo y otros acompañantes. Interpretando la sumatoria real, pasaban las setecientas (700) personas para movilizarlas y atenderlas. No era fácil, pero la osadía valía la pena, de alguna manera había que hacerlo, ya era hora que nuestros festivales se presentaran en tierra margariteña en busca de un mejor escenario para una mayor publicidad nacional.

Desde el mes de marzo empecé a organizarme para poder constituir un gran equipo de trabajo en Porlamar. El reto era en Margarita, había que reclutar paisanos  y  amigos de la hermana isla, conseguir recursos económicos, logística, el transporte, la comida, el sonido, el alojamiento  ante cualquier eventualidad,  publicidad, afiches, propaganda, pancartas, perifoneos, el escenario de la tarima, tribunas, sillas, refrigerios, la seguridad. El compromiso era grande y, por ende, muy exigente. Yo lo pensaba una y tantas veces, el desafío se las traía, pero más hace el que quiere que el que puede y por Coche se tenían que agotar todas las alternativas posibles o circunstancias adversas.

Por Coche no había ningún inconveniente, mas bien reinaba el optimismo y ese exorbitante entusiasmo de nuestros cultores de diversiones cuando hay que presentarse en cualquier lugar. La confianza que me inspiraban los directivos del Centro Cultural “Isla de Coche” era absoluta y total. Ellos se ocupaban de la organización en Coche, conjuntamente con los representantes de los grupos de diversiones, en tanto yo me dedicaba a la organización en Margarita. Mis más efusivas felicitaciones para mi equipo del Centro Cultural “Isla de Coche”: Francisco Arismendi, Sunirda Quijada, Asisclo Hernández, Cleto Martínez, Francisco Rodríguez, Freddy López, Jaime Salazar y José Ramón Ramos. Al final se incorporaron Chente Vicent y Luisito Salazar. Excelente trabajo en una unidad operativa exitosa.

Con los mismos señalamientos meritorios van también dirigidos a las siguientes agrupaciones culturales de diversiones: “Folclor Cochense” (Nelly Lunar), “Hermanos González” (Chemané González), “Tradición de mi Pueblo” (Jovani Serrano); “Pueblo y Tradición” (Nancy Tormet); “Tradición Güinimense” (Olegnis Guevara); “El Cardumen” (Carlos Marcano); Centro Cultural “El Guamache” (Duglas Fuentes); “Defensa de mi Pueblo” (Raúl Rojas), Centro Cultural “El Bichar” (Idelvalle Salazar); “Los Medios” (José Luis Fermín); “Mar de Leva” (Deris González); “Urica” (Araibel Lunar); “Isla de Pescadores (Albert Bermúdez); “El Progreso” (José  “Morocho” Alfonzo) y “Arte y Pintura” (Roberto “Monagas” Ramos. Todos fueron muy buenos, trabajaron unidos, mucho compañerismo, colaboraban y se animaban entre sí. 

Se hizo contacto con la familia Suárez en Punda, Porlamar, resultando su casa como sede de las reuniones que se efectuaron semanalmente. La lista de los voluntarios era larga y los asistentes a las reuniones no pasaban de veinte y no eran puntuales. Esta anomalía me preocupó bastante, sin embargo seguí arando. Entre los más consecuentes estaban: Pancho Lárez, Manuel “Malengo” González, Luis Velásquez, Omar Alfonzo, María y Milagros Suárez, el locutor Henry Pantoja, Simón Aníbal Bermúdez, Aníbal González, Mary Carmen Silva, Benjamín Requena, Rubén Dubén, Elvira Silva, Alexis Marín Cheng, Yosandra Salazar, Claret Suárez, Nora Indriago, Eduardo Rodríguez, Gabriel González, Anabel Escalona, Efraín Cortecía, Doris Amundaray y Dalia de Tillero.

En la semana próxima al festival contamos con el apoyo profesional del ilustre profesor Pablo Ramírez (+), con el servicio de un fotógrafo de alta calidad profesional, con Jesús “Campito” Cedeño, José María Fermín, Chico Mono, Rafael Arismendi, Rodolfo Marcano. Poco a poco se estaba alcanzando la estructura organizativa rumbo al éxito de tan magnánimo acto folclórico.

Visitando de un organismo a otros, felizmente anclamos en el puerto seguro al hallar las garantías elementales para la realización del festival y le correspondió al popular alcalde de “Mariño” Alfredo Díaz (2011) darnos las satisfactorias respuestas requeridas que preservaban las interrogantes del problema planteado. En la primera reunión con Alfredito Díaz me acompañaron Manuel “Malengo” González, Pancho Lárez y Francisco Bermúdez. En nombre de la alcaldía de “Mariño”, el burgomaestre,  Alfredo Díaz, rápidamente daba las soluciones correspondientes al lugar donde se podía efectuar el festival, apoyo económico, sonido, tarima, franelas, pendones, afiches, comida y refrigerios.

Sin tantos rodeos y con asombrosa determinación se escogió al sector “Guaraguao” el lugar para el espectáculo. Ambos tramos que conforman esa avenida fueron unidas por una enorme tarima de 20 mts. X 10 mts,  con capacidad para setenta personas y con dos largas tribunas y baños portátiles. Alfredo Díaz se trasladó a Coche para hacer la entrega de un donativo económico a las quince agrupaciones culturales, destinado para los gastos de sus diversiones, acto que se hizo en el Centro Cultural “Isla de Coche”, recurso este que fue un valioso aporte que les sirvió para completar parte de sus vestuarios.

El aludido ex alcalde de Mariño, delegó en su director de Cultura de la alcaldía, Jorge Marcano para que se sumara a la organización liderada por nuestro Centro Cultural y con quien nos entenderíamos como puente entre nosotros y el alcalde. Empezamos a trabajar y en esa unión ejecutiva y operativa los resultados esperados se fueron dando. Se aseguraron las soluciones a las necesidades ya reseñadas anteriormente, de tal modo que ya el mandado estaba hecho, se disiparon las dudas y las preocupaciones. El siguiente paso era asegurar el traslado de los grupos de diversiones, incluyendo el retorno para el mismo día del festival y en el visor de este objetivo se consideró empezar temprano el acto para que en ese mismo día los grupos pudiesen retornar a Coche.

Se habló con los dueños de los botes que hacen el servicio de transporte marítimo entre Coche y La Isleta en busca de una consideración especial en cuanto al costo, hora de salida y la garantía del retorno que se calculaba a partir de las 4:p.m. No teníamos el dinero completo para pagarles a las lanchas los pasajes con una reducción del 50 %. Afortunadamente, se aprovechó una visita oficial en Coche del entonces gobernador Morel Rodríguez para pedirle la colaboración del pago de los pasajes y con solícita receptividad la aprobó. Le tocó a la aguerrida Elvira Silva retirar el cheque en la gobernación, como en efecto lo logró. Prácticamente casi todo estaba resuelto, gracias al inconmensurable apoyo que nos aportó Alfredo Díaz y el invalorable gesto de ayuda de Morel Rodríguez.

Las redes sociales publicitaban la magnitud artística de las diversiones de Coche. La alcaldía de “Mariño” mandó a perifonear la realización del festival. La prensa escrita y radial les dedicaban parte de sus espacios a la publicación sobre esta jornada folclórica. Algunas pancartas se exhibían en Porlamar y era notorio los comentarios callejeros al respecto. Las expectativas eran de alto consumo popular, principalmente entre los miles de cochenses que residen en Margarita. Con estos atenuantes favorables, se vislumbraba el éxito del festival en Margarita y el nombre de Coche se oía en toda Margarita.

Al fin llegó el día ansiosamente esperado por todos los protagonistas y pueblo en general. Excepto mi persona que me encontraba en Porlamar, todos los directivos del Centro Cultural “Isla de Coche” permanecían aquí cumpliendo con su misión principal como era el traslado de unas setecientas personas para Margarita. A las 10 a.m., se dio inicio la movilización. En La Isleta estaba la Comisión de Movilización encabezada por el diligente y eficiente Benjamín Requena, natural del Bichar, Simón Aníbal Bermúdez y Bruno Dubén (+) para llevarlos a Porlamar. Benjamín Requena era el presidente de la Línea “Francisco Fajardo” que cubre la ruta de “Los Cocos” y el centro de Porlamar, circunstancia que nos favoreció para disponer de un transporte seguro o confiable. 

Más  o  menos a las 11 de la mañana, comenzaron a llegar los grupos al sitio donde se efectuó el I. Festival de Diversiones de la Isla de Coche en el paseo “Rómulo Gallegos”, sector “Guaraguao” de Porlamar. Rápidamente la sede del susodicho paseo se llenó totalmente de los grupos de diversiones, más el público que se acercaba para ver de cerca a nuestros folcloristas. La música margariteña y cochense se combinaban para ir musicalizando el ambiente contagioso de alegrías, de emociones y de expectaciones, anunciando los performances que brindaría el espectáculo de las diversiones de Coche.
La situación se veía en pleno confort de comodidad placentera, con deseos de que empezara ya el festival, los cochenses por ver a sus tradiciones y los demás para comprobar qué tan bueno son las diversiones de Coche.

En cuestión de minutos, el espacio grande se fue llenando y ya no cabían más personas alrededor de la tarima, full por los cuatro puntos cardinales. A eso de la 1;30 p.m. llegaron los homenajeados, Jesús Ávila y Perucho Aguirre; Chelía no asistió por problemas personales. Casi al mismo tiempo hicieron acto de presencia el alcalde Alfredo Díaz, con su señora esposa Leynnys Malavé  y algunos integrantes de su Despacho y nuestro alcalde José Francisco Fermín. Los dos alcaldes se reunieron y ambos se integraron como anfitriones del festival.

A las 2:10 minutos p.m. se aperturó el acto con la entrega del estandarte simbólico de las diversiones de Coche al ciudadano alcalde de “Mariño” Alfredo Díaz, por parte del alcalde de “Villalba” José Francisco Fermín. A continuación, las palabras de bienvenida por el presidente del Centro Cultural “Isla de Coche”, Romeo Arismendi, luego habló Alexis Marín Cheng en nombre de los integrantes del Comité en Margarita y cerraron los dos alcaldes ya identificados.

En su alocución, José Francisco Fermín indicó que esta iniciativa del presidente del Centro Cultural “Isla de Coche”, Romeo Arismendi, tenía bastante tiempo y gracias al poyo de la alcaldía de Mariño hoy ese sueño se hizo realidad y finalizó diciendo que él espera que en los próximos años se repita en otra jurisdicción o en el mismo Porlamar si era posible. Alfredo Díaz, embelesado por la emoción del acto, agradeció a Coche y a su Centro Cultural y a todos los grupos, la magnífica idea de llevar a Porlamar sus diversiones, que para él era un placer y un orgullo, que contaran siempre con su apoyo y que haría todo lo posible por nuevas presentaciones en Margarita.

Terminada la parte protocolar, se interpretaron canciones consideradas las más resaltantes del acervo folclórico de Coche: El carite, La Anchoa, La Lisa y El Marao. Con los conjuntos ya preparados y las guarichas deseosas de presentarse se dio inicio a las actuaciones de las quince diversiones en el orden siguiente:
1)    La cobra real del Grupo de Diversión “Arte y Pintura Monagas”, Roberto Ramos.
2)    El atún del Grupo de Diversión “Mar de Leva”, Deris González Carreño.
3)    El pez león del Grupo de Diversión “Tradición Güinimense”, Olegnis Guevara.

4)    El Escribano de siete colores del Grupo de Diversión “Los Medios”, José Luis Fermín.
5)    El escolopendra del Grupo de Diversión “Sentimiento de Sal”, José Moya.
6)    El morrocoy del Grupo de Diversión “Hermanos González”, Chemané González.
7)    El pez luchador del Grupo de Diversión “Defensores de mi Pueblo”, Raúl Rojas.
8)    El pez canario del Grupo de Diversión “El Cardumen” Güinima, Carlos Marcano.
9)    La cangreja del Grupo de Diversión “Pueblo y Tradición”, Nancy Tormet.
10)    La guasa del Grupo de Diversión “Centro Cultural. El Guamache”, Duglas Fuentes.
11)    El pargo cebal del Grupo de Diversión “Centro Cultural. El Bichar”, Idelvalle Salazar.
12)    La ballena del Grupo de Diversión “Folclor Cochense”, Nelly Lunar de Salazar.
13)    El pez espada del Grupo de Diversión “Las Caribeñas”, Marvis Salazar.
14)    El pez ángel del Grupo de Diversión “Progreso”, José Alfonzo Quijada.
15)    La lancha “Solmar” del Grupo de Diversión “Tradición de mi Pueblo”, Jovani Serrano.

Grupo de diversión que terminaba su presentación, enseguida tomaba rumbo a La Isleta y al Yaque para su regreso a Coche, donde le esperaban los botes. Hasta el momento todo estaba saliendo bien, pero venía esta última fase de la organización más complicada, pues se trataba de abordar unas setecientas personas y en la seguridad que nos iba a coger la noche, por lo que el viaje no garantizaba una absoluta comodidad ni seguridad. Encomendados a Dios, a la Virgen del Valle y a San Pedro, se dio comienzo al retorno.

El retorno a Coche fue una odisea y se pudo lograr gracias a la muy plausible y admirada labor que cumplieron José María Fermín, Benjamín Requena, Braulio Dubén (+) y Simón Aníbal Bermúdez. Se practicó que la diversión que se presentaba, enseguida se trasladaba a La Isleta y al Yaque. A las 4:00 p.m. empezó el éxodo para Coche. Eran las 9:00p.m. y aún seguía el traslado, ya las lanchas no daban abasto; había reboso en la playa del Yaque que dificultaba el montaje a las lanchas, lo que obligó a José María a tirarse al agua para ayudarlos a abordar los botes.

Con este esfuerzo extra se pudo trasladar los últimos folcloristas a Coche. Fueron más de seiscientas personas que retornaron ese mismo día o noche, ya que hubo un numeroso grupo que prefirieron quedarse en Margarita. Porque considero que fue extraordinaria la ayuda que en momentos de apremio en el abordaje de la gente en El Yaque para Coche facilitó José María Fermín, ratifico mi enhorabuena y la gratitud por tan encomiable acción.

v Editamos por algunos años “La Voz de Coche”, órgano informativo del Centro Cultural “Isla de Coche”, que se utilizaba para publicar nuestras actividades y los problemas de la comunidad. Escribían, además de mí, el Dr. Marval, Felipe Méndez, Félix Ramón Gómez, Chico Mono, Joél González, más otros invitados que no logro determinar.

v La presentación de nuestras diversiones en la inauguración del hotel Hilton de Porlamar, atendiendo la cordial invitación que nos hizo llegar el finado Rafael “Fucho” Tovar, con quien honrosamente mantenía las más gentiles relaciones de afecto y consideración. Fastuosa fiesta que fue aprovechada para dar a conocer cada vez más nuestro folclor.


Infraestructura y Equipos

Sede Propia

v  Desde el mismo momento de la creación del Centro Cultural “Isla de Coche”, tuve la plausible sensatez de la importancia de tener una sede por razones obvias. Comenzamos en la casa de mi mamá, en otras ocasiones nos reuníamos en el bar familiar de Chente Rodríguez y hasta en la plaza. En menos de dos años, ocupamos la casa donde hoy es el hogar de la amiga Candelaria Hernández Placencia, ubicada en el sector “El Olivo”, frente al Grupo Escolar “Dr. Agustín Rafael Hernández”. Esta sede se logró gracias a la bondad de mi muy amada tía Paulita (Paola Arismendi de Casanova), quien nos la prestó sin ningún interés mercantilista. Mi querida tía siempre nos dio su noble apoyo, ella nos tendió su bondadoso corazón en favor de nuestra causa. Q.E.P.D. Allí estuvimos varios años hasta que logramos tener nuestra sede propia.

Ratifico lo que he venido aseverando sobre mi comportamiento pertinaz cuando me propongo conseguir un provechoso objetivo. Me dediqué a hallar de qué manera se podía alcanzar una sede propia. Dios nos estaba bendiciendo por nuestra noble intención de hacer cosas de provecho para la Isla de Coche, por lo que el destino nos deparó un extenso terreno que estaba ocioso y sin aparente dueño. Precisamente frente a la casa de mi madre, se ofrecía, con la buena de Dios, un área donde se podría fabricar algo grande que satisficiera el cumplimiento de una variedad de actividades deportivas, folclóricas y sociales. Se presentó un pequeño y fugaz inconveniente de que en ese terreno había un pequeño espacio de escombros de una casa donde habitó el señor Amador Marcano. Pero, la bondad, la comprensión y la cordura de Gliseria y Roselia Millán, accedieron a donar esa parcelita para que así dispusiéramos de toda esa área.

Solucionado este corto impasse, me propuse a buscar los pertinentes contactos que me aseguraran la construcción de la sede. Fui a la gobernación de Nueva Esparta, en el año 1974, primer gobierno de Caldera, a la Asamblea Legislativa y a la Oficina Regional del Ministerio de Obras Públicas (M.O.P.). De aquí me enviaron a Barcelona y en ese viaje me acompañó Joél González Bermúdez. Allí entregamos la carta y nos recibió un director de infraestructura de ese Ministerio. Por su parte, Alberto Alfonzo se ocupaba de diseñar el plano de la construcción.

Habría transcurrido un mes cuando me llamaron del MOP de Barcelona para informarme que la solicitud fue aprobada. ¡imagínense la tremenda alegría!. Luego se presentó en Coche un funcionario de ese Despacho Ministerial para acordar lo relacionado a la obra, aún me acuerdo que lo identificaban como El Chino Wong. Ya Beto había hecho el plano, el cual no funcionó porque era muy exigente por su amplitud y, en su defecto, se construyó una oficina, un depósito y una sala múltiple. Esta simpleza estructural nos sirvió de estímulo para continuar con nuestras actividades y para seguir soñando con una sede más desarrollada y con esta idea continuamos trabajando en el más claro precepto del optimismo y de la perseverancia.

¡Y claro que sí lo conseguimos, ese era uno de nuestros más importante objetivo! Le di rienda suelta a la imaginación, al esfuerzo, a la constancia, al sacrificio y al optimismo. Por un lado aplicábamos rifas, verbenas, recolectas, pasar películas y por otro lado acudiendo a las instancias institucionales del Gobierno Regional y Nacional. Con FUNDACOMUN, aprovechando mi muy afectiva amistad con su director Juan Vásquez (+) y mi entrañable amigo y colega Emilio Rodríguez, alias “Pitongo” (+), se pudo lograr la ampliación de la sede con más oficinas, ocho baños, biblioteca, un gran salón y tribunas. Se aunaron ambos recursos y poco a poco se fue modificando los espacios para darle cabida a la cancha múltiple, dos tribunas grandes, una sala para ensayos, ocho baños, clóset, dormitorio con sus literas. ¡Extraordinario, teníamos la sede más grande de todos los centros culturales del estado  Nueva Esparta!

Muchas veces nosotros mismos servíamos de obreros, hasta montamos el techo de canal 90, siendo el director de este montaje el utility Antonio Martínez. Ese gran equipo de trabajo, entre directivos y miembros,  que tanto puso de su parte para la extensión de nuestra sede estuvo integrado por Alberto Alfonzo, Anurbe Martínez, Arístides Cortesía, Humberto Rodríguez, Domingo González, Antonio Martínez, Enrique Martínez, Alfredo Suárez, Asisclo Hernández, Carlos Fernández, Inocente Vicent, Ramón Fernández, Oneido Vizcaíno, José López, Jesús “Chu Bella” Lunar, Robert Lozada, Juan Antonio Alfonzo, Esteban Córdova, Nicolás “Nico” Salazar”, y qué me disculpen aquellos que fueron parte de ese equipo que por la limitante de mi memoria no los nombré. Los albañiles fueron Manuel González, Julián Milano, Enrique González y Albino Serrano.

Actualmente su modificación se limita a un salón amplio y cómodo para usos múltiples y que está en remoción para que funcione un Infocentro. Otra sala donde funciona la biblioteca “Guzmán Salazar”, patrimonio del Centro Cultural “Isla de Coche”; una sala que sirve de estudio para las escuelas de instrumentos musicales; un pequeño espacio para oficina y destinado para el futuro a ser un estudio de grabación; un baño, una cancha múltiple aún no terminada en la cual se ejecutan los festivales de diversiones y todo tipo de actividad que requiere de un expansivo espacio y tres tribunas para acomodar unas 2.500 personas.

Estadio

v  Nos dimos a la tarea de conseguir un estadio para Coche. Estaba de director del Instituto Nacional de Deportes, Lucindo Caraballo y de asistente la súper eficiente señora María del Valle Matos, muy buenas personas y competentes funcionarios. En esas visitas, me acompañó varias veces el deportista, orgullo de Coche, José Frontado, quien fue un importante aliado para conseguir la construcción del estadio, su aporte fue determinante. También en una oportunidad, Anurbe Martínez asistió conmigo para entrevistarnos con Lucindo Caraballo. En cada visita fuimos bien atendidos y con esa cordialidad institucional de ambos funcionarios se logró tener un estadio para Coche. Este estadio ha servido como espacio para béisbol y fútbol, lleva el epónimo de Alfredo Suárez (+) y hoy está en precaria condición física, su situación demanda urgente solución.

Apoyo a la Creación del Liceo Napoleón Narváez

v  El Centro Cultural “Isla de Coche”, eminentemente consciente de la  importancia sobre la creación de un liceo en la Isla de Coche, se unió al selecto grupo de individualidades e instituciones que pedían la susodicha obra educativa. Cumplió con enviar correspondencias a las instancias oficiales con la recolecta de cientos de firmas y cuando al fin se aprobó tan significativa obra, cedió el espacio de su único salón para que sirviera de aula de clase durante dos años.

Asfaltado de Calles y Carreteras

v  El Centro Cultural “Isla de Coche”, cumpliendo con sus estatutos, extendió su campo de acción social en busca de mejoras para la comunidad y gracias a Dios que en la medida que pasaba el tiempo, más relaciones públicas se iban cultivando, rápidamente se instituía la diplomacia institucional con funcionarios del Gobierno Nacional y Regional, entre ellos el Dr. Gómez Bezara, quien era para esa época el director del Ministerio de Obras Públicas en el estado Nueva Esparta. Conmigo fue usualmente receptivo y atendiendo a una solicitud donde se le pedía el asfaltado para algunas calles de Coche y para la carretera principal, accedió de muy buena gana y así se logró un nuevo asfaltado. Esta acción se repitió con el mismo resultado y su sucesor también hizo lo mismo.

Servicio Telefónico
v  En los mismos términos del párrafo anterior, y para sorpresa de muchos, muchos, muchos, afirmo que por mediación del Centro Cultural “Isla de Coche” ante mi amigo Gustavo Landaeta, quien era el gerente de CANTV en Nueva Esparta, se logró que se iniciara el servicio telefónico en San Pedro de Coche. Cumplido este objetivo, proseguí buscando la extensión de dicho servicio a los caseríos. Por largo tiempo, le expresé a Landaeta mi aprecio y suma gratitud,

Autobús

v  Entre mis habilidades estratégicas que aplicaba para conseguir un determinado objetivo estaba la técnica de la motivación al logro y la combinaba con la necesidad, su importancia y accesibilidad al destino donde tenía que acudir. En honor a la verdad, no me es posible precisar en el recuerdo cómo hice para establecer contacto con el directorio del Hipódromo “La Rinconada”. Lo cierto es que me llegué hasta allá, me recibieron en la antesala de la presidencia de ese organismo, estuve en Secretaría y en la Oficina de Relaciones Públicas. Entregué una carta explicando el motivo por el cual el Centro Cultural “Isla de Coche”, necesitaba con urgencia un autobús. Anexo a la comunicación escrita, hice entrega de los requisitos exigidos y después de la entrevista que me hicieron, me prometieron que me estarían llamando. Cumpliendo con lo prometido me llamaron para darme la gratísima sorpresa de la aprobación.  Viajé para Caracas en compañía de Francisco Arismendi  a recibir el autobús;  nos enviaron  con  un chofer hasta  Puerto  la Cruz  y  ya en  Punta de Piedras Alberto Alfonzo lo condujo hasta Coche. Ese transporte tenía una capacidad para 62 personas sentadas, de color amarillo tipo escolar. Era el único centro cultural que disfrutaba de un bus propio.

Sonido
v  Conseguimos tres tipos de sonido: El primero se obtuvo a través de una donación hecha por un grupo de amigos árabes, donde uno de sus líderes mantenía una fraterna e ideológica amistad conmigo. Era un equipo más que todo para poner música, por lo que era estrictamente restringido su uso para transmitir grandes espectáculos. El segundo sonido fue el más longevo que tuvimos, de buena calidad y cumplía con la rigurosa función de reseñar exigentes actividades de amplio espectro. No me acuerdo cómo lo conseguí.     Y el tercer equipo fue prácticamente una donación que le hice al Centro Cultural “Isla de Coche”. A continuación explico de qué manera lo adquirí.

Por las buenas relaciones que mantenía con el MOP y FUNDACOMÚN, logré se le adjudicaran unas obras a dos amigos míos (Luzardo y Guevara) para hacer unas tribunas, aceras y brocales. Dos de esas tribunas se construyeron en la sede del Centro Cultural “Isla de Coche”. Cuando le cancelaron esas obras, ellos me quisieron gratificar por el favor que les hice, gesto que no acepté, pero insistieron tanto que acepté con la condición de que esos reales los iba a usar para comprarle al Centro Cultural “Isla de Coche” un buen sonido profesional. Así lo hice, busqué a mi amigo del alma, José Domingo González (“Los caminanticos de Margarita”) quien se encargó de venderme un gran equipo profesional: Una cónsola Yamaha de 24 tomas de micrófonos, dos grandes cornetas Boem, planta de sonido de 800 vatios, micrófonos y parales. De este gran equipo de sonido sólo quedó la cónsola.

Vestuarios, Instrumentos musicales y Uniformes deportivos

Llegamos a coleccionar decenas de vestuarios para la Agrupación de Diversiones “Isla de Coche”, utilizados  cuando se efectuaban las giras hacia otros pueblos de Venezuela. Los vestuarios eran celosamente guardados en dos espaciosos clósets en nuestra sede. Con el mismo cuidado que los vestuarios, teníamos suficientes instrumentos musicales que se cuidaban con esmero e igualmente con los uniformes de las selecciones deportivas

Literas
v  Se llegaron a conseguir ocho literas dobles que fueron de gran utilidad para brindarles a los grupos invitados y visitantes un dormitorio amplio, cómodo y con baños.

ANÁLISIS DE LOS EFECTOS DE ESTOS LOGROS

v En primer lugar, por su afinidad conceptual, el principal cambio social se remite a las acciones que se generaron en los nuevos protagonistas en la sociedad de Coche en asumir la defensa de una causa porque cree en ella y hace todo lo posible por ser parte importante de la misma. El cambio mental es innovador y por eso se pretende cambiar alguna regla o convención de la sociedad, ya sea para satisfacer los intereses de un determinado grupo social, ya sea con la intencionalidad de "mejorar" la sociedad en su conjunto, en cuyo espacio encontraría las formas de una transformación de estatus para la recreación y la libertad para expresar sus querencias.
v Se generó un cambio social susceptible de actitudes a una modificación importante en la estructura de la sociedad cochense. Una nueva visión cultural; es decir, la aprehensión de nuevas alternativas tendientes a una diversidad de sentimientos y medios alternativos para expresarlos. Esta visión forma parte importante de su sistema de creencias que de manera explícita va reformulando su personalidad, por lo tanto se suscitan cambios sociales cuando ya no es individual sino que ya es compartido por el colectivo.

v Estos cambios, independientemente de sus grados de efectos, se produjeron para sustituir una monotonía casera o callejera por un espacio compartido entre grupos organizados internos y por agrupaciones externas de deportistas, folcloristas, gremios sociales y un pueblo expectante de diversión. En otras palabras, se amplió el campo de la acción social con los intercambios y sus consecuentes interacciones para la amistad y el compañerismo.

v Se asocian nuevos valores compartidos a la recreatividad sana e instructiva integrada a la familia, se unen sus miembros, comparten las mismas emociones, llegan juntos al acto y del mismo modo se regresan a sus hogares. La familia desea ver a los suyos actuando, sentir la emoción, la complacencia y el orgullo. Se unen las familias, lo que conduce a una sociedad más integrada reveladora de nuevos comportamientos: un cambio social.

v El trabajo constante y efectivo por el folclor y por el deporte acentuaron más la identidad cultural por nuestras tradiciones, en el primer caso, y la propensión creciente por los juegos deportivos, en el segundo caso.  La creación progresiva de grupos de diversiones y equipos deportivos comprueban la efectividad de los logros en función de impulsar aquellos cambios sociales que son derivados de esa fenomenología sociológica.

v La asonancia que en su concordancia socio espiritual con la mentalidad del disfrute y del placer de haber conocido personalidades del mundo artístico y deportivo, y de asonar nuevas emociones expectantes ante otras por venir, despertó en la comunidad cochense otras perspectivas de connotaciones actitudinales, juicios de valores y realidades de espectáculos, actos o actividades que no habían presenciado.
v Saborear el regocijo que le proporcionaba ver a la familia feliz presenciando cada acto y se revela como una disciplina eminentemente social, se inserta en el público presente, recibe múltiples estímulos ambientales y crea nuevas relaciones entre nativos y artistas.

v Cada acto público conllevan mensajes que encierran valores sociales, los cuales pueden ser ya valorados o desconocidos y en cualquiera de estos casos se redefinen o se aprenden. Son las cualidades y normas internas que permiten al ser humano vivir en armonía con el mundo circundante, comprendiendo a los otros y valorando sus diferencias, son caracteres necesarios e inherentes a cada ser humano que respeta a todos, siendo solidario con quienes lo necesitan.

v Por lo general, la constancia de haber presentado estas actividades públicas hicieron posible a que la comunidad cochense la identificaran más con nuestros valores folklóricos, tanto a nivel regional como nacionalmente;  en consecuencia, muchos aprendieron no solamente a comportarse alegres y con disciplina en los actos, sino que también se logró el aprendizaje del respeto por lo nuestro, haberles despertado la percepción por nuestras raíces populares, su sensibilización y la correspondiente identidad cultural autóctona.

v De tal manera que se generó un aprendizaje informal, es la resultante compleja de la confluencia de esos factores sociales que fueron tantas actividades populares que logramos cristalizar, compartida en un momento histórico y con determinantes culturales particulares. Estos no se transmite de una persona a otra, de modo mecánico como si fuera un objeto, sino por mediación de los actos públicos que interaccionan al colectivo con el mundo social y material.

v En esta interacción entre cultores y público, el conocimiento se construye primero por fuera, es decir, en la relación ínter psicológico, cuando se recibe la influencia de la cultura reflejada en toda la producción inmaterial o simbólica y, en segundo lugar, de manera psíquica cuando se transforman las funciones psicológicas superiores para entender y valorar otros patrones culturales.

v De acuerdo con esta perspectiva, el ser humano es ante todo un ser biocultural, lo que lo diferencia de otros seres vivos. Asimismo el individuo se relaciona con su ambiente mediante la interacción con los demás, lo que hace imprescindible el contacto con el mundo que le rodea con sus costumbres y tradiciones. Exactamente, esto fue lo que sucedió con el aporte que hizo el Centro Cultural “Isla de Coche” con su pueblo al conectarlo con el ambiente de los festivales de diversiones, con el ambiente deportivo y, en concreto,  con el ambiente generalizado de su sistema de valores y creencias.

v Se culturó en la población cochense la percepción consciente de la universalidad de la cultura en sus variadas expresiones en lo musical, danzas, teatro, deporte, literatura, recreo, educación, conductas, etc. Fueron muchos años socializadores entre la diversidad cultural que logramos producir y el público que presenciaba estas actividades.


ANÉCDOTAS, CURIOSIDADES Y OCURRENCIAS

v  Cuando Chico Mono llevaba la antorcha por El Cardón, en la inauguración de los Primeros Juegos Deportivos Interbarrios de Coche, el popular “Plancha” creyendo que Chico estaba loco porque iba a meterle candela a las casas, comenzó a gritar, a pelear, a lo que Chente Rodríguez lo increpó llamándolo salvaje, ignorante, animal, que no sabía lo que era una antorcha olímpica.

v   En un encuentro de béisbol libre entre “Los Tigres de Coche” y “Los Bomberos” de Margarita, se mete de emergente a Chucho Mono. Su hermano Chico es el umpire principal, situado detrás del pitcher. Éste al ver a este jugador tan bien uniformado le preguntó a Chico quién era, respondiéndole que era un pelotero profesional que estaba pasando unos días en Coche. Le comenta la habilidad de Chucho para batear, correr y fildear. El pitcher temeroso le lanzaba pelotas fuera del alcance del bateador y le concede la base por bolas. El juego estaba empatado, Chico le sigue diciendo que le va a robar la base; en eso Chucho, que en verdad corría mucho, se robó la segunda y la tercera. Chico sigue insistiendo  para poner nervioso al lanzador y tira a tercera para sorprenderlo, pero el tiro fue desviado y Chucho logró anotar la carrera de la victoria.

v  El espectáculo jocoso que brindaba Luis José (7) Rodríguez cuando tiraba cohetes, caramelos y panes en el desfile de su equipo “Yaureral” en los Juegos Deportivos Interbarrios y Caseríos de la Isla de Coche.

v  En un juego de béisbol, en el marco de los Juegos Deportivos Interbarrios y Caseríos de la Isla de Coche, se enfrentaban El Botón Vs. El Cardón. El umpire era Francisco “Pelocha” Requena, quien tira la moneda para decidir quien era home club. Le pregunta a Marcelino “Chole” González a quién iba, si cara o sello. Éste le respondió cara. Inocentemente Chico le pregunta a Erasmito González a quién va y éste con gesto sorprendido le responde: “Voy a orilla”.

v  Jesús Bermúdez Patiño, era muy conocido como Chucho Mono. En el Primer Festival de Diversiones (1972), inconforme con el fallo del Jurado le reclama que su diversión “El Tigre” debió haber ganado porque tenía en el teatro un mono de verdad que era él y un médico graduado de verdad que era Efreddy Casanova.

v  En ese mismo Festival, Perucho “Chila” Quijada le reclama a mi hermano Joaquincito, por qué no ganó su diversión “El Chupare” si su diversión era adeco como él.

v  Chico Mono era el encargado de la enseñanza del pugilato  que funcionaba en la casa que nos cedió mi tía Paulita. Su entusiasmo se vino abajo cuando me hace llegar la queja de no seguir entrenando boxeo porque dos de sus pupilos lo convidaron a pelear, pues ellos ya podían ganarle al profesor.

v  Asisclo Hernández ve que Che Loco entró en chola a la sala principal del Centro Cultural “Isla de Coche”, le llama la atención y le dice que allí hay un aviso que colocó Romeo que prohíbe entrar en chola y en pantalón muy corto. Che Loco se sale y entra enseguida descalzo. Asisclo estupefacto lo vuelve a regañar y Che Loco le respondió: “Bueno, allí dice no entrar en chola y en short, pero no dice descalzo, entonces no estoy faltando.

v  Diógenes Fernández fue la persona que más hacía alarde de la sátira popular para comentar, criticar, inventar y exagerar toda actividad que ejecutaba el Centro Cultural “Isla de Coche”. Su conducta era guasona, bromista, divertida, chispeante, sin ninguna mala intención, por el contrario fue uno de los grandes colaboradores que tuvimos. Mas bien, buscábamos la manera de provocarlo para que nos deleitara con sus socarronas críticas. Son muchas las que nos dirigió con su carisma chistoso y constituía para nosotros una gracia complementaria del suceso.

Una de ellas: Johnny Fuentes fue el cátcher juvenil de Coche que debutó en el Primer Campeonato de Béisbol Juvenil Estadal de Nueva Esparta y Leonel “Julián” Milano era el pitcher y ejercía una gran velocidad. En el primer inning, los lanzamientos se le escapaban al cátcher, hasta la exageración de cometer siete pasboles, un récord que aún persiste. Nuestro sátiro humorista, Diógenes Fernández, inventó el diálogo siguiente: Johnny a Leonel: “Tira Leonel, tira la pelota”. Leonel le respondía: “Ya te la tiré, hace rato”.  Johnny: “No me la has lanzado”. Leonel: Claro que sí, ya te he lanzado varias y no las coges”. Johnny: “No vale, por aquí pasaron unos balines, pero no la pelota”. Repuntaba Diógenes: “Qué bolas tiene Romeo, llevar a un cátcher ciego, con cataratas y con un ojo de vidrio, a ése lo van a firmar el Caracas o el Magallanes”.

v  En el Clásico de Natación Nacional que se celebró en Juan Griego, Chico Mono, Carlitos Modesto y yo, conseguimos tres litros de brandy con mi inolvidable “madre” Amalia Marín  (en reconocimiento a la protección materna que durante muchos años obtuve de ella y de su esposo Felipe Hernández), que Chico le solicitó para friccionar a los nadadores de Coche para fortalecerles los músculos de las piernas y los brazos. Con el entusiasmo y la expectación que sentíamos, nos echamos unos tragos en la travesía Porlamar-Juan Griego. Diógenes Fernández al enterarse de esto emitió su típico comentario:

“Estos carajos son unos vagabundos, engañaron a la pobre Amalia para quitarle media caja de brandy y whisky, y antes de llegar al sitio del Portachuelo pa Abajo, ya se habían tragado toda la bebida. Los nadadores llegaron mareados y se estaban ahogando ahí mismo cuando empezó la competencia. Menos mal que acudieron unos botes en auxilio y mientras los demás nadaban, ellos venían durmiendo en los botes, ¡qué molleja!”. “Y Romeo se tiró al agua para abrazar a Domingo Villarroel del Guamache porque creía que era él que estaba llegando de primero y qué por el estilo de nadar. Y ¿saben quién era?, pues era el que llaman el Tiburón de Pampatar, que se devolvió por un dolor. Jajajaja”.

v  Ampliando la experiencia anterior, es cierto que me lancé al agua a abrazar al primer nadador que estaba llegando a la meta porque Alcides Salazar me gritaba que ese que estaba llegando era “Mingo” por el estilo de nadar. Tremenda decepción sentí y en verdad era el popular “Tiburón” de Pampatar que claudicaba por un dolor estomacal. Recuerdo que estaba entrenando un blue jean y unos zapatos USKeds. Diógenes Fernández ampliando su ocurrente sarcasmo, afirmaba que Cosmito Vicent  y Juan Antonio Lunar tenían años sin bañarse en la playa y que este último aún estaba resentido de un accidente y varios años sin ir al mar.

v  Los nadadores y algunos directivos del Centro Cultural “Isla de Coche”, se albergaron en el hotel “Porlamar”, entre ellos Carlitos Modesto, Pablo Gómez y Chico mono, mientras yo preferí quedarme en casa de Amalia Marín donde siempre había vivido estando en Porlamar. También se hospedaron los futuros campeones venezolanos, atletas olímpicos y con laureles internacionales: Rafael Vidal y las hermanas María Teresa y María Luisa Carrasco, quienes eran unos adolescentes. En un desayuno y en un almuerzo brindado en el mencionado hotel, Chico Mono aprovechó para exponer las proezas de los nadadores de Coche ante estos futuros deportistas del Hall de la Fama del Deporte en Venezuela y sus entrenadores, con la finalidad de meterles miedo.

Me acuerdo muy bien que ellos nos explicaron su método de entrenamiento, que incluía pesas, gimnasia, caminatas, trotes y natación. Planificaban ocho kilómetros de práctica en natación semanalmente. Nos sentíamos maravillados de ese plan de trabajo preparatorio, algo que para nosotros era una novedad. Chico Mono, picado por esa exposición técnica y profesional y dándole rienda suelta a su fantástica imaginación de inventar y exagerar los hechos, se atrevió a decirles que los nadadores de Coche practicaban todos los días nadando entre Coche y Chacopata. Ellos le preguntaron cuántos kilómetros eran y el “Mono” afirmó que eran unos dieciséis kilometrajes diarios.
Les detalló que los nadadores de Coche se atrevían a hacer mandados desde Coche a Chacopata, a comprar comida y otros víveres, que si un bote demoraba veinte minutos, ellos hacían el mismo recorrido en media hora. En la misma bahía de Juan Griego venían a practicar, tenían que untarse repelente para los tiburones. Uno de los entrenadores, visiblemente extrañado y preocupado de la supuesta presencia de escualos en esa ensenada, le dice que eso no es posible, que es un riesgo. Chico le responde que eso pasa cuando el mar está en época de atraer tiburones. Evidentemente no supo dar una respuesta convincente. Yo le veía el expresivo rostro de calentura, de incomodidad y rechazo de Carlitos Modesto, que me provocaba reírme. Después se lo reclamó airadamente, que eso era una payasada.
Total que las aprensiones intimidatorias y fabulosas de Chico Mono no funcionaron para nada y resulta que precisamente Rafael Vidal ganó la prueba y las hermanas Carrasco llegaron de segunda y tercera posición. Los nuestros no terminaron de cubrir la prueba, tuvieron que abandonar. Al regreso al hotel, Carlitos rehuía hacer contacto con ellos, se sentía apenado y molesto.
v  Cuando el Gran Chico de Venezuela, Alfonzo Carrasquel estuvo en Coche, lo llevé a la casa de mi papá Joaquín Fernández, súper fanático de “Los Leones del Caracas” y de manera muy especial de Chico Carrasquel. Al instante no lo reconoció y tuve que decirle: “Papá, este señor que honra su casa es nada menos que tu gran ídolo deportivo de los “Leones del Caracas”. Se acomoda los lentes  y  me  pregunta: ¿Es Carrasquelito?   Si papá,  es  el gran Carrasquelito.  Inmensa emoción sintió mi padre, le tiende la mano y le exclama: ¡Carrasquelito, lo más que te pido es que no te vendas con el Magallanes, siempre con el equipo, cuidado con esos magallaneros, a esos hay que ganarles por paliza! Carrasquelito se reía y así le respondía a sus inquietudes fanatizadas.

Mi papá le ofreció refresco, malta, galletas, pero solamente aceptó el agua y la galleta porque era diabético. A Carrasquel le causó gracia la reacción emotivamente fanática de mi papá, tuve que contarle que él rompía radios y hasta televisor cuando Caracas perdía con el Magallanes. Me limité a reseñarle la pasión que sentía Coche por la pelota.

v  Cuando Alberto Alfonzo estaba diseñando el plano para la construcción del Club ·Los Tigres de Coche”, estaba reunido conmigo, Rosalba y Chico Mono. El terreno que habíamos prefijado tenía o tiene unos 40 x 40 metros, es decir, 1600 metros cuadrados. Sin embargo, Chico Mono apuntaba que era muy pequeño, que lo ideal era 1.000 metros de largo por 500 de ancho. Así se lo hizo saber en la reunión que sostuvimos con el gobernador Bernardo Acosta (1973) y con el director del I.N.D. (No recuerdo si era Lugo), Su respuesta fue una pregunta, ¿Qué van a construir un club o un estadio? Menos mal que esta contestación fue acogida entre risas y entendimiento lógico, así la pena pasó desapercibida. Como siempre hay un chistoso, le respondió: “A lo mejor es para construir un zoológico para meter allí a los monos”.

v  El Centro Cultural “Isla de Coche” también se incorporó a la tradicional quema de Judas, manifestación que circunda entre lo religioso y lo folclórico muy arraigado en nuestra cultura popular. Felipe “Cataco” Millán, era el encargado de pasear al juda en la carreta de su cuñado Perucho González. A Diógenes Fernández, siempre lo nombrábamos presidente de la directiva del juda, porque era parte del regodeo que sentíamos y buscamos para la sana diversión y buscarle “pleito”. En un Domingo de Pascuas, como se decía antes, nuestro siempre recordado Diógenes, no tanto por sentirse insatisfecho con la cantidad de cohetes que tenía el juda, sino por su peculiar pauta de meterse con nosotros, inventó la siguiente escena:

“Qué vaina y qué pena me echaron estos sinvergüenzas de Romeo y Carlitos el de Carlos Modesto, el Justinito,  me aseguraron que el juda “Siete Estrellas”  estaba relleno hasta el tope de cohetes, truenos y minas, qué iba a ver una gran explosión. Y en verdad yo sentí miedo y de pendejo me puse a decirle a la gente que tuvieran muchísimo cuidado, porque tenía muchos fuegos artificiales, en cada estrella había una mina y la cabeza estaba minada de cohetes, truenos y explosivos. Le puse más cuidado a la gente
mayor y a los niños. Tuve que sacar sillas de todas partes para ubicarlos bien lejos de la quema del juda. Agarré al primo Quintín, al primo Justo Malavé, a la prima Cucha Bermúdez, a la señora Noemí Malavé para llevarlos a un sitio más seguro”.

Siguió contando Diógenes: “Muchacho, qué te cuento, mayor embarque, el juda se quemaba y lo que salía era sal, un cohetico de vez en cuando. Todavía yo esperanzado le decía que en la cabeza estaba lo bueno, pero qué va, se rompió la cabeza, se vino abajo y lo que cayó fue un saquito de sal. Mira, qué pena pasé, y como era el presidente de esos vagabundos pagaba las consecuencias”.

v  Estábamos perdiendo un juego de béisbol con un equipo de Margarita 6 a 4. En el cierre del noveno, José Vicente Noriega (+), un poco ebrio, bateando de emergente pegó un triple para ganar el partido 7 x 6. Lo ocurrente fue que llegó a tercera gateando por su ebriedad y obesidad, fue gracioso verlo corriendo.

v  En el primer encuentro amistoso con el C.V.N., a Luis Ramón (M.C.) bañándose en la piscina de ese organismo público, uno de los muchachos por tremendura le puyó un pie con un alambrito y su reacción fue: ¡Ay mi madre, me mancó un sapo! En ese mismo intercambio, nos fuimos a pasear por el Paseo Sucre, calle La Marina, en Porlamar. A cada muchacho le di un bolívar para que compraran algo, entramos a la heladería “Caribe”, al lado de radio Nueva Esparta, Este mismo popular deportista se compró cuatro barquillas con el bolívar que le di y no satisfecho pidió otras cuatro y caminando con una en la boca, otra en la mano y dos en los bolsillos.

v  Jugaban softbol El Botón con Valle Seco. El pitcher obligado por este último equipo era Nelson Salazar, quien le consiguió los uniformes y unas pelotas. El muy valorado deportista José “Cheíto” Frontado era su mánager y cuarto bate. Estando en el tercer inning, el Botón estaba ganando 9 carreras a cero, En el cierre de esa entrada, El Botón tiene las bases llenas con un solo out. Con cierta vacilación, Frontado le dice a Nelson: “Bueno Nelson, creo que ya es suficiente, estás cansado, ya van nueve carreras y las bases repletas, tienes que entender”. Nelson le respondió: “!Queeee, me vas a sacar, y a mi que me han hecho, unas nueve carreras que no tengo la culpa!”.  Cheíto, sorprendido por esta respuesta, le increpa: “¡Qué no te han hecho nada, te parece poco nueve carreras a cero!”. Entonces Nelson Salazar muy lacónico le aclara: “Y qué culpa tengo yo que los filders no cogen los batazos, la culpa es de ellos y no mía, sáquelos a ellos”.

v  Mi emoción viendo a mi equipo jugar era explosiva, tiraba muchas patadas en los juegos de fútbol. Al respecto tengo una extendida lista de sucesos. Coche le gana a Bella Vista en fútbol libre y al día siguiente me llaman para decirme que el juego estaba bajo protesta debido a que Coche jugó con doce jugadores, por lo que tenía que presentarme a la reunión de delegados. Vaya sorpresiva y graciosa broma que me jugaron, se trataba de que el jugador Nº 12, causa del reclamo era yo porque corría  a donde iba la pelota y pateaba a diestra y siniestra. 

v  En Conejeros, Oneido Vizcaíno con mala intención colocó delante de mi a un muchacho de nacionalidad colombiana para que yo lo pateara y así sucedió, le di una patada en la costilla; su reacción fue como agredirme, pero Oneido y los demás que estaban conmigo lo aguantó y lo convencieron que esa patada fue sin culpa,

v  En una reunión de directivos y delegados de las Asociación de Béisbol Amateur del estado Nueva Esparta, salimos favorecidos para atender al estadio y administrar el uso de las pelotas y bates de béisbol. Esta responsabilidad se la delegué a Chico Mono y a su asistente José Vicente Noriega. (Dos angelitos). Los obligué a que asistieran a un taller sobre Relaciones Humanas, patrocinado por la identificada Asociación de Béisbol. A Chico le preguntan qué son las relaciones humanas, responde aceptablemente según a su característico estilo, con aire filosófico, Le tocó el turno a José Vicente Noriega contestar dicho concepto y sus términos  fueron tajantes: “Yo opino lo mismo que dijo el Chico Mono ese, lo que pasa es que es muy embustero y faramallero, fantasioso, nadie le cree nada, ni el Credo al revés”. (Entonación de risas.)

v  La osadía de Modestico González de haber metido siete goles en un solo partido, que lo logró porque se quedaba hablando con el portero contrario y allí esperaba el balón para disparar al arco. Esta ocurrencia tiene como 48 años que sucedió y todavía nos reclama el diploma de máximo goleador.

v  Otra ocurrencia de Diógenes Fernández. Horas antes de un juego de fútbol libre con Bella Vista, le compré avena y pan a mis jugadores para que le metiera algo al estómago. Cuando ya se estaba jugando, algunos comenzaron a sentir dolores estomacales y con ganas de ir al baño. Obligados por esta circunstancia se tuvo que efectuar cambios y entre los que salieron estaban los calificados futbolistas Pedro Luis y Pedro Alejandro Martínez. Al final perdimos el juego.

¡Cómo era de esperarse, surgió el comentario bromista de Diógenes!: “Qué pena dieron los futbolistas de Coche en Bella Vista. Romeo le dio de comer quáker puro con leche pura de burra y pan, muchacho, apenas empezó el juego eso era peo y peo, el árbitro lo confundía con el pito y a veces no se sabía si era el sonido de los peos o el pito del árbitro. Qué va, no aguantaron y los morochos del Cardón fueron los primeros que salieron corriendo pa el monte a hacer sus necesidades y hasta el árbitro se ensuciaba las manos cada vez que agarraba la pelota, que estaba sucia de la diarrea. ¡Qué molleja, todos embarrados y hediondos!”

v  “Los Tigres de Coche” coincidieron en un año competir en los campeonatos estadales de béisbol juvenil y clase “A”.  Lo gracioso era ver la incomodidad de varios de los peloteros amateur cuando se ponían el uniforme de los juveniles, ya que aquéllos tenían más corpulencia. A dos de ellos en pleno juego se les rompieron los uniformes por detrás, se les veían el interior y se movían con dificultad. Sin querer queriendo surgía la risa. Tuvieron que ser reemplazados.

v  En el cuarto campeonato estadal de béisbol juvenil, nuestro equipo desfiló sin uniforme y surgió el fanático Nº 1 de nuestra novena desfilando solo con la bandera del equipo, el inolvidable Ernesto “Pobre Cadáver” Rodríguez, quien con su tristeza, pundonor y arrojo, le expuso a todos los presentes en el estadio que allí estaba Coche sin uniforme, pero decidido a participar. Este admirable gesto de amor y del fanatismo de “Pobre Cadáver” hizo levantar a todo el público, quien aplaudía acaloradamente entre vivas a Coche, solidaridad y hasta lágrimas y de esto fui testigo. Yo estaba recorriendo las tribunas con un pote pidiendo colaboración y cómo recibíamos muestras de afecto, adhesión y apoyo.

v  Una de mis tareas era buscar buenos jugadores para la selección de béisbol libre. Porfirio Vizcaíno (+) fue un recio bateador de juegos de caimaneras, por lo que fue incluido como cuarte bate de nuestro equipo clase “A”. Debutó con tres ponches, se seguía ponchando mucho. Me sentía decepcionado de este bajo rendimiento y el consuelo que recibía era: “No te preocupes, deja que la agarre”. Continuaba Porfirio ponchándose y me volvían a decir: “deja que la agarre”. A Guzmán Lozada, Salvador “Chavalo” Fernández y a Anurbe Martínez, les cayó en gracia esta observación, hasta el extremo que la convirtieron en una frase refranera, con aristas graciosas y donosas. Aquí fracasó, pero en juegos de caimaneras era un jonronero respetado.

v  Hernán Arismendi, el popular Hernán “Loro”, fue un extraordinario colaborador  como umpire, eso era su pasión, ¡cómo le gustaba!   En el juego amistoso juvenil que Coche le ganó al Poblado en el sitio del Cardón (reseñado este juego), Hernán “Loro” aceptó ser el arbitrante del partido. Se me acercó para decirme que le guardara un cuartico de ron al terminar el juego. Cuando Anurbe Martínez anota la carrera en el noveno inning para dejar en el terreno al Poblado, lo hace efectuando un gran slider y al mismo tiempo Hernán también se tiró en el home pata pa arriba cantando quieto. Hernán no disimula su alegría y adolorido por el deslizamiento se me vuelve a acercar para decirme: “sobrino, ya cumplí y de qué manera, ahora cumples tú, no con un cuartico sino con un litro, esa fue la carrera de la victoria”.

v  Otra de Hernán Arismendi. En un juego, Este popular personaje por llegar tarde no actuó de umpire y cómo también le gustaba bastante transmitir juegos se le concedió el micrófono para narrar el juego de béisbol entre Punta Honda y El Cardón. Resulta que José Jesús Lunar, alias “Chechú”, tenía unas relaciones amorosas con una hija de Hernán, con las cuales no estando de acuerdo rechazaba al pretendiente y no le hablaba. En ese juego cuando Chechú venía a batear, por Punta Honda, Hernán narraba así: “Ahora viene a batear uno que no me cae bien, muy faramallero, y no voy a decir su nombre, ustedes saben a quien me refiero. Ese fulano me huele a ponchado. Lanza el pitcher y es strike y ojalá que lo ponche. Y aquí abanica el tercer strike ¡Ponchado, no se lo dije, yo también lo ponché y bien ponchao, a llorar pa El Valle!.
      Vuelve a batear José Jesús Lunar y sigue Hernán: ¡Aquí viene el que te conté, ya lo poncharon y yo también lo hice, conmigo no consigue ni una base por bolas! Tira el pitcher y ahí va una línea que no la coge el encantado ese de segunda, no está pendiente del juego y por culpa de él se embasa ese fulano que no quiero decir su nombre, ya saben el que te conté. Y, así, finalizó el juego sin que dijera su nombre.

v  A Felipe “Cataco” Millán lo pusimos a guantear en una simulada pelea con el boxeador Mono Lunar, El popular Carrasquel González le bajó el short y como no tenía interior se le vieron las nalgas y, aún con los guantes puestos,  agarró una piedra y se la pegó a Carrasquel. El Mono Lunar se tira en la lona simulando estar noqueado, a lo que Felipe aprovechó para darle una patada con gritos victoriosos. Menos mal que aguantaron al boxeador porque se levantó con ganas de darle. El Dr. Marval le dijo a Felipe “33” que le dedicara la pelea a Ramón Villarroel,  Rosendo Rojas y a Carlos Modesto González, pero Felipe Millán a quien le dedicó la pelea fue al propio Dr. Marval, quien quedó sorprendido de su propia broma. Cuando iba a iniciarse la “pelea”, el público corrió hacia el ring y de la misma acción tumbaron al Dr. Marval, a Ramón, Rosendo, Carlos Modesto, Quintín, Justo Malavé, Diógenes Fernández y a otros de avanzada edad !Cayeron en el suelo!

v  Arístides Cortesía, en su debut en un juego de bolas criollas, tira un boche y fue tan alto que rompió el bombillo grande situado encima de la cancha. Che Arismendi también debutaba y lanzaba tan fuerte y desatinado que le hizo unos huecos a la pared del Centro. Antonio entre sorprendido y molesto exclamó: ¿Y quién fue el loco que puso a estos locos a jugar bolas criollas?, ¡Ahora falta otro pa que rompa el techo! ¡Si siguen jugando así, en tres días rompen todo el Centro, qué locura!

v  En una gira de nuestras diversiones para presentarlas en El Poliedro de Caracas, una piedrita lanzada por un camión le rompe el vidrio del parabrisas a nuestro autobús lo que me obligó a ponerme en contacto con los organizadores de ese gran encuentro nacional del folclor por entidad federal, Al solicitarme los papeles del  bus, mandé a José López a buscar dichos documentos. Pasa más de media hora esperando a Che Loco y al encontrarlo me dijo que él estaba esperando a que escampara porque estaba lloviendo fuerte. Transcurre los minutos, yo preocupado tuve que buscarlo nuevamente y recibo la misma respuesta. Le pregunté a uno de los organizadores que la demora de los papales se debía a la fuerte lluvia, presunta presunción que fue negada y en efecto corroboré que no estaba lloviendo.  Cuando se lo reclamé, Che Loco me llevó al sitio donde estaba lloviendo y tremenda sorpresa ¡Era la gran fuente de agua ubicada al frente del Poliedro!

v  En el reseñado viaje al Poliedro, Che Loco chocó su cabeza con una puerta de vidrio en Parque Central. Antonio Rodríguez “El Niche”, Che Loco, Esteban Córdova, Ernesto Rodríguez, alias Lucas Pérez, Robert Lozada, cayeron pata pa arriba cuando arrancó el tren del Metro. Héctor González no pudo dormir, piso 23, porque temía que el edificio de al lado le iba a caer encima y muchas más que por espacio no se reseñan.


IMPORTANCIA RESUMIDA

La manera como he disertado el accionar del Centro Cultural “Isla de Coche” en su ruta histórica, se deja entrever su importancia que ha tenido en la sociedad de la Isla de Coche.

v  Se instituyó definitivamente como un establecimiento de cultura y en el principal Centro Cultural comunitario de la Isla de Coche, en virtud a su indiscutible liderazgo de haber mantenido un ritmo de actividades que han promovido el deporte, el folclor y las luchas por las reivindicaciones sociales de su colectividad.

v  Cumplimiento cabal de innumerables y variadas actividades culturales orientadas a grupos de todas las edades y por las cuales adquiere mayor importancia por la preservación de la cultura cochense, sobre todo en este tipo de comunidad que carece de teatros, cines, salas de conciertos, grandes estadios, parques u otros sitios recreativos. Así se convirtió en el principal centro de atracción social.

v  Su máxima importancia se ubica en el status comunitario de haber sido el agente social más importante nuestra historia para protagonizar los cambios sociales que en su sociedad se produjo desde el año 1968 hasta el presente. Se denomina cambio social a una modificación importante en la estructura de una sociedad. Estos cambios pueden producirse en los valores, las tradiciones, las normas o las manifestaciones materiales.

v  El Centro Cultural “Isla de Coche” selló una división de época en el historial de Coche. Si se analiza cómo era Coche antes y después de la creación de este Centro Cultural, se determinará la notable diferencia, más si se especifican la cantidad y cualidad de esos cambios culturales referidos a cualquier modificación o variación de su estructura y organización como sociedad, en la que están incorporados valores, normas, productos y símbolos culturales, y que afecta las condiciones y los modos de vida de los cochenses.

v  Fue evidente el desarrollo deportivo que realizó al masificar el deporte y en varias disciplinas. Haber logrado la ampliación de los grupos de diversiones, los tradicionales festivales de diversiones de adultos y de niños, mantener su vigencia, incremento de su valor social, ser patrimonio las diversiones del estado Nueva Esparta, las presentaciones de las diversiones en varias regiones del país y fuera de sus fronteras.

v  Marcó la pauta para rescatar a Coche de su estado marginal interno y externo. Dio a conocer a sus cultores. Dinamizó un nuevo paradigma de acción vecinal o comunitaria. Concienciación de valores, normas, orden y disciplina. Le brindó a su pueblo disfrutar de grandes espectáculos públicos y conocer a destacados cultores de la cultura popular de Venezuela, a consagrados deportistas y a toda una muestra representativa del arte escénico y musical venezolano. Su gran importancia es inobjetable y ha sido el mayor defensor de la Isla de Coche.

TESTIMONIO FINAL DE AFECTO, AGRADECIMIENTO Y RECORDATORIO

Para nuestros siempre conmemorados directivos y miembros en general (+): Alberto Alfonzo Cortesía, Erasmo González , Domingo González, Antonio Martínez, Alfredo Suárez, Alexis Brito, Félix Ramón Gómez, Arturo Salazar, Nicolás “Nico” Salazar, Joaquín Fernández Arismendi, Juan Antonio Alfonzo, José “Chinamo” Gutiérrez, Ernesto Rodríguez, Ernesto “Ernestico” Rodríguez (Pobre cadáver), Delimiro Fernández, Efraín Rojas, Esteban Córdova, José Natividad “Chicho” Marcano, Porfirio Millán, Francisco Noriega, Esteban Tormet, Alberto Fermín, José Vicente Noriega, Miguel Ramos, Robertico Vizcaíno, Edito “Héctor” González, José Hernández, José Modesto “Cherica” Rojas, Guillermo “Mimillo” Marcano, Oswaldo Salazar, Marcelino Quijada, Fidel Quijada, Vicente Quijada, Nelson Marval, Ernesto “Lucas Pérez” Rodríguez. Luis Beltrán “Tango” Bermúdez Lunar, Rawson Salazar.

Para nuestros recordados amigos colaboradores que nos brindaron su loable apoyo, todos ya fallecidos. En Coche a Marcos Lunar López, Inocente “Chente” Rodríguez, Paola Arismendi de Casanova, Joaquín Fernández, Dr. José Francisco Marval, Blanca Stella Maya, Hernán Arismendi López, Diógenes Fernández. En Margarita:  Ángel Cardozo Flores, Víctor Aguilera González, Francisco Suárez, Melchor Suárez, José Mercedes “Meche” Gamboa, Oswaldo Silva, Iván Cardozo Yánez, Rafael “Fucho” Tovar,  Ismael González Ríos, Pedro Luis González (Pedro Tolú), Oscar Álvarez, Arturo Gil, Virgilio N. Velásquez, Francisco Mata  (El Cantor de Margarita), Hernán Malavé (El Tacariguero) , José Ramón Villarroel                (El Huracán del Caribe), Jesús Ávila (El Guanaguanare), Miguel Rivera (El Pez Patriota), Antonio Cedeño, Mario Peláez, Nelson Rodríguez, Lucindo Caraballo, María del Valle Matos.

Un mensaje respetuoso de afecto y agradecimiento a todos aquellos ex directivos y miembros que fueron protagonistas en las dos primeras generaciones del  Centro Cultural “Isla de Coche” y que gracias a Dios los tenemos con vida y salud: Felipe Méndez Quijada, Anurbe Martínez, Arístides Cortesía, Humberto Rodríguez, Severo Inocente “Chente” Vicent, Joél González, Felito Salazar, Cleto “Quella” Lunar, Francisco “Che” José Arismendi, Cleto Martínez Lunar, José Francisco Bermúdez (Chico Mono), Pablo Gómez, José Ramón Lunar, Checame Gómez, Emilio Pérez, Marcelino “Chole” González, Luis José (7) Rodríguez, Israel Salazar, Pedro Alejandro y Pedro Luis Martínez, Rolman Salazar, Omar Lunar Marval, Leonel Milano, Carlos Fernández Arismendi, Rosalba Arismendi, José Omar Serrano, Oswaldo Rodríguez. Y en Margarita, bendecidos en salud, a Pancho Lárez, Jesús Indriago Campos, Alfredo Díaz, Ángel Marcano, Roki Viscuña, Claudio Hernández, Chema Sanabria, Luis López, Osmel Rodríguez, Mariela Contramaestre, Belkis de Peláez, Benjamín Requena.

Finalmente mi respeto, afecto y alta consideración a mi equipo, la actual Junta Directiva del Centro Cultural “Isla de Coche”: Asisclo Hernández, Sunirda Quijada, Rafael Eloy González, Francisco Rodríguez, Freddy López, Jaime Rodríguez, José Ramón Ramos, Orlando Daboín, Willfrank Marcano, Manuel y Pedro   González, Antonio Cortecía, Pedro González, Elaine Bermúdez, Deris González y demás sub directivos.

CONCLUSIONES

v  Con el más absoluto respeto a la misión transformadora de los pueblos que ejecutan los planteles educativos, me animo a aseverar que el Centro Cultural “Isla de Coche” trazó una línea imaginaria en dos etapas en la historia de la Isla de Coche: antes y después de su fundación. No es una afirmación empírica, pues basta retrotraerse a aquella sociedad para saber de su movilidad social o cultural y compararla con la sociedad después de su creación. Coteje las actividades en Coche antes del Centro Cultural con las ejecutadas en su largo historial de hacedor de múltiples acciones sociales, tal como se ha referido.

v  Se proyectó en un progresista agente de cambios culturales en Coche, su accionar ha sido elocuente para labrar los cambios organizacionales de una comunidad con una visión transformadora y unos objetivos firmes y determinantes para poder lograr la misión bienhechora, fruto de esa visión preñada de nuevos paradigmas. Eso implica no limitarse nada más que a observar y criticar, dejar que las cosas sucedan sin nada que hacer, pues esto frenan el progreso de los pueblos.

v  El Centro Cultural “Isla de Coche” se ganó el liderazgo de ser un factor determinante de cambios organizacionales, por cuanto ha tenido la capacidad de adaptación de las innovadoras organizaciones, según las características de su comunidad y del medio ambiente biofísico cultural. Cuando se afirma que ha sido un agente de cambio en la organización social de Coche es porque representó, y sigue constituyendo, un factor de desafío para el status que tiende a permanecer en algunos de sus componentes políticos o de otra condición social, en no buscar los cambios que exigen el mundo de hoy.

v  Su acción como terminante agente de cambio es porque nosotros fuimos capaces de amar al terruño y de entender que le pertenecemos a la Isla de Coche, sentimientos que han sido un motivo muy grande para luchar en pro de su bienestar. Hemos sido capaz de desarrollar en la organización, acciones, actitudes y procesos que permitan realizar mejoras proactivamente en los diversos aspectos internos y externos que nos ha tocado interactuar. De mantener la búsqueda permanente de la mejora y eficacia organizacional, crear un clima favorable de cambio dentro de nuestro equipo de trabajo y la organización de manera de ser protagonistas y agentes en el proceso de cambio.

v  El Centro Cultural “Isla de Coche” se convirtió en el embajador que logró flotar a Coche para ser reconocido en instancias más allá de nuestro terrón y sacarlo del anonimato o status marginal, a través de intercambios deportivos, folclóricos, educativos y otras jornadas sociales. Los programas de radio, televisión, prensa escrita, talleres, cursos, las giras de nuestras diversiones y la presencia de artistas populares y deportistas.


v  El Centro Cultural “Isla de Coche” resucitó a un pueblo dormido, le inyectó una buena dosis de autoestima y mentalidad progresista para guiarlo a mejores derroteros.

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